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Legends of Tomorrow Poster Season 2

Nadie duda que ‘Legends Of Tomorrow’ es una de las series de superhéroes que más ambición tiene en cuanto a arco argumental. Si en la Temporada 1 (pueden leer la crítica aquí y aconsejo que lo hagan porqué sino se van a perder) fallaba en cuanto a algunos personajes que no aportaban nada a la trama, parece que han escuchado a los espectadores y han eliminado lo que les estorbaba. Así que en la que nos ocupa, la mejora ha sido tan notable y tan buena que actualmente la parrilla superheroica de DC en la CW se sitúa tal que así en cuanto a favoritas: ‘Legends of Tomorrow’ (LOT), ‘The Flash’ (esta temporada 3 ha pegado un fuerte bajón), ‘Supergirl (estoy en ello) y ‘Arrow’ (esta última no la pienso ver porqué Felicity me cae como el culo).

Vale decir que la primera temporada le valió a la serie bastantes críticas, pero esta temporada, la han pulido tanto, que hasta parece otra. Vamos, que han hecho una renovación de armario, de esos que se hacen en los cambios de solsticio.

Contiene spoilers, que sino no me quedo a gusto.

La adicción que produce ‘Legends Of Tomorrow’ (LOT) en esta temporada ha sido real. Igual que les dije que en la Temporada 1 (T1, para más adelante) hubieron capítulos en los que servidora se aburrió, pues parecía que el guión no sabía muy bien por dónde anclar a cada uno de los personajes, en esta, la línea y el enfoque conjunto que se ha mostrado se distancian completamente de ‘The Flash’ y ‘Arrow’. LOT tiene su propio ritmo. Lo mejor, es recortar y tirar a la basura lo que no funciona y reemplazarlo con personajes o trama que sí hacen avanzar. Por eso, me atrevería a decir que Legends es una de las mejores series de superhéroes que tenemos en la actualidad.
No nos llames héroes. Llámanos leyendas.
Pero permítanme antes que les ponga en contexto. ¿De qué va?

‘Legends of Tomorrow’ es un grupo de superhéroes reclutado por un antiguo Maestro del Tiempo llamado Rip Hunter (Arthur Darvill, al que muchos recordarán por la serie ‘Broadchurch’ y por ser Rory en ‘Doctor Who’). Cada uno de ellos, con habilidades especiales. Así pues, –les resumo, para que no se me hagan un lío- tenemos a: Sara Lance (alias White Canary una asesina reformada interpretada por Caity Lotz) que es la que da manduca, Mick Rory (alias Heat Wave, un ladrón pirómano, por el actor Dominic Purcell), Ray Palmer (alias Atom, un científico con un traje capaz de encogerse o hacerse enorme –Brandon Routh-), Martin Stein (alias, la mente de Firestorm, un científico y probablemente el actor más mayor de la serie –Víctor Garber-), Jax (alias el cuerpo de Firestorm. Sí, Firestorm son dos en uno –Franz Drameh-). Cuestión,  que estos héroes la lían parda en la primera temporada, y destruyen a los Maestros del Tiempo. Sin la intervención de éstos, un grupo de villanos quieren alterar el pasado, presente y futuro. Las Leyendas intentarán proteger el Tiempo como les sea posible a la vez que intentan descubrir cómo pararle los pies a esa amenaza. En esta segunda temporada se les añade Nate Heywood (futuro ‘Hombre de acero’ interpretado por el actor Nick Zano) un historiador, y Amaya (alias, Vixen interpretada por Maisie Richardson-Sellers) una superhéroina de la Sociedad de la Justicia de América capaz de trasladar las habilidades de los animales a su propio cuerpo.

Legends Of Tomorrow Season 2

Ginebra (de Camelot), Jax (Firestorm), Nathan (Steel), Amaya (Vixen), Ray (Atom) y Sara (la capitana/White Canary)

Hay que tener en cuenta que LOT es un spin-off de lo que se conoce como el Arrowverse. Para que me entiendan, es un spin-off de las series de ‘Arrow’ y ‘The Flash’, por lo que comparten el mismo universo de ficción. Antes les comentaba que habían eliminado lo que molestaba para iniciar esta segunda temporada y añadido tramas y personajes que sabían que iban a funcionar. Básicamente lo que no funcionaba en la T1 era el villano, Vandal Savage, y su lucha contra Hawkgirl y Hawkman. Más cansino que otra cosa, además de en algunos puntos, ser innecesariamente violento.

En esta segunda temporada, han añadido a Nate y Amaya, ambos con una buena historia detrás que sustenta como personajes principales. Además por si esto fuese poco, no han escatimado en villanos. De hecho, lo mejor, son los villanos. Así pues –voy a por el barreño, que no vean cómo he babeado yo esta temporada- unidos en el reparto tenemos a una villanicia de órdago como: Dark Archer (Malcolm Merlyn, (John Barrowman), Damien Darhk (al que da vida Neal McDonough, y que a mi, personalmente me da repelús) y por último, el brillante Eobard Thawne (alias Reverse Flash, al que da vida Matt Letscher). Los tres, formarán Legion of Doom y es un gustazo verlos juntos. Y añado que tienen 50, 51 y 47 años los actores, respectivamente.

Dicho esto, esta segunda temporada empieza con Nate (el que más adelante será ‘Steel’, un hombre de acero) yendo a ver a Oliver Queen (Arrow, interpretado por Stephen Amell) para recuperar a los miembros de las Leyendas, porqué se ve que cada uno ha ido a parar a un tiempo diferente y están esparcidos por la historia. Todo está hecho un desastre y Rip, desaparecido. Veremos como Nate se une a ellos y desarrolla con Ray (Atom) una valiosa amistad con el paso de los capítulos.

Dinosaurios, muertos vivientes, al más puro estilo ‘The Walking Death’, antirracismo y la formación de Legion of Doom (sin sus villanos originales del cómic) es lo que podemos encontrar en solo los primeros cinco capítulos de esta segunda temporada. A la par que una crítica al totalitarismo, al racismo y al miedo que hay todavía en recordar hechos históricos. Que hay que añadir, que la historia, está para eso, para ayudar a no cometer los mismos errores del pasado. Y esto lo resume muy bien la frase que le suelta Jax a Stein:
¿No? Porqué no eres negro. Porqué crees que si salgo ahí en 1863 no podré manejarlo (…) Entiendo que te es difícil entender esto, pero he sido negro toda mi vida y honestamente, no se me ocurre un período temporal al que podamos ir, en dónde no tenga que enfrentarme a algún tipo de racismo.
Touché. Quién ha escrito esto se merece una medalla. ¡Qué razón tiene! Es precisamente el personaje de Jax al que se le nubla un poquito, vamos que no se le saca todo el jugo que se debería y que tiene, ya no solo porqué la sociedad es eminentemente racista (él es negro) sino porqué parece que en esta temporada juega más como secundario que no como un Leyenda. Otro pero que hay que ponerle es que tardó un poco en arrancar, es decir en tener una narración clara y un objetivo fijo que resolver: la lanza del destino, esa lanza permite reescribir la historia y es lo que buscan los villanos para reescribir sus propias historias. La lanza es el perfecto ejemplo de cómo guionistas, productores y elenco del Arrowverse están dispuestos a dejarse las cejas para sacar a flote una trama multicromática con tal de aprovechar la rica variedad de personajes que el Universo DC ofrece. Otro ejemplo se haya en el crossover entre Legends y la Sociedad de la Justicia de América (SJA) durante la Segunda Guerra Mundial en el que empiezan las discrepancias (y a partir de ahí, se une Vixen).

Sociedad de la Justicia de América (SJA) LOT Season2

La Sociedad de la Justicia de América (SJA). Para quién no lo sepa, este grupo de superhéroes fueron los primeros en tener un cómic. Stargirl, Dr.Mid-Nite, Hourman, Obsidian, Vixen, Commander Steel

Lo más divertido de las series de superhéroes es ver cómo se van a desarrollar los héroes y los villanos. Como van a evolucionar, reaccionar y a qué trama les van a someter. Yo tenía ganas. Ganas de ver cómo los héroes saldrían victoriosos –o no- de esos tres pedazo de villanos, listos como el hambre, que les han metido. Diversión pura. En el capítulo 10 vemos reunirse Legion of Doom, es decir Damien Darhk (Neal McDonough), Malcolm Merlyn (John Barrowman) y Eobard Thawne (Matt Letscher), éste último mucho más bestiajo que lo que vimos en The Flash (recordemos que es su archienemigo). El equipo villanicio, lo adopto y son, a años luz, lo mejor que nos ha dado esta temporada.

Los villanos en esta temporada han sido mi perdición. Legion of Doom, compuesta por los familiares villanos de las series ‘Arrow’ y ‘The Flash’. Además, Sara quiere vengar la muerte de su hermana Laurel a manos de Darhk, lo que garantiza la tensión. El que esté Eobard Thawne fue resultado del Flashpoint de Barry en la temporada 2 de The Flash- ver crítica aquí-.

Lo bueno de construir villanos es que hay que meterles un poco de humanidad. Tienen blancos y negros, a menudo matices. No son de esos que tienes que odiar porqué toca, sino que el fondo, va más allá. Les mueve algo. Es más, los villanos eran mi aliciente principal para devorar los capítulos cada semana. Cada vez que esos tres se juntaban, había lío, ya no solo porqué Malcolm (Dark Archer) y Damien Darhk tienen un bromance esta temporada, sino porqué Malcolm saca de sus casillas a Eobard y ver cabreado a un personaje tan calculador y metódico da gustirrinín, qué quieren que les diga. Verlos interactuar eso era lo más. Porqué sí, señoras y señores, uno como espectador no puede esperar a que si los guionistas van a meter a tres tipos de armas tomar, más fríos que un glaciar, en una misma habitación los tres igual de planificadores, egoístas no haya alguna que otra traición, redecilla o hostias a cascoporro que solventar –esto último es lo menos, pues prefieren usar la cabeza antes que los puños-. Yo pillaba el barreño a cada capítulo, porqué mis babas en esta temporada podrían haber terminado con la sequía en España. Madre del amor de Dior. Empaquétenmelos, que me los llevo.

Malcolm Merlyn y Damien Darhk LOT Season 2

Malcolm Merlyn/ Dark Archer (
John Barrowman) y Damien Darhk (Neal McDonough) haciendo de las suyas en ‘Raiders of the Lost Art’

Punto a parte merece Matt Letscher. ¿Y porqué le dedico un apartado especial a este actor? Pues verán, a Eobard Thawne -Reverse Flash-, el villano principal de The Flash (Barry Allen, al que da vida Grant Gustin) lo interpretó en la primera temporada del velocista escarlata el maravilloso Tom Cavanagh, que hizo un pedazo papelón. Y a Cavanah es difícil alcanzar en su interpretación. 
Letscher salió posteriormente de Reverso, pero de forma esporádica en dicha serie. Hasta que finalmente lo contrataron en Legends para hacer uno de los mejores villanos de DC. Sinceramente, no sabía que esperar. No había visto ningún trabajo previo del actor –excepto en ‘El zorro’, que también hacía de villano- . De hecho, pensaba que se lo iba a cargar. Pues no. ¡Qué equivocada estaba y cuánto me alegro de ello! Letscher fue un villano atractivo durante toda la temporada, a la par que temible y no le tiene nada que envidiar al trabajo previo de Cavanagh. Thawne es maravilloso. Así. Tal cual. Y lo es porqué su objetivo para hacer lo que hace es sencillo y hasta comprensible. Un villano construido de forma muy inteligente, lo cual el espectador agradece.

Por ello pongo al capítulo 10 como el mejor de esta segunda temporada. Conocemos más a los villanos y qué es lo que más teme Reverso de Flash (Thawne). Un capítulo muy dinámico, con unos villanos muy villanos y lo mejor, sin una gota de sangre. ¿Ven cómo se pueden hacer las cosas bien sin ser gore?


Eobard Thawne y Ray Palmer LOT Season 2

Eobard Thawne/ Reverse Flash (
Matt Letscher) y Ray Palmer/ Atom (Brandon Routh) encerrados en una nave espacial en ‘Moonshot’
También se agradece el que por fin haya una dinámica en el equipo, y que cada personaje evolucione. Esto se ha conseguido de forma que en cada episodio, semana tras semana se iban emparejando a diferentes personajes para que el espectador pudiera ahondar en cada uno de ellos, sin que ninguno cayese en la nimia superficialidad y todos tuviesen interacción con todos. Son ocho personajes, así que no es un trabajo de guión que sea moco de pavo.

Lo que diferencia a Legends de otros de la CW es que parece que ha encontrado su propio camino, a la par que unifica todo el Arrowverse. Dónde Arrow y The Flash se vuelven cada vez más oscuros, LOT se despunta tirando hacia una serie de superhéroes torpe en la que prima la diversión. Acción, algo de drama, aventura y mucho humor son sus características. Sobretodo esta última, el humor, que les va como anillo al dedo. Porqué sí, es ligera, fresca y muy necesaria. Ya me dirán dónde van a ver ustedes a George Lucas quedándose atrapado en un compactador de basura mientras ingenia Star Wars, o a Ray haciéndose ‘amigo’ de un tiranosaurio. También viajarán por la Alemania Nazi, Camelot, el Japón Feudal (con ninjas, samuráis y todo el percal), Zombies, la Guerra de Independencia, Tolkien o Mick haciendo migas con George Washington.

Vamos, para amantes de la historia y los superhéroes es es la mezcla perfecta. Eso sí, mejor no pensar demasiado en la trama y  ni en la lógica de los viajes temporales, porqué sino van a necesitar ocho kilos de Gelocatiles para reponerse.

También se pone de manifiesto la típica pregunta del mundo de los superhéroes y superhéroinas. ¿Qué les hace serlo? En el capítulo 4 de esta temporada Ray se queda sin su traje, lo único que le hace un héroe. Para colmo, Rip Hunter, el que los reclutó y ejerció de Capitán del equipo en la T1 desaparece y no vuelve hasta el episodio 9 completamente desmemorizado. Esto se debe a que Arthur Darvill, el actor que lo interpreta, estaba filmando ‘Broadchurch’. Eso sí, cuando vuelve Rip, lo hace amnésico con doble personalidad que daba miedete y como antagonista. Ahí es nada.

Su puesto es ocupado por Sara Lance (alias White Canary, la asesina reconvertida en heroína), la única mujer del grupo, que lejos de ser un florero, es la que más caña da. Junto con Amaya (Vixen) que se une después de la muerte de Hourman, tenemos a dos mujeres de diferentes etnias con un par de trompas de falopio repartiendo manduca. Sara es una capitana a bien, y es la que acaba por cohesionar el grupo y la que toma las decisiones difíciles y cruciales. Tiene una gran dinámica con el resto del equipo, y es una líder nata. Debe de ser una de las pocas series en las que dos protagonistas femeninas no hablan sobre tíos sino sobre el destino del pueblo de Amaya.

Sara Lance y Amaya Jiwe LOT Season 2

Sara Lance/White Canary (Caity Lotz) y Amaya Jiwe/Vixen (Maisie Richardson-Sellers) dando matraca con katanas en ‘Shogun’

Otra evolución de personaje lo encontramos en Mick Rory. Con Capitán Frío (Wentworth Miller) muerto –aunque más de una sorpresa va a dar todavía-, un Rory atormentado intenta aceptar al equipo como su nueva familia. Con esto no solo se consigue que alguien con un carácter tan crudo como él se pueda ver el lado emocional, sino que gracias a ello, podemos verlo brillar. En la presentación del capítulo 11 hay una referencia a los guionistas: ‘Pero quién escribe estas cosas?’ dice Mick Rory. Es genial que se hagan a ellos mismos partícipes de la serie y se lo tomen con tanto humor. De hecho, en lugar de hacer que un mismo personaje siempre relate el monólogo de apertura de la serie –sí, empieza con un monólogo- (eso lo haría demasiado serio, y aquí no se busca dicha característica) cada uno de los protagonistas y villanos lo narra a su manera, con lo que no es difícil encontrarse con algunos momentos hilarantes. Incluso tendremos interacción y colaboración mutua entre villanos y héroes.

El arco creativo libre, la eliminación de personajes que no aportan nada, y integrado por fin a los Legends como un grupo compacto, que distaba mucho del ‘cada uno a su rollo’ de la T1. Incluso han mejorado en como tratar el tema amoroso sin resultar forzado y cansino entre Nate y Amaya, hecho que como espectadora, agradezco enormemente, porqué en la temporada pasada me juntaron a Ray con Hawkgirl y eso no pegaba ni con cola.

Mención a parte merece Black Flash. En realidad no es un actor en sí sino un personaje creado únicamente por CGI que lo único que hace es correr y gruñir. Pese a ello, es una amenaza que aterroriza a Thawne –sí, un villano, de la villanicia, muerto de miedo y pasándolas canutas- y no dejaba de ser divertido el recordar que esta ‘cosa’ –por llamarlo algo, porqué es una especie de zombi velocista- había sido creada en la T2 de The Flash y que todo está interconectado. Vamos, que es el villano del villano. Todo muy loco.

El final me dejó un poco chof. Tal cual. Esperaba que Legion of Doom no se disolviera. De hecho, tenía la esperanza que fuese como una especie de equipo de Legends, pero en antagonista, que pusiese el culo pequeño a Arrow, Supergirl y The Flash. O que por lo menos, tuviesen un éxito así a medias. Sé que Reverse Flash va a volver –no hay nada confirmado pero quién haya leído los cómics sabrá que es un personaje que no puede morir- pero con Darhk y Merlyn no lo tengo tan claro. Al igual que se sabe, por los cómics, que no es tan fácil de derrotar. Que tienen que ganar los buenos. Venga, compro. Pero eso no quita que Reverse podría haberlos derrotado a todos fácilmente. Y tampoco me creo eso que se dice de que: ‘es que el Flash Negro ha desintegrado todos sus anacronismos temporales’. No me lo creo. Ahí no compro. Hablamos de un personaje calculador, frío e inteligente. Con carácter. Uno de los villanos más fuertes del Arrowverse. No me creo que le hayan dado fin. No me lo creo. Y si es así –cosa que dudo como buena fan del personaje que soy- voy a coger a los productores por las orejas y les voy a decir cuatro cosillas.¡A mi no se me cargan a mi personaje favorito porqué les sale del cimbel!

En resumen, ‘Legends of Tomorrow’ es absoluta y pura diversión. De hecho, de todo el Arrowverse es el único últimamente capaz de poner una sonrisa de oreja a oreja en la cara. Antagonistas fuertes e inteligentes, cientos de situaciones humorísticas, una línea argumental amplia y propia, y una serie que a cada temporada prospera y se hace más y más grande. Dosis de aventura en vena y comedia a cascoporro, con un final apoteósico. ¿Les he dicho ya que Víctor Garber sale cantando en el capítulo 15? No sé a qué esperan para verla.

4/5
★★
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Fuentes: IMDB, Filmaffinity

Imágenes: IMDB


Poster Transformers el último caballero Optimus prime


Me lo he pasado mejor que una teta sin sujetador. Michael Bay (con producción de Steven Spielberg) dirige está quinta entrega en acción real de la línea de juguetes de Hasbro. El film da exactamente al espectador lo que espera encantado: robots, peleas de robots, explosiones, disparos, acción trepidante, aventuras, coches que valen un pastón y explotan y carreras de coches con robots autotransformables (autobots). Ya saben, un garbanzo no hace puchero, pero ayuda a su compañero.

Mark Whalberg el carismático protagonista, está tan ágil como hace unos añitos. La saga cinematográfica de Transformers empezó su andadura en el año 2007, con título homónimo, seguida de ‘Transformers: La venganza de los caídos’ (2009), ‘Transformers: El lado oscuro de la Luna’ (2011) y ‘Transformers: La era de la extinción’ (2014), formando un total de cinco, inclusive la que nos ocupa. Las de 2011 y 2014 –Whalberg se estrenó en esa como Cade Yeager- recaudaron más de dos mil millonejos de nada en taquilla 

La primera incursión de servidora en el mundillo fue con el primer film -iniciado con los actores Shia LaBeouf y Megan Fox- y desde entonces perdí la pista con los siguientes. Y ya les digo, que una vez dentro, tienen una admiradora de por vida. Las pelis son para enmarcar. Tienen trama (absurda, surrealista y tonta, pero la tienen), contienen píldoras de humor, y unos personajes variopintos, cada robot extraterrestre con personalidad (vienen del planeta Cyberton) y habilidades propias. Los portas siguen siendo Optimus Prime y Bi (el favorito de la menda) con el añadido que, en esta, se incluyen dinosaurios transformer que se dedican a zampar coches de desguace, y amenazas latentes. ¡Amenazas latentes!

Transformers el último caballero

Si lo ponen delante de una barbacoa, les hace un churrasco en cero coma

Con todo esto, se estarán preguntando que de qué va el tinglado, la sinopsis, la trama, el barrullo, el caldo de la escudella. ¿Robots contra humanos? ¿Humanos que se resisten a ser colonizados por robots aliens? ¿Dinosaurios robots que son aliens pero que en realidad solo necesitan achuchones?

Pues no.

Va sobre el Rey Arturo.

¿Qué? ¿Cómo se les ha quedado el cuerpo? ¿Siguen vivos después del cortocircuito neuronal? ¿Y qué pinta aquí el Rey Arturo? Pues se lo explico en un momentico: resulta que Bay iba a dirigir ‘El rey Arturo’ (2004) después de estar trabajando cinco años en el proyecto, le metieron una patada en el trasero, lo sacaron como quién saca un chorizo de la bolsa del súper, y le dijeron que iban con el culo encogío en presupuesto. Y ahí se quedó, en taparrabos, cuál Tarzán. La espinita la tendría clavada y 13 años después decidió coger el zurullo que le lanzaron y restregarles la mierda por la cara a los que lo dejaron en gayumbos. Sin rencor, ¿eh? Venga, pelillos a la mar. Claro que también es casualidad que Guy Ritchie haya lanzado una peli sobre Arturito de Bretaña coincidiendo con el estreno de esta nueva entrega. Le debe haber sentado como una patada en la huevera.

A parte del Rey ese llamado Arturo y de apellido Pendragón, que lleva un mondadientes como arma, –interpretado por Lian Garrigan, que dio vida también al personaje en OUAT, a este paso, el próximo lo interpreta Arturo Valls- el tinglado va sobre lo siguiente: los Autobots (aliens-robots buenos) y los Decepticons (aliens-robots malos) están en guerra, con los humanos ahí en medio. Optimus Prime se ha pirado y la clave para salvar la Tierra la tiene un tal Merlín. Si no entienden absolutamente nada de esta sinopsis es porqué tampoco hace falta. No se sientan mal, que yo me quedé igual.

Transformers el último caballero con Anthony Hopkins

Sir Edmund Burton (
Anthony Hopkins) delante de la mesa redonda

Con esto último, supondrán a bien, que salvar la tierra es el hilo conductor de dos horas y media de metraje rodada completamente en IMAX 3D. De la puesta en marcha del guión se han encargado Art Marcum,  Matt Holloway (ambos guionistas de ‘Ironman’ (2008)) y Ken Nolan (‘Only the brave’ (2017)). Seis manos dándole a la tecla non stop, con el objetivo de formar una peli con un presupuesto estimado –espero que estén sentados- de 217 millones de dólares, la película de Transformers más cara hasta la fecha. Unos tanto y otros tan poco.

Lo que no deja de ser curioso es que se haya rodado en Cuba. De hecho, es la segunda peli rodada en el país, después de ‘Fast & Furious 8’ (2017).  Otros emplazamientos corresponden a Alnwick Castle, Arizona, Michigan, Northumberland, Trolltunga (Noruega) Hampshire, Isla de Skye, (Escocia) y Stonehenge. La pena, es que se sabe que esta podría ser la última de Transformers en la que Bay se pone al frente de la dirección después de 10 años. Aunque tampoco ha descartado que si le ofrecen un buen guión no vuelva otra vez para una sexta. Veremos a ver qué pasa. Y cuántos dólares puede mojar en el café. Ésta lleva recaudados 130.120.862 (a fecha de 21 de agosto de 2017) solo en los Estados Juntitos.

Eso sí, a Bay le engrandece el hecho de que como amante de los perros, hizo que Freya, un perro con epilepsia que no encontraba hogar y que adoptó, tuviese un pequeño cameo. Es un gesto pequeño, pero muy bonito.

Actores como Stanley Tucci, Josh Duhamel, John Turturro repiten, como las natillas. Se añaden a la ensaladilla Santiago Cabrera (el famoso y guapísimo Aramis –que me lo envuelvan- en la genial serie de la BBC 'The Musketeers’) y la adolescente Isabela Moner. El gran fichaje es Anthony Hopkins (me niego a ponerle el ‘Sir’ delante, como trato preferente) dando vida al personaje Sir Edmund Burton. De hecho, Ken Kolan, uno de los guionistas escribió el papel justo para él. Pues ya me dirán qué gracia que se lo den mascado. Eso sí, la escena de la carrera de coches por Londres, mientras Hopkins hace una peineta a los Transformers malvados, es memorable.

Transformers el último caballero Optimus Prime

Optimus Prime ahí, tó puesto

Las metidas de pata, abundan como en cualquier producción que se precie. Como por ejemplo ver a Merlín empinando el codo con una botella de tapón de rosca –no hay que ser historiador para saber que en esa época, allá por el siglo IV no habían tapones enroscables-  o algo tan tonto como mostrar a Stonehenge en plan aislado, cuando en realidad, pasa por al lado la carretera A303 y tiene la ciudad de Amesbury a tiro de piedra. La representación de las distancias no lo llevan muy bien, pobrecicos.

Como sé que les gustan los cotilleos, más que un palo a un tonto, les cuento que al director se le echaron encima –y con razón, que ya es de tener poca sensibilidad histórica- porqué se le ocurrió decorar Blenheim Palace como un cuartel nazi para representar las escenas de la Segunda Guerra Mundial. Los veteranos de guerra británicos, se lo comieron con patatas, pues dicho palacio fue residencia y dónde nació Winston Churchill, político, escritor, militar y Primer Ministro Británico, además de Premio Novel de Literatura. Nicholas Soames ( otro al que no le voy a poner el ‘Sir’ delante), nieto de Churchill tuvo que salir a poner paz alegando que era una simple escena de película.

De un tiempo a esta parte, aquí servidora sabía perfectamente lo que iba a ver: más de lo mismo. Puro de escapismo veraniego para estar fresquito en el cine, no pensar mucho en la trama y ver acción sin necesidad de violencia (esto último no es moco de pavo de encontrar) y más que cumplió su función. Más acción, más efectos visuales y una mierda de trama, que está ahí pero que no importa ni falta que hace. Voy a ver robots desmontables, señoras y señores.

Transformers el último caballero Wahlberg y Haddock

Cade Yeager (Mark Wahlberg) y  Vivian Wembley (Laura Haddock)  en un submarino transformer

Sepan que no le doy importancia al argumento reciclado. Me da igual porqué sé que lo que Bay pretende es hacer un blockbuster de verano, se esos que hacen ¡KABOOOOOOM! Como cuándo éramos peques y jugábamos con Action Mans, Barbies, caballos, coches de carreras e inventábamos acción y aventuras (lo que me divertía yo quitándole el trineo al Action Man y cediéndoselo a mi Barbie junto con un bazooka del siete que llevaba incorporado). Es una peli basada en juguetes para niños, aunque no sea una producción destinada a niños, precisamente. Lo de la lucha de autobots y deceptions es un extra para ver saltar trozos de tierra, brazos desmontables de chatarra y básicamente, que el ritmo sea rápido. Carreras de coches que valen un pastón, militares disparando a robots y un largo etcétera que que pese a su duración, pasa el tiempo volando.


Mejor que no tengan en cuenta la profundidad de la historia. Mejor que se sienten y piensen solo en la destrucción masiva y esperpéntica que causan estos robots y que a todos nos importa un bledo. Vamos, que si disfrutaron con cualquiera de los otros films de la saga o buscan una gran peli de acción –sin violencia, sangre, ni vísceras-, con escenarios de locura y amplios y magníficos efectos visuales, es su film.

También les digo que no va a complacer a todo quisqui, al igual que cada saga tiene su público –dime qué consumes y te diré quién eres. Yo no digo nada, lo dice el neuromárketing, conste- y que si a ustedes les parecieron burdas las otras entregas, no vean esta y pueden optar por ir a echar el orejón a otras producciones, como ‘Wonder Woman’, ‘Cars 3’ -ver crítica- o cualquiera de las grandes billeteras, digooooo, producciones que queden en cartelera.

Transformers el último caballero Haddock  Optimus Prime

Optimus Prime (voz de Peter Cullen)  y Vivian Wembley ( Laura Haddock) en Transformers: The Last Knight (2017)

Como ya se estarán imaginando el percal, es el tipo de peli que los críticos han puesto a caldo. Un 15% en Rotten Tomatoes. Que los gustos son como los culos, cada uno tiene el suyo, pero es poco coherente que en cambio le diesen un 82% al despropósito Sharknado (esa peli en que salían tiburones de un tornado y se zampaban a la gente). Y no porqué haya visto esta última, sino porque considero que cualquier película en la que se exacerbare la poco infundada violencia de un animal tan inteligente y pacífico como el tiburón, es una falta de respeto a la par que provoca un odio y miedo injustificados a unos maravillosos escualos, y da veda libre para su tortura y caza. Nos los estamos cargando y solo faltan esos despropósitos de producciones para acabar de rematar el pastel, con cagamandúrries que ni se han molestado en estudiarlos ni a nadar con ellos. Pueden ver posts sobre el tema que escribí en su momento (hace un porrón de tiempo), aquí y aquí.

Lo que no entiendo es el porqué de tanta crítica negativa. Hombre, hijo, si ya sabes que no te va a gustar, porqué ya de por sí no te gusta la saga, pa’ qué vas a verla? ¿Eh? ¿Pa’ qué? Si es que hay peña masoca. Eso, o lo hacen para poder escribir una mala crítica. Yo ignoro a los críticos y me va genial. Otro día, ya si eso, hablamos de cómo los compran para escribir cómo escriben.

Dentro de esa trama absurda que les contaba, si algo rechina visualmente, son los cambios de vestuario. No puede ser que se cambien de ropa en un submarino de la Marina y se queden tan pichis. Una ignoraba totalmente que los submarinos nucleares tuviesen un vestidor interior, por, yo que sé… si antes de lanzar un torpedo, a uno le vienen ganas de cambiarse de traje y ponerse guapetón . Hay que ver lo que se aprende. Lo mismo con la escena en la que los están persiguiendo, que ella (la prota) decide que con tacones no puede ir a salvar el mundo y que mucho mejor hacer cambio de vestimenta y ponerse las botas de montaña. Ahora cada vez que vea un submarino de estos voy a imaginarme una situación tal que así:
-Paco, tengo al objetivo in position.
-Muy bien Legolas, pero esos calcetines del Chewakka no combinan nada con el trabucazo que vamos a esputar.
.Voy a ponerme gallardo.
-Enga. Te espero, tigre.
Aunque la peli añade el esterotipo de 'la mujer guapa' con Viviane (Laura Haddock), por lo menos han tenido la decencia de añadirle un par de doctorados. Algo es algo dijo un calvo, cuándo se encontró un pelo en el culo.

Para colmo el film termina con una escena cliffhanger (traducido: al borde del precipicio) que básicamente es una técnica narrativa que genera suspense para que el público se interese por lo que va a pasar en la siguiente entrega. Y a mi me da que si Bay lo deja va a ser una auténtica cagarruta.

Si buscan una peli con toneladas de acción, explosiones, robots, diversión CGI y efectos visuales buenos, con esta, no les va a dar tiempo a aburrirse. Clímax puro. Ya saben lo que van a pagar para ver y lo divertido que va a ser.  
 
4/5
★★
Ver tráiler
Fuentes: IMDB, Filmaffinity

Imágenes: IMDB, Todas las fotos pretenecen a: Paramount Pictures/Bay F - © 2017 Paramount Pictures. All Rights Reserved. HASBRO, TRANSFORMERS, and all related characters are trademarks of Hasbro.2

Spider-man homecoming film poster

Maguire, Garfield y ahora Tom Holland se ha puesto en la piel del amigo y adorable vecino de Queens, Spider-Man.

Esta nueva saga, –capítulo cuatro de la fase tres del MCU (Marvel Cinematic Universe)- corresponde a una iniciativa de Marvel/Disney para el reinicio de las aventuras de Peter Parker. Un Peter que conserva la esencia de los cómics originales que Stan Lee (guión) y Steve Ditko (dibujo) crearon en 1962 (de hecho, la matrícula del coche de la Tía May -AMF-1562- corresponde al primer cómic en el que apareció el Hombre araña: ‘Amazing Fantasy’, 15 de 1962) Se nos presenta a un Spidey divertido, alegre, fresco y sobretodo, humorístico que ostenta una trama menos oscura que la vista en otras de Marvel, y que es el trampolín a poder vincular al hombre araña con ‘Los Vengadores’.

Dirigida por Jon Watts y con guión de Jonathan Goldstein, John Francis Daley, el propio Watts, Christopher Ford, Chris McKenna y Erik Sommers, ‘Spider-man: Homecoming’ es un guiño a que el personaje ha vuelto a ser propiedad de Marvel Studios. ‘Regreso a casa’. Es hasta poético. Para celebrarlo incluso, le han puesto sus icónicas alas de telaraña de los cómics en el traje y unas viseras oculares de tamaño variable, que hacen que tenga mayor expresividad.

La película fue filmada un mes después del estreno de Capitán América: Civil War (2016) (ver reseña) en Atlanta. Y aunque Tom Holland es el actor más joven (19 primaveritas) en dar vida al trepamuros –Maguire tenía 25 y Garfield 26- es el que más se le parece en actitud a Peter Parker. Robert Downey, Jr. es la octava vez que interpreta a Stark y no sé qué narices pinta en esta película (argumento en párrafos siguientes).

Dos horas y trece minutos de producción con un presupuesto estimado de 175.000.000 dólares y recaudados la friolera de 314.057.748 (datos de IMDB a 20 de agosto de 2017, solo en Estados Unidos). 

Marisa Tomei es Tía May. Vamos, que no es la abuela amorosa que se nos presenta en los cómics, sino una mujer hecha, derecha e independiente que se encarga de su sobrino, como lo hubiese hecho su hermana.

Peter Parker y  Need Leeds Spider-man homecoming film

Peter Parker (Tom Holland) y  Need Leeds (
Jacob Batalon). Fotografía de Chuck Zlotnick - © 2017 CTMG, Inc. All rights reserved

Pero si algo destaca esta película es la incursión racial: Michelle, que sabemos al final que se llama MJ, y que da vida la actriz Zendaya, no es caucásica. Es más, es mal hablada, le importa un pito como vestir o el ir arregladilla y es una buena estudiante de ciencias y dibujo. Vamos, que está bien alejada de la Mary Jane de los cómics, personaje que por cierto, siempre me ha caído especialmente mal (es tonta del bote, pavisosa, pija y mimada) y así, entre ustedes y yo, hubiese preferido mil veces que Felicia Hardy acabase como pareja de Peter, que por lo menos, tiene un par de ovarios.

Siguiendo con el tema, lo que les contaba, que al estar alejada del prototipo del cómic, es inevitable que caiga bien. La diversidad étnica está muy presente en todo el film y eso se agradece: el mejor amigo de Peter es bajito y gordito y ambos forman un tándem un tanto friki (fans de la ciencia y de Star Wars). Flash Thompson, el gamberro de la escuela que se dedica a putear a Peter durante buena parte de su vida, es latino –y por eso, por desgracia,  el actor que le da vida, Tony Revolori (ver crítica ‘El gran Hotel Budapest’), recibió amenazas de muerte-, y Adrian Toomes (Michael Keaton), alias el buitre, que es el villano de esta entrega, está casado con una mujer no caucásica. Otro puntazo es que no se nombra a la mayoría de personajes, sino que deja que el espectador lo relacione con el cómic. También sale Gwen Stacy (Spider-Gwen, en un universo paralelo) que únicamente se la reconoce por la diadema negra en su pelo rubio, así como Cindy Moon, alias Silk (seda) otra chica con poderes arácnidos.

Por otra parte, Iron Man, que tiene cierto protagonismo, cae especialmente gordo, básicamente porqué no le presta ni la más mínima atención la pobre chico y eso que Peter se harta de advertirle que quieren hacer volar por los aires su avión. Pero nada, Tony Stark a su puñetera bola, como siempre. Sinceramente, pienso que la aparición de Iron Man en este film sobraba.

Como en toda producción que se precie, las idas de olla y metidas de pata son un clásico. Véase que el apartamento de Peter es diferente que el que se nos muestra en ‘Captain America: Civil War’, que no les costaba nada mantenerlo igual, pues no, toma a cambiarlo (por ejemplo, tenía una cama doble y ahora tiene una litera y la puerta se abre hacia el otro lado). O que se afirme que el Lego de la Estrella de la Muerte tiene 3808 piezas cuando en realidad tiene 3880. O con lo que más flipé: que un ferry se detenga en medio del agua después de que un rayo láser lo haya partido por la mitad. ¿Estamos tontos?

Spider-man homecoming ferry scene

Peter sujetando un ferry por la mitad sin que éste haga glu, glu, glu

Analicemos esto con propiedad, porqué creo sinceramente, que los guionistas no han oído en su vida una cosilla que se llama inercia. La inercia es la incapacidad de un cuerpo de modificar por si solo un movimiento en el que se encuentra, en este caso, todo recto. Por lo tanto, el barquito, como cuerpo en movimiento que es, seguiría hacia delante por este mismo principio y no en un punto muerto, parado en el agua. Después está el tema de risa, casi, cuándo aparece Iron Man a soldar el barco por entero para evitar que se hunda. En teoría, como recordarán, Stark sabe de máquinas. Pues en esta escena no lo parece. A ver, primor. Animalillo del bosque. Piojillo de pitiminí. Los buques, para que floten, tiene que estar una parte de la quilla por debajo de la línea del agua. Hasta ahí, no les descubro nada nuevo. Bien, pues esa zona no puede ser llenada de agua en el interior porqué sino en barco hace glu, glu, glu por su peso y adiós muy buenas. Entonces, que me expliquen el porqué narices en un barquito partido por la mitad, con la parte interior de la quilla llena de agua a Stark no se le ocurre bucear por debajo del casco para soldar primero la quilla, evitar que se hunda ni  que el barco no se vaya a tomar por Neptuno. Y saben lo divertido de todo esto? Que el barco en la peli queda a flote, cuándo debería estar con Bob Esponja: bajo el mar.

Lo mejor es el traje del Buitre que han adaptado a 'los nuevos tiempos' con metal y les ha quedado muy tecnológico. El buitre (en los cómics, un abuelete que está en muy buena forma y en este film un señor de mediana edad) como sabrán, lleva unas alas inmensas para poder volar que son afiladísimas. Pues bueno, Toomes lleva una chaqueta de vuelo. Una chupa. Digo yo que si vas a hacer cabriolas con unas alas que llevan dos motores, y que posiblemente debido a eso y a la rapidez del vuelo, tu cuerpo va a ser sometido a fuerza g. (aceleración producida por la gravedad de la tierra en un objeto cualquiera, qué menos que llevar un traje de presión, para protegerte. Pues no. Venga cabriolas, acrobacias, luchas, y venga a someter al cuerpo a la fuerza g. y el tío sigue más consciente que una lechuga, cuando un humano ya estaría más que inconsciente debido a que la sangre se iría a las extremidades inferiores.  

Por cierto, la escena post créditos se la pueden saltar perfectamente, porqué es un troleo total al espectador y no conforma ni un pequeño avance para las pelis venideras del MCU, sino que más bien es el Capitán América soltado una mierda de discurso sobre la paciencia y agradeciendo al espectador el quedarse hasta después de los créditos. Un truño. Una troleada. No pierdan el tiempo con eso.
A destacar que en el film hay varios elementos que hacen referencia a los cómics, como el que se diga que las telas de araña de Spidey de disuelven en dos horas (en los cómics es una). O simplemente, cuando Peter  está espiando a unos estudiantes que discuten sobre la identidad de Spidey y uno suelta ‘podría estar terriblemente quemado bajo la máscara’, que es una clara referencia a Deadpool: ambos a menudo colaboran juntos contra los villanos en los cómics.

Spidey e Iron-Man en Spider-Man Homecoming Film

Stark y Parker patrullando la ciudad © 2017 CTMG, Inc

En un principio, Nick Furia (Samuel L.Jackson) iba a ser el mentor de Parker, pero Stark fue colocado en su lugar. Como curiosidad, Marisa Tomei y Robert Downey Jr. fueron pareja.

Para prepararse para el papel, Holland tuvo que ver un montón de películas que le dio el director sobre el paso a la mayoría de edad y asistir a las clases de la Escuela Superior de Ciencias del Bronx usando como pseudónimo el nombre de su profesor de interpretación. Pero lo peor es lo siguiente: Holland llevaba tanga, porqué el traje es muy ajustado y si hubiese llevado calzones, se le hubiese notado. Así que se pasó la grabación con tanga. Con lo cómodos que son. El mismo día en el que se anunció quién sería Spidey, Holland, que a parte de actor es también bailarín –con una alergia tremenda a los gatos-, colgó en su instagram varios vídeos haciendo volteretas hacia atrás.

Vale decir que antes de que Marvel recuperase los derechos del trepamuros, Sony tenía en mente hacer un universo de películas pero solo con personajes de los cómics de Spidey, con Black Cat, Venom o Los seis siniestros.

Aunque en un principio Mark Hamill iba a interpretar el villamo, fue Michael Keaton quien dio finamente vida a Adrian Toomes y para investigar sobre el personaje lo único que hizo fue hablar con dos hijas de su amigo que conocían a el buitre, de los cómics. El actor lo describe como a un personaje resentido.   Y ya al final del film vemos la aparición del que se supone que será el próximo villano: Mac Gargan (Michael Mando), alias El Escorpión.

Como lectora de cómics y fan de Spidey desde los 12 años, hay varias críticas que le hago a esta película.

1) La primera de ellas es que hay que reconocerle que al estar escrita por seis guionistas podría haber salido peor. Es amable, ligera, divertida a ratos, sin tono oscuro y prima el estar constantemente buscando el gag. La contra es que funciona, pero no hay variaciones en la narración, es decir que no añade nada con lo que poder sorprendernos, sino que más bien es más para adolescentes (ya saben lo que pienso de los temas adolescentes).

Entiendo que las preocupaciones de un yogurín de 15 años, no son las mismas que puedan tener otros superheróes senior de la compañía y quizá por ello, lo simple del guión, formándolo como un personaje joven, torpón, que no tiene demasiado claro eso de qué es la responsabilidad sea la causa de que el guión se haya derivado hacia la comedia juvenil.

Adrian Toomes/ Buitre y The Tinkerer  Spider-Man Homecoming Scene

Adrian Toomes/ Buitre (Michael Keaton) y The Tinkerer (Michael Chernus). Foto de  Chuck Zlotnick - © 2017 CTMG, Inc.

2) Ese carácter de ‘soy más feliz que un calcetín recién lavado’ deja de lado la base, los cimientos de lo que es Spidey en si. Y ahí es donde entra la segunda pega: Peter Parker tiene una historia triste. Su vida está marcada por la culpabilidad, el desasosiego, la duda y el miedo. El que decidiese no parar a aquél ladrón, que posteriormente mató a su tío Ben (iba a ser Steve Buscemi ) a sangre fría, es lo que le empuja a luchar, lo que le hace tener un carácter cada vez más cínico, aunque lo estén apaleando sus enemigos, y lo que le da fuerzas para proteger a los que ama.Tío Ben es como si no existiera. Ni se le menciona, ni se le espera. Sin eso, la base psicológica del personaje se va a tomar por saco, porqué su motivación es completa y absolutamente inexistente. El Peter de esta película la única motivación que tiene es entrar en ‘Los Vengadores’ porqué mola mazo. Vaya mierda de conflicto existencial. Del acoso escolar que sufre Peter durante su adolescencia mejor lo incluimos pero por encima. Porqué ¿para qué tratar un tema así con seriedad, eh? ¿Pa’ qué? Un par de yoyas se merecen los guionistas. 

3) Vamos a meter a un Tony Stark descafeinado y desganado porqué nos sale del naranjo. Tal cual. Modelemos a Spidey a partir de Iron-Man y que este primero le sirva como perrito faldero, sirviente o lacayo (ahora, me enfado y te quito el traje que te he construido, como a un cánido). Maravilla. Esto es un insulto a los fans del adorable vecino –versión clásica- (entre los que me incluyo). Entiendo que sirve para incluir al arácnido en la próxima peli de ‘Los Vengadores’, pero se podría haber conformado un film por entero, de per se, sin que los necesitase. Porqué el personaje tiene suficiente empuje y carácter para bastarse y sobrarse solo, no se le tiene que añadir ningún otro de la factoría Marvel para que los engranajes del que podía haber sido un mejor film, se pongan en marcha. El guión, por lo que refiere a esta parte, falla estrepitosamente.

4) Stark es Papá Noel, Los reyes magos y el hada de los dientes, todo junto. Se supone que en los cómics Peter es un friki científico que inventa cosas raras. Pues aquí no. Aquí, se lo regala todo Tony Stark, porqué ya es Navidad en el Corte Francés. De hecho después de verla a servidora le dio la sensación que cualquier cosa que tenga mínimamente que ver con Los Vengadores tiene más importancia que Spidey en su propia peli. ¡Qué triste!

5) El Buitre: aunque Michael Keaton  es una de las cosillas que vale ver de este film, comparándolo con el resto de películas, debo decir que todavía no he visto ningún villano mejor que el maravilloso Loki –envuélvanmelo que me lo llevo- de Tom Hiddleston. Todavía estoy buscando la ‘gran pelea’ contra el Buitre. Y el pobre Shocker, que si se le ve, es de pasada, como los billetes de 500 euros.

6) Escenas de acción en las que no se ve un piojo verde. Y se quedan tan picis. Una en medio de dicha escena se encuentra preguntándose ‘qué ha pasado?’ Madre del salmoncete volador del Mediterráneo, qué mal filmadas están las escenas de lucha, ¡por todos los boquerones! Saltos de cámara, algo de polvillo, poco más y para compensar, te lo ponemos encima de un avión y un barco, que no se diga. ¿Y lo de ir saltando de edificio en edificio, que es muy de los cómics? Con sus telarañas, ahí gripando como un saltamontes con dosis extra de cafeína. Si les gustan los cómics, se van a quedar con las ganas.

Resumiendo, el único propósito del film es entretener, y es un tiempo que pueden estar con las nalgas en una butaca zampando palomitas a dos carrillos. No le busquen la trama, la profundidad o los tres pies al gato a esta peli.

Les va a gustar, entretener, soltar una sonrisilla a veces, pero si es usted fan de los cómics clásicos, el chasco se lo va a llevar.
 
3/5
★★
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Fuentes: IMDB, Filmaffinity

Imágenes:  IMDB, CNET
Poster Star Wars Last Jedis

Póster oficial de 'Star Wars Last Jedi'. Uno de los tropecientos que hay

Pues a mi me gustó más la primera. Claro que si me pongo a comparar ‘Star Wars VII: el despertar de la fuerza’ (ver crítica) con la bazofia de ‘Rogue One: una historia de Star Wars’ tampoco era demasiado trabajo superarla. De la dirección se ha encargado Rian Johnson que es un director acomodado en en cine independiente y el tipo que hizo ‘Brick’ (2005) y ‘Looper’ (2012). De hecho, fue el propio director el que en una entrevista dijo que la razón de este segundo filme de Star Wars es hacérselo pasar mal a los protagonistas. Y vaya si lo han pasado mal. Vaya. Más que cuándo los japos tienen que enseñarle la tumba de Nintoku a un occidental.

La parte positiva es que en esta peli hay dos horas y pico de señoras petándolo: generalas, capitanas, mecánicas y pilotos que falta hacían en una saga tan masculinizada. Y hasta ahí se puede contar. Lo demás es una retahíla de tomadura de pelo de nivel.

Como mencioné en ‘El despertar de la fuerza’, Star Wars es, por lo general, una saga que me la ha pinflado. De hecho, era ver un trozo de cualquiera de las pelis anteriores y caer en una profunda siesta nivel hibernación que ríanse ustedes de las marmotas. Al rescatarla Disney y darle una vuelta de tuerca a lo anterior, fue el pistoletazo de salida: por fin una mujer como protagonista. Me enamoré de Rey, de BB-8, de Finn, de Poe Dameron y así, a resumidas cuentas, de toda la película. No solo estaba maravillosamente hecha, sino que por fin, éramos aventureras. Llevábamos espadas láser (algo que siempre se había relegado a los tíos), y encima Rey podría bien ser cualquiera de nosotras. Una maravilla, vamos. Pero en ‘Los últimos Jedi’ (y esto tiene que ver con el cambio de director) se les ha ido el colodrillo. Y eso que fue estrenada coincidiendo con el 40 aniversario de ‘Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza’ (1977), pero ni con esas.

Del guión se ha encargado también Johnson, el director, en base a los personajes creados antaño por George Lucas y se nota que es Findus. Como afirmó en una entrevista para ‘Time Out’:
Me enviaron el guión de ‘El despertar de la fuerza, lo leí y me dije: ‘Vale, y ahora qué pasa?’ No había ninguna indicación especial. Me pasaron totalmente la pelota. Me encantó ‘El despertar de la fuerza’ y quería seguir con ese hilo, hacer que continuase de una forma orgánica, y a la vez, sentía que tenía libertad de explicar la historia que quisiera. Las películas originales fueron muy importantes para George Lucas, les supo dar corazón. Por eso no me manipularon demasiado. De hecho, me presionaron para que hiciese algo muy personal.
No, si personal es. Nadie lo duda. De hecho, hay algunos personajes que los han cambiado de pe a pa. Por no hablar del montaje y los cortes bruscos que son más dados al cine independiente (es dónde se le ve el plumero, no lo puede negar). Vamos, que al director le ha tocado la bonoloto.

¿Pero de qué va el tinglado en el que se ha metido?

La Resistencia se prepara para la batalla contra la Primera Orden. Mientras Rey, perdida en una isla en el quinto nabo, desarrolla sus habilidades e intenta dominar la Fuerza con la ayuda de Luke Skywalker.

Rey (Ridley) y Luke (Hamill)

Toc, toc, soy de Seur. Ayer no estaba usted en casa.
 Rey (Ridley) y Luke (Hamill) Photo by Jonathan Olley - © 2016 - Lucasfilm Ltd

Pues ya está. Va de eso. Tampoco hay que ser muy imaginativo para saber que de los de la Resistencia no va a quedar ni el gato. De hecho, el director se inspiró en ‘Gunga Din’  (1939), ‘Del Sahara’ (1943), ‘Almas en la hoguera’ (1949), ‘El puente sobre el río Kwai’ (1957) y ‘Pismo Neotpravlennoe’  (1960), lo que ya da una buena pista de que el barrullo va a terminar como el rosario de la Aurora. Sobre todo si se toma como referencia a esta última en la que un grupo de investigadores queda atrapado en un incendio forestal y van perdiendo a gente por el camino. Pues esto lo mismo, pero con la Resistencia como si fuesen los investigadores, y la Primera Orden el fuego. Hala, a petarlo.

La peli se inicia con una buena dosis de acción en vena: la Resistencia bombardeando naves de la Primera Orden, y con Rey intentando convencer a Luke. La pena es que en los próximos minutos hasta su finalización eso se va desinflando como una barriga después de las Navidades.

Empezando por Luke Skywalker (interpretado por Mark Hamill). Al pobre parece que lo hayan abducido unos ovnis y le hayan cambiado por completo la personalidad. Es más rancio que una acelga de tres días. Cuesta creer que sea el mismo Jedi que vimos en pelis anteriores. Podría colar la excusa que le ha cambiado el carácter por ser un ermitaño, pero es que directamente es un personaje totalmente distinto que ahora vive a base de apretar pezones de extraterrestres marinos para beber leche (algo que se podrían haber ahorrado por su asquerosidad) y de pescados que le doblan el tamaño y que coge como si Hércules pillara un guisante. Ha renunciado a su fuerza y se niega a enseñar a Rey (Daisy Ridley) porqué no le sale del hueval. Porqué está traumado y porqué quiso cargarse a Ben Solo (Kylo Ren, el villano hijo de Leia Organa y Han Solo) con una espada láser mientras el chaval dormía como las monas. Lo bueno de esto es que se nos muestra en este filme que ni los buenos son tan buenos y que ni los malos son tan malos, sino que tienen matices.

Cuándo Hamill leyó el guión y lo que habían hecho con su personaje casi le da un chungo. Y no me extraña porqué Luke en esta peli parece una corneja chiflada. De hecho el actor le dijo:
Yo estoy en total desacuerdo con cada elección que has hecho para este personaje. Ahora, dicho esto, mi trabajo ahora es tomar lo que has creado y hacer todo lo posible para realizar su visión.
Traducido: te has cargado al personaje, pero lo voy a hacer igualmente porqué tengo que ganarme las algarrobas. Y eso que el actor fue el que más cobró en las antiguas de Star Wars (en la de ‘El despertar de la fuerza’ la palma monetaria se la llevó Harrison Ford, porqué se ve que fue la única manera de convencerlo que volviese como Han Solo, personaje al que le tiene más asco que un pie oloroso en verano).  En la que nos ocupa, Hamill es el que más parné ha cobrao. Pero igualmente el susto con Luke no se lo quita nadie. Pobre Hamill. Para no tener al actor tan cabreado, Johnson (el director con nombre de champú) le dejó que pudiese dar vida a un personaje generado por ordenador (concretamente interpreta al personaje que le mete dinero a BB-8 en el casino).

Kylo Ren Adam Driver

Aquí estoy sentao en una silla, con las zapatillas y el pijama de Primark. Estaba acostao, pero he dormido fatal.
Kylo Ren (Adam Driver) © 2017 - Industrial Light & Magic

Eso sí, Leia Organa (Carrie Fisher) la general que coordina la Resistencia, por lo menos, ha recibido un trato mejor que el de su hermano Luke. Tiene unos ovarios tan bien puestos que es para hacerle un monumento. Esto se debe a que Fisher ayudó con la escritura del guión en esta película, aunque ni se la nombre. ¿Pa’ qué? La actriz escribía y a menudo se la consultaba en otras pelis en la tesitura del guión, pero acabó hasta el moño. Básicamente lo que hacían era pedirle consejo, que ella diese sus ideas, después cambiaban al director y se apropiaban esas ideas como suyas sin tenerle que pagar un dólar. Vamos, que tenían el negocio y no me extraña que se hartara. La actriz ha interpretado a Leia en todas las escenas (excepto las de riesgo, para ello se contrató a especialistas de ‘Juego de Tronos’) y no resultaría ajeno que el diálogo de su personaje lo hubiese escrito también ella.

Se consta, se dice, se rumorea que esta es la facturación más alta de Fisher en una peli de la saga de la Guerra de las Galaxias. Eso pero, no quita que haya una escena en concreto que deje totalmente loco al espectador: Leia en el espacio: en plan Superman. A partir de ahí lo normal es pensar que: o el cambio de director le ha sentado muy mal a esta nueva entrega, o el método de trabajo de escribir un guión fumando María no es nada efectivo. Y me dirán, pero oye Iris ¿y si en realidad Leia ha empezado secretamente un entrenamiento Jedi y nos hemos enterao todos ahora? Pues como poder puede, no les digo que no. En todo caso la Princesa hubiese empezado a entrenar después de los sucesos de ‘El retorno del Jedi’ (1983), pero después entre el bombo con su churumbel y otras cosillas más sin importancia de la Galaxia, seguro que se le truncó el asunto e hizo una cosa que es muy española: dejarlo tó pa mañana. Pese a ello, en esa escena se la ve que es capaz de crear una burbuja de aire a su alrededor para no estirar la pata en medio del espacio y volver a la nave sana y salva. Que lo podrían haber mostrado de una forma más elegante, y menos ridícula, pues también. Pero pelillos a la mar, oigan.

Y si Fisher sale en la película, y su hija también, su perro no puede faltar tampoco. No les puedo decir si el perro también cobró por actuar, lo que sí les puedo contar es que Gary (así se llama el cánido) sale por el casino como quién no quiere la cosa.

Si hay un personaje que destaca en esta película por ser el más profundo y que en la primera pasó sin pena ni gloria es Kylo Ren (Adam Driver). Los buenos personajes tienen eso, que en las primeras entregas no se les hace ni puto caso y en las segundas lo petan. Miren a Loki, que nadie se fijó en él hasta que no salió en ‘Los Vengadores’. Pues con Ren pasa más o menos lo mismito. Este personaje con nombre de depiladora eléctrica es en realidad Ben Solo, el hijo de Leia Organa y Han Solo, que se ha pasado al lado oscuro y está más majara que una regadora en el desierto. Y no es que Endesa le haya cortado el subministro de luz, es que simplemente el chaval tiene más trauma que un calcetín desparejado. Las culpas hay que echárselas a Luke Skywalker que en un arrebato de iluminación le fue a dar con el sable a una edad en que el chaval todavía comía potitos. Si es que es normal. Si imagínense la situación, uno ahí durmiendo tranquilamente mientras aprende de un maestro Jedi y de repente, ves a ese ‘maestro’ con sable en mano a punto de darte jamón.

Poe Dameron Last Jedi



Si cojo y vuelo con esta lata de conservas, me hacen fijo en Rayanair.
Poe Dameron (Oscar Isaac) Photo by Jonathan Olley - © 2016 - Lucasfilm Ltd

De un tiempo a esta parte, a  Adam Driver estoy tan acostumbrada a verlo en pelis independientes o de bajo presupuesto (como en 'Mientras seamos jóvenes'), que cuando apareció de villano heredero de Darth Vader casi me da algo. El chaval actúa muy bien y se lo merece. Lo que me repatea del tema es que hay una escena en el filme en la que se le ve sin camiseta (Rey le responde que 'si no tiene una camiseta o algo que ponerse por encima' y él le responde que no). Algo tan banal y la que se lió en redes sociales sólo porqué el actor no se corresponde con los cánones de belleza que se dan como normalizados. Sí, el director quería su pastel de carne. Sí, metieron a Driver en el gimnasio durante seis meses a crear músculo. Y sí, no es lo comúnmente estándar que nos quieren vender la industria de la belleza y los medios, ¿pero qué tal si en vez de criticar a un actor o actriz por su físico se empieza a hacer por lo que importa, que es su trabajo? Es de lo que me llevo quejando permanente desde que abrí este blog. La presión corporal es algo que nos contamina como sociedad (en las mujeres más) y se debe erradicar.

Pero si de verdad hay algo que se merece un ‘hostia dar, muñeco bailar’, es el romance que se construye con Rey y Kylo. Por favor, por favor, por favor. Personaje femenino con dos cojones en forma de ovarios, ¿y me lo dejan entrever así? ¿Para qué? ¿Para contentar a los fans? Miren, les digo una cosa, cuando se hace algo para contentar a alguien no acostumbra a salir bien. Es más, acostumbra a salir un truño. Una bola intragable de mierda.

George Lucas tenía dos ideas principales para esta nueva saga que Disney ha decidido mantener: la primera, la formación de una mujer Jedi (que se iba a llamar Kira y no Rey) y la segunda, a Luke Skaywalker viviendo como un recluso. Si hay que ponerle un gran plus al director es el de saber por dónde llevar esta saga en expansión. La mayoría que viven en las sagas pasadas de SW (sagas que me hacían colocar la oreja y quedarme frita) no se sabe si están criticando a la peli o a Disney. Si hay algo que tengo que agradecer a esta nueva apertura del universo de SW es que si las de antes me aburrían –historias de tíos, con tíos a excepción de Leia y Padmé-, estas me encandilan. Así que sí, lo se antes no siempre es mejor y hay que renovarse. ¿Se imaginan vestir todavía con calentadores en las patas y con hombreras? Pues esto es o mismo.

El protagonismo de Rey en esta entrega baja en picado para dar paso a otros personajes. Eso está bien. Se pasa la peli entrenando –un Jedi tarda entre 15 y 20 años para alcanzar el dominio de la fuerza- y queriendo hacer entrar en razón a Ren para que no mande a tomar por culo la galaxia entera.

Uno de los enigmas que se esperaba desvelar en el film y con el que los fans mantenían la barriga pa’ dentro, era saber quienes eran los padres de nuestra valiente protagonista. El director se ha encargado de hacer añicos todo eso y ha plantado un ‘cualquiera puede tener la fuerza’. Se ve que la Fuerza es algo que se tiene o no se tiene, un poco como cuándo tienes que ir a cagar por la mañana antes de entrar al trabajo. Más o menos. Si cualquier persona puede tener la fuerza (algo que se inició con Anakin Skywalker -futuro Darth Vader, qué niño más odioso), queda claro que los padres de Rey al ser chatarreros y estar muertos, deja con un par de narices a todos los fans, sobre todo a los que como yo, pensábamos que era la hija de Luke. Así que nos viene a decir algo como: ‘las personas más humildes pueden hacer grandes cosas’. Aunque qué quieren que les diga, apuesto a que no nos lo han contado todo. Lo de los padres de Rey no me lo trago. Y menos a sabiendas que Mark Hamill se le escapó –mencionando a Ridley- que ‘mi hij…me refiero a mi colega’ en una convención de fans.  El lado oscuro en ella es poderoso, y veremos si Rey no es la nueva Vader. Si me permiten la suposición, se dice por redes que se enamorará de Kylo Ren, se lo cargará y pasará ella a ser la líder de la Primera Orden. La historia interminable, vamos. La referencia más clara la tienen en la escena en la que Kylo Ren le ofrece a Rey gobernar la galaxia con él, justo como hizo Anakin con Amidala en ‘Star Wars: Episodio III - La venganza de los Sith’  (2005).

Rose y Finn Last Jedi

¿A ti no te suena que ese tiene caja B, Paco?
Rose (Kelly Marie Tran) y Finn (John Boyenga) Photo by David James - © Copyright: 2016 Lucasfilm Ltd. All Rights Reserved.

Rodada en localizaciones de Dubrovnik (Croacia) para la ciudad de Canto Bright, Skelling Michael en Irlanda para el planeta Ahch-To (dónde se ha refugiado Luke y que es hogar de los frailecillos, o Porgs) o el famoso salar de Uyuni en Bolivia. El resto, se rodó en los Pinewood Studios de Buckinghamshire en Inglaterra. Lo sé, un bajón esto último. Adiós magia.

La magia también coge la puerta con las metidas de pata, porqué haberlas haylas, y unas cuantas, como toda buena peli que se precie.

La que más chocan son los errores que tienen que ver con el agua. Como por ejemplo, cuándo Rey está llorando, que parece una catarata del Niágara y a la siguiente escena la línea del lagrimón izquierdo desaparece. Y después vuelve a aparecer. O cuándo ella cae al agua por el agujero, y en la siguiente escena tiene el pelo empapado, pero la ropa más seca que la mojama. Echadle un barreño de agua o algo, que ya sé que está cara, pero con el presupuesto que tienen se lo pueden permitir, digo.
Después hay cosillas tontas, como bolsas que cambian mágicamente de lugar en cápsulas de escape (cuando Finn quiere tocar el dos y Rose le da un calambrazo que ni los pelos de Punzet, por ejemplo). O cuándo estos dos se meten la hostia padre delante del cañón ariete y Rose arrastra a Finn tropecientos metros sin que los disparen, ni sean atacados pese a que por ahí hay más soldados que señoras colándose en la fila del súper. Una visitilla al oftalmólogo les iría muy bien. ¿Ven? Tonterillas varias. Futesas.

Eso sí, si algo destaca en ‘Los últimos Jedi’ es que es la peli más larga de la saga de Star Wars con una duración de 2h y 53 minutos, diez minutos más que ‘El ataque de los clones’ (2002) que hasta hace meses ostentaba el récord. Dicho de otra forma, vayan a miccionar antes de ponerse a verla, porqué sino es posible que explosionen.

Lo chungo del tema es que Johnson, el director, dijo que la película original superaba las tres horas. Y dirán:’ vale, como ‘Boyhood’ (ver crítica). Esto se aguanta y si entra apretón, pues una cruza las paticas y piensa en cualquier cosa menos algo que tenga que ver con grifos, riachuelos o gotillas.’ ¿Fácil, eh? Pues no. Porqué este señor cuándo dijo que la original duraba casi tres horas tiraba por lo bajini. En realidad, tuvo que cortar entre 45 y 60 minutos para hacerla más aceptable a los cines. En otras palabras, que la peli se le fue un poco de las manos, se lió a grabar y le saló un tochón de hormigón armado de casi cuatro horas de duración. Tráiganse su propio orinal.

Para bien o para mal, el director lo ha petao. Hay gente lo odia y metería sus partes bajas en una tuneladora antes de volver a ver este film, y hay otros que se lo han tomado mejor. Entre los que mejor se lo ha tomado está Disney, que pudo brindar con champán al ver que en tan solo tres días la peli recaudó 450 millones de dólares (según datos de IMDB) y al propio director que se le debieron caer los huevos rodando al suelo en cuanto supo que en el primer fin de semana la peli había recaudado más que todos sus otros trabajos juntos.

Rey Last Jedi

¿De verdad? ¿De verdad es cierto? El kilo de tomates a 0’99€ y yo en el nalgamen del mundo.
Rey (Daisy Ridley) recién duchada. © 2017 Lucasfilm Ltd. All Rights Reserved

En medio de este Armagedón de pasta líquida, Lucasfilm le ofreció a nuestro dire un jugoso contrato de tres películas para crear su propio conjunto de trilogía del universo Star Wars. Vamos, que no va a dirigir la próxima película de la saga, ‘Star Wars: Episodio IX’ prevista para 2019, pero sí podrá hacer una trilogía nueva a partir de ese mundillo. En otras palabras, que tendremos la saga antigua, la saga nueva, y a parte, otra saga más que vayan ustedes a saber. La saga, de la saga, de la saga a parte de los spin-off de la saga. Voy a por un gelocatil.
Les dije que para mi lo que seria interesante seria explicar una nueva historia dividida en tres películas complementarias, que fuesen un gran lienzo con nuevos personajes pero situadas en ese mismo universo.

Vayan apretando el ojete, que la que se nos viene encima es pequeña.

Uno de los señores que le ha puesto música al asunto es John Williams, que seguro que les sonará la oreja porqué ha trabajado en las BSO de todas las de Star Wars, Harry Potter, ‘Jurassic Park’ y su querer y no poder, ‘Jurassic World’ (si la ve un paleontólogo, se queda calvo del susto).

Mención a parte se merecen esos bichillos plumíferos llamados Porgs que en realidad, nunca se mencionan por su nombre en pantalla. Su creación no es casual y responde a una dinámica de trabajo entre el rodaje preproducción (llevado a cabo en septiembre de 2015) y la postproducción (finales de septiembre 2017). Básicamente la isla de Skelling Michael es lugar de nidación y dónde viven los frailecillos, especie de ave caradriforme en estado de conservación vulnerable. ¿Y esto qué quiere decir? Pues que es especie protegida y que suficiente favor ha hecho el gobierno Irlandés dejándoles rodar allí. Por lo tanto, el equipo de rodaje no podía tocarlos y como estaban por todas partes (es normal, viven ahí a ver si a alguien le gustaría que viniesen a su casa unos desconocidos a tocar las narices) y modificar planos es un trabajo largo, tomaron la opción de editar a los frailecillos de las tomas en postproducción y convertirlos mediante CGI en un personaje más del universo Star Wars: los porgs. O cómo cuenta el director:
Estaba buscando cualquier detalle que pudiese aportar un toque ligero y simpático al encuentro entre Luke y Rey. Estuvimos inspeccionando a fondo la isla de la costa irlandesa donde rodamos, un gran santuario donde anidan los frailecillos. Tienes que vigilar mucho donde pones los pies para no pisar ninguno. Son criaturas muy adorables. Hicimos nuestra propia versión, adaptada al imaginario de Star Wars. Forman parte del ambiente.
Sinceramente, a mi me la han soplado. Ni gracia, ni no gracia: me daba igual que estuviesen ahí o no. Eso sí, los zorros de cristal son una auténtica preciosidad.

Uno de los personajes más amigables de esta saga es Poe Dameron (Óscar Isaac), piloto leal a la Resistencia que le da por hacer mansplaining (dicho de otro modo: ‘los hombres me explican cosas’). Y esto se ve claramente cuando Dameron se pasa por el forro las órdenes de Leia y de Holdo (sus superiores) porqué ellas son mujeres y según él no entienden una mierda de estrategia militar. Esto le acaba acarreando graves consecuencias, sobretodo para su ego, que es dónde duele. 

Ben Solo Last Jedi

¿Enseñar el láser o no enseñar el láser? Esa es la cuestión.
Kylo Ren (Driver) modo Shakesperiano. © 2017 Lucasfilm Ltd. All Rights Reserved

A parte de los Porgs, otro personaje que se añade y que tiene potencial para próximas sagas es Rose, la mecánica. Parece mentira como a día de hoy todavía sorprende que las mujeres desempeñen una profesión que se ha considerado durante años –y se sigue considerando- eminentemente masculina.

Rose es la voz de la conciencia, la ética y lo moral. Me atrevería a decir que es la más sensata. Desarrolla una conexión especial con Finn, que es uno de los puntazos de esta saga (la diversidad étnica debería ser obligatoria en cualquier película) y al que espero den más protagonismo. Si hay algo positivo en que por fin se hayan reunido todos (Rey, Finn, Rose, Poe, BB-8) es que la interacción entre Poe y Rey va a dar que hablar. Y digo esto a sabiendas que este film ha servido básicamente para dos cosas: la primera, para hacer pasarlo mal a los personajes y la segunda, para poner punto y final a las sagas antiguas haciendo desaparecer reminiscencias pasadas.

A Han, se lo cargaron en la primera. A Luke en una evaporación, como si lo hubiesen metido en una secadora –porqué a los guionistas les ha salido del pitorro- mientras observa una puesta de sol binaria. Aunque supongo que Hamill saldrá en próximas como espejismo (mientras no me lo pongan de Muppet como han hecho con Yoda tipo: ‘el mejor profesor, el fracaso es’, todo bien). Y Leia, bueno, se esperaba que Fisher apareciese en la próxima peli, pero la actriz falleció en 2016 y por respeto (aunque los familiares dieron el visto bueno al uso de imágenes en el Episodio IX) Lucasfilm la ha retirado y no generará nuevas imágenes digitales de ella.


Por citar también las idas de olla de los guionistas en la escena en que la comandante Holdo, que releva a Leia cuando ésta está inconsciente, y que al final se queda en la nave para 'así poner en marcha las otras naves de escape' y acaba muerta. Era un buen personaje que se han cargado porqué les ha salido del bolo y que podría haber dado mucho juego en la próxima. Lo que tiene pensar con el culo. 

  Algo muy gracioso es que a Kylo Ren le han cambiado la cicatriz de la cara de lugar. Como recordarán si han visto ‘El despertar de la Fuerza’, Rey le arrea en toda la jeta con la espada láser al maromo a través del puente de la nariz. Pues bien, en la que nos ocupa la cicatriz está encima del ojo derecho, porqué se ve que la costra sobre la nariz no se veía un pimiento, y ya que que caracterización y maquillaje se tienen que dejar los sudores ahí, por lo menos que se note. Este personaje es el más complejo y bien construido de esta saga de Star Wars. O como afirma mi amiga Eli de Applicamos: ‘nos gustan los feos’. Debo decir que la primera vez que me comentó que un crítico había soltado que ‘Kylo tiene un polvazo’, me dio urticaria. Ella lo lleva mejor que yo. Una vez aceptado eso, ya no nos asusta ná.

Coñas a parte, Benicio del Toro hace un pequeño papel en la historia. En principio lo iba a interpretar Joaquin Phoenix, pero a saber por qué razón lo acabó haciendo Beni. Como curiosidad, el título de ‘Los últimos Jedi’ se ha traducido en plural en España, mientras que en el original, es ‘El último Jedi’ es decir, en singular. Aquí traducimos todo con el culo. Por cierto, que las estrellas que salen en los créditos finales son reutilizadas de las que salieron en ‘Rogue One’. Se ve que el presupuesto no les daba para más.

A resumidas cuentas, ‘Los últimos Jedi’ es una película de transición que sirve para llenar taquilla, tiene más agujeros y escenas bizarras que un colador y deja en segundo plano un avance más dinámico de trama.

Espero que en la próxima arreglen todas las metidas de pata que nos hemos tenido que tragar.

3/5
★★
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Fuentes: IMDB, Filmaffinity, Citas: Time Out Barcelona


Imágenes: IMDB