Éste es un drama familiar en versión judicial. No un drama-thriller tipo John Grisham, sino más bien un drama familiar. De hecho, esta película no se entiende sin los dos actores principales. O dicho de otra manera: no se entiende sin el carácter de Robert Duvall y la lengua viperina de Robert Downey Jr., a la que nos tiene ya tan acostumbrados y de la que parece no saber interpretar otro papel.
Dicho esto, es una película larga, más de lo que debería para su argumento, que consciente de su lentitud se basa en el sus dos personajes principales para continuar. Parece que últimamente el séptimo arte ha decidido experimentar con el “que pasaría en un pueblo pequeño si…”, de esta temática consta la serie británica de la BBC Broadchurch -muy recomendable- y ésta. Porqué si, este film pasa en un pequeño pueblo. Se ve que a los directores les debe encantar ver como se desestabiliza una comunidad con la desgracia ajena.
El film cuenta la historia del abogado sin escrúpulos Hank Palmer (interpretado por Downey Jr.) que vuelve a su pueblo natal tras la muerte de su madre. Allí se entera que su padre (Duvall), el juez de la villa ha sido imputado por asesinato. Palmer hijo decide investigar el caso e intentar, por el camino restablecer la relación con él.
Este argumento puede recordar a la reciente estrenada Ahí os quedáis o Agosto, pero en versión masculina, es decir, llena de orgullo, con poca o nula comunicación, con muchos berrinches, mucha hormona y testosterona. Todo condensado hasta el punto de querer darles una buena colleja a ambos. Sin duda, las interpretaciones de los dos principales son lo mejorcito del film. Unas interpretaciones que no se sobreponen, sino que están pensadas para dejar hacer su trabajo a cada uno de los actores, de tal modo que consiguen brillar con luz propia en cada escena.
Dirigida por David Dobkin (De boda en boda (2005), El Cambiazo (2011)), el film deja a un segundo plano la trama secundaria y a veces hasta el guión. Dobkin que tiene acostumbrado al público a hacer películas chorras por naturaleza, sorprende por este drama familiar de temática melancólica y amor filial. Respecto a este último tema, destacar el poco convencimiento de la expresión de dicha palabra en la producción, puesto que más bien la definiría mejor su antónimo: el odio. Supongo, y esto es personal, que el director quería hondar en una catastrófica relación humana padre-hijo de un “lo hago porqué te quiero, aunque sea una putada” que le ha salido al revés.
Por contra, es un film bien narrado en que los que hayan perdido a un ser querido recientemente se sentirán tremendamente identificados por la representación que se hace del vacío que dejó. Supongo que por otra parte no soy tan mayor para opinar sobre ello, y aunque sea eminentemente empática, creo que hay espectadores que se pueden sentir en la misma situación del protagonista, en lo que a vivencias se refiere. Porqué los padres quieren a sus hijos, por norma general, pero hay pocos que lo demuestran, que los tiran por suelo hagan lo que hagan y que todo lo que hacen a ojos de sus progenitores está mal hecho. Por lo tanto, la introspección personal es una característica importante de esta película, y diga lo que diga la crítica especializada -que cada vez dan más risa como espectadora, por cierto- ya es mucho más de lo que ofrece cualquier film actualmente en cartelera. Porqué si vas a ver algo, que por lo menos salgas del cine con algún sentimiento, positivo o negativo, eso da igual, que te remueva –sin ser gases- por dentro, puesto que lo peor que le puede pasar al arte, y con esto me refiero a todo tipo de arte ya sea libros, películas, cuadros o escultura, es que no te produzcan ningún tipo sentimiento. Es entonces cuándo esta sentenciada la obra.
Luego, está la esmerada fotografía de Janusz Kaminski que se puede palpar dese del primer plano, con gafas y periódico incluidos, y el guión con toques de humor y con tensión, del que Duvall saca un sobresaliente. Downey Jr., simplemente, debería iniciarse en otros papeles que no sean los de poner caras, aunque supongo, es una de las gracias del actor.
La película tiene escenas de humor pero también muy duras, la escena de la bañera es un ejemplo, de un sufrido silencio que no debería tener más diálogo que la imagen. Es imposible que un espectador no se involucre en un drama familiar, porqué poco o mucho habrá secuencias que haya vivido y que reconozca como suyas. La magia del cine, como en literatura, surge de la vida real.
¿Soy yo o huele a Oscar?
Web oficial:http://www.eljuezpelicula.com
Fuentes: IMDB, Filmaffinity.
Imágenes: https://www.facebook.com/TheJudgeMovie/photos_stream, weekgirls.com
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Puede parecer que presenta un drama ya visto en otros filmes, pero la verdad es que The Judge , es una historia emotiva entre padre e hijo con un desenlace interesante. El misterio y la duda a lo largo del filme te van a mantener cautivado, por la intriga de saber qué sucederá con este lazo familiar. La recomiendo.
ResponderEliminarEs una gran película con unas interpretaciones maravillosas y que en su día pasó muy desapercibida. Es muy injusto porqué hay películas de menor calidad que son un bombazo en taquilla.
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