Se van a enamorar. Lo digo en serio. Y de nada menos que de un pingüino. Un pingüino adorable, eso sí.
El libro está basado en una historia real, situado en la Argentina convulsa de los años 70. Tom es un británico que a sus 23 años decide vivir aventuras. Para ello acepta un puesto de profesor asistente en un internado inglés en Buenos Aires. Aunque la situación del país no fuese halagüeña, sobretodo teniendo en cuenta el clima de ebullición político-económico, Tom, se embarca con los ojos cerrados. Pero lo que no se espera ni por asomo es que en una de sus vacaciones en Uruguay se encuentre un pingüino de Magallanes cubierto de petróleo, que se debatía entre la vida y la muerte, intentando sobresalir entre los cadáveres de sus compañeros de especie, que yacían muertos en la arena, cubiertos de la sustancia negra. Él era el único vivo y el joven decide ayudarlo. Se lo lleva al apartamento, lo limpia con lavavajillas y lo devuelve al mar. Pero el pingüino se niega a irse, y lo sigue de vuelta al apartamento. Por aquel entonces, no lo podía dejar solo y es cuándo decide llevárselo al internado St.George, a Argentina, hasta que recupere la impermeabilización de las plumas.
Lo bonito de esta historia es que entre Tom y Juan Salvado (llamado así por la novela Richard Bach llamada ‘Juan Salvador Gaviota’ (1973), aunque no se deja claro si es el pingüino el Salvador o el Salvado) se forja una hermosa relación de amistad entre especies. En este sentido servidora no puede evitar acordarse, inevitablemente de ese pingüino que cada año nada 8.000 kilómetros para pasar unos días con el humano que le salvó la vida, y que también fue rescatado de un mar de petróleo en 2011. Lo que demuestra que sentir nos hace iguales. Esta amistad, y convivencia durará varios años.
¡Cuánto has tardado! -decían sus ojos- . Ya empezaba a preocuparme. ¿Qué hacías?Es un libro sobre la amistad pero también una crítica al especismo (término acuñado por el psicólogo Richard D. Ryder, que hace referencia a la discriminación basada en la especie animal), a la contaminación y al poco amor que los humanos tienen por la naturaleza, mientras poco a poco se cargan un planeta, agotando sus recursos, matando y exterminando especies por un subjetivo interés económico. En cierto modo, la perspectiva me recordó a ‘Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar’, el precioso libro de Luis Sepúlveda, de valor incalculable en cuanto a narrativa se refiere. Si no lo han leído, háganlo. También pueden ver la película que es igual de bonita.
De haber sido un perro, habría movido la cola. Tuve la sensación de que se alegraba de verme. Abrí la lata de sardinas con la llave adjunta e intenté darle trocitos de pescado, pero su reacción fue de desprecio y cuándo intenté ponérselos en el pico se los quitó de encima con vehemencia. Le ofrecí más, y él, con el pico escondido en el pecho, cerró sus múltiples párpados y volvió a abrirlos para mirarme.
-Mira, te he traído sardinas para merendar.
-¡Puaj! ¡Llévatelas! ¿Qué porquería es esta?
Inevitable es que el lector no se enamore de Juan Salvado. Es un pingüino tan amoroso (me recuerda a alguno de mis compañeros emplumados, con los que comparto vida, hay uno que tiene semejante carácter. Sí, pollo, hablo de ti. No, no tengo pipas. No me mires así. No saben nada…), con personalidad, porqué sí, cada animal tiene su propia personalidad y tiene tan claro lo que quiere que enseguida se empatiza con él. De hecho, él es el auténtico protagonista de esta bellísima historia.
Un pingüino muy hecho a su medida que encuentra en un internado el amor y compañía que le arrebataron los humanos con ese vertido de petróleo. Juan Salvado no es solo un gran confidente de alumnos y profesores, sino también será la mascota dele quipo de rugby, el alma de todas las fiesta y eventos sociales, y hará de inspiración a todos y cada uno que comparten con él parte de su vida, transformándola de pico a pluma.
Si a esta entrañable historia se le suma la magnífica edición, con una preciosidad de dibujos del propio Michell (si apartan las solapas de papel, también podrán verlos en la segunda portada), capítulos cortos entre 10 y 15 páginas y que el autor ha dotado a Juan Salvado de personalidad narrativa no puedo sino decir, apreciado lector, que es un libro que va a disfrutar de principio a fin. Además, contiene una historia de superación de algunos alumnos y deja con la extraña y alarmante sensación que nos lo estamos cargando todo.
Por ejemplo, los paisajes que describe en el libro distan de los que tenemos ahora. Y dejamos una tierra parca en recursos a las especies que tendrán que vivir cuándo nosotros ya no estemos. Empezando por la subida del agua del mar y la descongelación de los polos norte y sur. El libro además, está acreditado por Greenpeace, cumpliendo los requisitos de ‘amigo de los bosques’. Esto quiere decir que no han talado los pulmones del planeta para poderlo publicar en papel. Es un plus a tener en cuenta.
Tom Mitchell nació en Inglaterra, es aficionado a dibujar aves rapaces (los dibujos de Juan Salvado son una preciosidad) y es defensor de la forma de vida sostenible. Desde los años 80 vive en Cornualles, tiene un huerto y canta en un coro, además de cuatro hijos y tres nietos. La historia de Juan Salvado era solo una historia para entretener a la familia y 40 años más tarde, ha decidido compartir sus aventuras con el simpático pingüino en forma de libro.
En la novela también hay una crítica a los zoos, esas cárceles de animales dónde los seres vivos languidecen de aburrimiento y de tristeza hasta morir.
Tuve una conmoción. Por una piscina tan poco profunda que parecía que no cubriese ni las botas de agua de los cuidadores, chapoteaban siete aves de no muy buen aspecto. El recinto, en total no era mayor que la terraza de Juan Salvado. Había un poco de sombra en la que habían conseguido caber todos, pero su conducta no se parecía en nada a la de los pingüinos que había visto en libertad cerca del mar. Yacían apáticos a cierta distancia los unos de los otros, desconsolada y caída la cabeza. (…) A los del zoo no solo no se los veía contentos, sino que presentaban un aspecto de absoluta tristeza.Algún día desaparecerán y los animales volverán a tener la libertad que, como espectáculo, les han arrebatado los humanos sin derecho alguno.
Cada capítulo va separado por diferentes tipos de pez, desde espadines, hasta sardinas, que es lo que zampa Juan Salvado, sobretodo dos quilos de espadines al día hasta que se queda sopa de tanto comer. No me digan que no es amor.
La ternura y la calidez impregnan cada página del libro, lo que hace de éste que sea una historia única, alegre y entrañable, que contada en primera persona, ofrece al lector, sea animalista o no, la posibilidad de sumergirse en el mundo de la empatía más allá de los límites de la raza. Y sin tener de protagonista a un gato o a un perro, que es en lo que todos piensan automáticamente (especismo puro). Con algunos capítulos introspectivos y encaminados a la reflexión, y a la época de terror que vivía Argentina por aquel entonces, y que duró una década, llamado lo que hoy se conoce históricamente como ‘Terrorismo de Estado’ y que fue el coletazo de la última dictadora cívico-militar, que gobernó hasta la restauración democrática que tuvo lugar el año 1983. Un horror que Michell suaviza, puesto que las consecuencias y la represión fue brutal. Si se están preguntando porqué desde Argentina vienen a juzgar aquí los crímenes del franquismo, es por que ellos ya están juzgando esos hechos y el gobierno de aquí todavía no ha movido un dedo. Para que vean.
Las descripciones, sin florituras hacen que el lector pueda imaginarse el entorno aunque no haya visto en su vida una foto del paisaje argentino. No exento de escenas cargadas de humanidad que hacen que los sentimientos estén a flor de piel. También utiliza algunos capítulos para explicar el comportamiento de los pingüinos. Sobre esto, he leído ‘críticas’ que expresaban que ‘no les habían gustado los datos científicos’. Lo cito textualmente. Me pregunto qué datos científicos, porqué en la novela casi ni aparecen, y me da en la nariz que no hemos leído el mismo libro. También me he encontrado con otras que se han sorprendido que los pingüinos ‘sean seres inteligentes’. Vale. Nivel neuronal –256314. Son el ejemplo perfecto de que no han entendido absolutamente nada del libro y que su insensibilidad (y la de muchas otras ‘personas’) con el entorno hace que lo más precioso que tenemos de vaya a pique.
No podrán evitar mirar a los animales de otra forma (en el hipotético caso que les haya dado por abrir los ojos ahora) y tener unas ganas irrefrenables de adoptar un pingüino de Magallanes. Lo que me da cierto reparo, porqué con el cariño que les tengo a los animales es posible que mis plumíferos me pongan a dormir a la terraza mientras me miran tipo ‘¡Humana! ¡Cómo se te ocurre hacernos el salto así!’ Los adoro.♥
Imágenes: casadellibro.com
Hola bonica :)
ResponderEliminarLa veritat és que li tenia l'ull posat al llibre des de fa dies, sembla 'diferent', especial, i només per això ja em crida l'atenció. L'edició és preciosa. A més, pel q expliques, és tot tendresa i reflexió conscient, d'aquells q val la pena tenir present quan et demanen que recomanis un bon llibre, un que et desmunti esquemes des de la panxa, q et replantegi. L'exemple que sovint menys és més, que no cal llegir grans dissertacions animalistes per a sensibilitzar-nos del que está passant, a dia d'avui, a casa nostra. Poca consciència d'entorn la q malauradament tenim...
El buscaré, segur.
Un petonarro maca.
Hola Mahalta!
EliminarEs moooolt especial. Es tant especial que l'he posat al lloc d'honor a l'estanteria. L'edició es amor. I tan sentida la narració, que no tinc paraules. Aquest sens dubte és un bon llibre per recomanar. I tens tota la raó del món, no cal llegir grans tesis sobre equitat animalista per sensibilitzar.
Un petonàs!!! ♥
Este me lo llevo puesto¡¡¡ sabes que la ecología es una de mis debilidades¡¡ Hay que luchar por convertir nuestro planeta en un lugar mejor; concienciara nuestros jóvenes que amen y respeten a los animales... la mención de Juan Salvador gaviota me ha conmovido... estaré encantado de dar una oportunidad a esta maravilla y mira que los pingüinos no son unos animales que me llamen la atención...¡¡ un besazo enorme¡¡¡
ResponderEliminarHola Francis!!
EliminarJjajajaja!!! No me extraña! Es genial y seguro con lo que te gusta el ecologismo no te vas a poder desenganchar. Vamos, a mi me pasó. Y estoy contigo, tenemos la obligación de dejar el planeta lo mejor posible para las generaciones venideras. El problema es que ¿has visto a los jóvenes que están subiendo ahora? Miedito me dan porqué no respetan nada!
Un besote enoooorme!!!! ♥
¡Hola guapa!
ResponderEliminarHace poco leí por Internet (creo que era en un periódico) ; o
sino en alguna revista de esta historia, y la verdad es que me sorprendió bastante. La empecé a leer casi sin interés, por el simple hecho de que era de Pingüinos, y me cautivó la historia. Lo que es capaz de hacer un animal. Creo que el libro me gustaría. No me lo he leído, pero creo que llegado el caso, podría darle una oportunidad.
Tema aparte, ADORO estos animalitos. Me hacen mucha gracia.
Un besote gordo guapísima!!!
Hola Eva!
EliminarBueno, nosotros somos animales, así que tampoco hay demasiada diferencia. Nos hemos convertido en la especie colonizadora por una cierta 'superioridad moral' que creemos tener, pero vamos, que todos somos iguales. Creo que el libro te gustará seguro.
Un besote enoooorme!!!!! ♥
Aquest pingüí el vull veure :-D
ResponderEliminarSi es que els animals son tan agraits. Saben qui els tracta bé, qui els ajuda, qui els alimenta. I els pollitos també (a casa varem tenir Pollitos com el teu, jiji)
La història del Pingúí que recorre 8000km cada any em va posar la pell de gallina. I es que això és amor de veritat!
Petonets moooolt grans plens de cap de setmana! Que ja esteim a divendres!!!!
Hola Neus!!
EliminarEs taaaaan amor el pingüí! Taaaan! ♥ T'el voldràs emportat a casa. Els animals saben molt, saben en qui poden confiar i en qui no. Per exemple, a mi se'm apropen tots. Fins i tot les aranyes. Brrrrr... L'altre dia, mentre estàvem de viatge se'ns van apropar unes ovelles, així a lo pronto. I com li dius que no a una ovella amb aquelles orelletes, aquells ullassos i aquell somriure que sempre porten. Els pollitos són amor també. Bé és que no puc escollir cap animaló que no sigui agraït, me'ls estimo a tots per igual.
Petonets enooormes!!!!! I dóna una gran abraçada i molts mimos als teus pollitos de part meva! ♥
Hola! ^^
ResponderEliminarLa verdad es que después de leer tu reseña tan entusiasta dan ganas de leerlo. A mí los animales me vuelven loca, y si dices que es tan bueno, habrá que darle una oportunidad. Los pingüinos siempre me han parecido unos animalitos adorables, y super graciosos. No sé cuando lo leeré, porque tengo que dividir el tiempo entre muchos libros, pero me lo apunto :)
Besitos!
Hola Mary!
Eliminar¿A que sí? Los animales son una preciosidad (y más agradecidos que muchos humanos). Dale una oportunidad, que te vas a enamorar del plumífero en forma de pingüino saleroso.
Un besote!!!
Oyss me encanta todo!! Adoro los animales y todo lo que implique historias sobre ellos es mi debilidad, así que no puedo evitar querer leerlo ya jajaja
ResponderEliminarAdemás me gusta que detrás de la historia haya una clara conclusión y una gran crítica, sin duda promete.
Besitos
Hola Cris!
EliminarYo también tengo una debilidad con los animales. Me encantan y son tan agradecidos, sociables, amorosos y lo dan todo por su compañero humano. Tan confiados y buenazos, que es vergonzoso lo que les estamos haciendo. Te va a encantar y al final, se te van a saltar las lágrimas.
Un besoteee!!! ♥
¡Hola!
ResponderEliminarMe llama mucho la atención, y eso de que esté acreditado por Greenpeace es otro puntazo a favor. Los animales son mi debilidad, estoy bastante en contra de los zoos, me parecen lugares muy tristes, la verdad.
¡Un abrazo enorme!
Hola guapa!
EliminarEs un orgullo compara un libro a sabiendas que no han talado los pulmones del planeta para hacerlo. Es algo que siempre miro antes de comprar, o eso o que está hecho con papel reciclado, que se deben aprovechar los recursos naturales para no quedarnos sin. Yo también estoy en contra de los zoos. Son cárceles y encima a algunos los matan cuándo nacen porqué 'no tienen espacio' para tenerlos. Es vomitivo.
Un besote enooorme!!! ♥
¡Hola!
ResponderEliminarTengo este libro en la estantería desde hace unos meses pero no me animo a leerlo aún, pero tu reseña ha hecho decidirme. En cuanto acabe el que estoy leyendo, me paso a ese sí o sí.
Espero disfrutarlo tanto como tú.
Un beso desde Viajando a otros mundos.
PD: Ya tienes una nueva seguidora ;)
Hola Toñi!
EliminarPues cógelo, acurrúcate en el sofá, que vas a devorar este libro, garantizado. Además es imposible no querer achucharlo.
Un besote enoooorme y ya me contarás si te ha gustado!!! ♥
¡Hola Hydre!:
ResponderEliminarCreo que este libro tiene que ser precioso y se nota que te ha gustado por esa ternura que desprende la reseña. Me parece muy original que el animal elegido sea un pingüino y que no se hayan elegido los típicos argumentos cliché de persona solitaria que adopta un animal para que le dé compañía.
La frase que más se me ha quedado de todo lo que has dicho es "aunque no se deja claro si es el pingüino el Salvador o el Salvado".
Respecto al tema animal, soy alérgica y nunca me ha llamado la atención tener una mascota, por eso la gente piensa que no tengo alma xD Pero lo cierto es que estoy más en contra de zoos y circos que la gente que se declara "amante de los animales". Podría empezar un debate aquí de quien los respeta más: si la gente que los usa como complementos o cosas pero que comparte vídeos de gatitos o las personas como yo, que no tenemos pero que nos parece horrible el maltrato que sufren en lugares y situaciones vistas como "normales", pero en fin, no ensombrezcamos una entrada tan cargada de ternura como esta ;)
¡¡Besotes!!
Hola Chari!!!
EliminarEs cierto! Aunque debo reconocer que dan mucha compañía es un recurso muy típico en la narrativa, porqué en ese caso lo van más como mascota que como compañero no humano. A los míos les llamo así, 'mascota' me parece poco respetuoso porqué no son algo sino alguien.
Yo también soy alérgica (sobretodo al pelo) así que el típico perro/gato/unicornio queda totalmente descartado. Que no tengas animales no quiere decir que no te gusten, vamos que eso es una tontería. Es lo mismo que te dicen cuándo le dices a el dueño de un perro que no quieres que se te acerque y te responden 'es que no hace nada' y tú les sueltas 'ya pero es que no quiero que se me acerque TU perro', eso no quiere decir que odies a todos los perros. Ya sabes que la gente es imbécil.
Yo hace años que empecé a hacer boycot a los zoos y a los acuarios y a luchar por los derechos de igualdad animal. No puedo soportar verlos ahí encerrados, en esas cárceles, alejados de su familia, y de su libertad. Estoy completamente de acuerdo con lo que dices, que hay gente que dice que le gustan los animales pero en cambio va al zoo. Y entonces es cuándo una piensa que algo en la mente de ese humano no chuta. Al igual que mantenerlos como si fueran un bolso, eso es de tener pocas luces. Cuándo quieras empezamos un debate sobre la ética y moralidad entre humanos y no humanos. Sería de lo más emocionante!!
Un besoteeee!!!! ♥
¡Ay dios mío! ESTE ES MI LIBRO.
ResponderEliminar¡¿Cómo no había escuchado nada de él antes?! Con lo preciosa que es esta historia. Me lo apunto YA mismo, y a ver si en estos días me lo puedo comprar. Tengo pendiente a Joe Abercrombie con su Primera Ley, pero estos días se me han quitado las ganas, a ver si con este pingüinito recupero las fuerzas.
La historia me ha puesto los pelos de punta. Cuando era niña, mis hermanos y yo encontramos en la playa de Uruguay un pingüino cubierto de petróleo, en aquellos tiempos era muy común (y te hablo de muchos años posteriores a 1980, hablo de los 90 bastante avanzados), lo recogimos y lo llevamos a casa (en ese momento estabamos de vacaciones), le quitamos el petróleo y le dimos de comer (hasta el día de hoy mi hermano mayor lleva una cicatriz en la cara, hecha por Pingüinator (así lo habíamos llamado). Pero al terminar las vacaciones lo tuvimos que devolver a su hábitat, porque era donde pertenecía y además el calor no le iba bien. Años más tarde, mis padres volvieron sin nosotros y se encontraron con otro pingüino que se rehusaba a ir al mar, se quería volver con ellos ....
Por eso no he podido evitar acordarme tras leer tu reseña.
Que no solo es preciosa por la historia de amistad, sino que tiene mil detalles que me han encantado, empezando por tratar el tema del "especismo", TAN común hoy en día "¡¡¡¿CÓMO PUEDEN COMERSE A LOS PERROS EN CHINA?!!!", mientras en su casa compran el cerdito troceado en Mercadona y se lo zampan tan felices, o van a McDonald´s y se piden la hamburguesa más grande hecha de vaca. Parece que cuando se trata de perros y gatos nos parte el alma, pero con el resto de animales nos da completamente igual.
Me encantó que el libro estuviese hecho de papel ecológico (¿o cómo se llama?), y no se hayan talado árboles para ello.
La inteligencia de los pingüinos es envidiable (me gustaría saber quien es el retrasado que ha dicho lo contrario), los animales nos superan en todo. Y la naturaleza cada día sufre más nuestros daños y no pensamos en como va a acabar si seguimos así. No me extraña luego escuchar acerca de tsunamis, terremotos, etc ..
¡MIL GRACIAS POR LA RESEÑA!
He descubierto un libro que DEBO leer.
¡Un abrazo!
Hola Lucía!
EliminarYo creo que te va a encantar y vas a achuchar el libro, literalmente. Lo encontré por casualidad en la librería y fue un 'este libro está hecho para mí'. A veces una no sabe si los libros te escojen a ti o tú los escojes a ellos, pero fue un acierto llevármelo a casa.
Que fuerte tu historia! Pobre pingüinator (me encanta el nombre)! Lo debería pasar fatal (creo que tu hermano se llevó la venganza del pingüino por todo el daño que le habían hecho los humanos). Los animales son muy inteligentes y saben en quién pueden confiar y en quién no. Se ve que ellos no pueden marchar solos. Quiero decir que cuándo están listos para ir al mar, deben ser liberados de dos en dos, por eso puede que vuestro pingüino se negase a marchar de allí. Es algo que les dicta su supervivencia: ir en grupo o no ir. Son una preciosidad. ♥
Tampoco entiendo cómo pueden comerse los perros en China. Pero entiendo menos el matar por matar o el poner precio a un pichón para poder pegarle un tiro y después patearlo, como si fuese un objeto y no un ser vivo. Puedo entender que se mate para comer, pero nunca entenderé que se haga por placer. Algún día haré una entrada sobre ello y más de uno se va a cagar.
Sí, se llama papel ecológico (reciclado), sino llevan el distintivo ya ni los compro.
Te podría nombrar los blogs que los han dicho, pero dada su aneuronalidad, y la de sus seguidores, mejor me ausento, no vaya a ser que todavía le aumenten las visitas a los muy cabeza-nísperos. Estoy completamente de acuerdo con tu comentario y sí, los animales nos superan en todo y no pensamos en ello más que si se puede sacar beneficio.
Un besote enooorme!!!! ♥♥
Hola :)
ResponderEliminarLa verdad es que no conocía el libro pero me encanta, creo que pasa directamente a mi lista de futuras lecturas.
Además se desarrolla en Argentina, así que no me deja excusa alguna para pasarlo por alto.
Mil gracias por el dato y me encantó tu reseña.
Un saludo y seguiré visitando tu blog.
Hola!!
EliminarSeguro que te va a gustar mucho, es un libro muy dulce. Y las descripciones que hace de Argentina son preciosas, casi te puedes imaginar ahí.
Un besoteee!!! ♥
¡Oooh! Tiene pinta de ser del tipo de historias que me encantan, me lo apunto :)
ResponderEliminarY me quedo por aquí ;)
¡Un saludo!
Hola Adella!
EliminarSeguro que más de una sonrisa te va a sacar! Es una historia preciosa!
Un besote!!! ♥
Precisamente el otro día estuve en Carrefour y vi este libro!! Me llamó mucho la atención por su portada pero no leí la sinopsis porque iba con prisas.
ResponderEliminarHas vendido este libro tan maravillosamente bien que me han entrado muchísimas ganas de leerlo. De hecho, aún sin leer el libro has conseguido transmitirme todo el cariño que el autor parece haber tenido por Juan Salvado. Es una pena cómo estamos destruyendo nuestro planeta y a todas las especies que viven en él. Además también me gusta que exprese el vínculo entre un animal y un ser humano, ese tipo de amistad que supera muchas barreras (yo aún tengo el recuerdo de mi perra, que en paz descanse, que era una parte esencial en mi familia ♥). No sabía que el libro estaba ilustrado, a ver si un día que me pase por allí le echo un vistazo :D
Hola Sorasaku!!
EliminarA que sí? Si es que es un libro precioso, y uno de los mejores que he leído este año a parte del de Piedrahita. Los animales nos quieren seamos como seamos, su amor es totalmente sincero y alejado de las perspectivas sociales que hemos confabulado los humanos (mi pollo es el ejemplo de ello y cualquiera que haya tenido compañeros no humanos sabe cuán fuerte es esa amistad).
Un besotee!! ♥
¡Hola, Hydre!
ResponderEliminar¡¡Qué ganas tenía de leer tu opinión!!
Es imposible no amar a este libro y a Juan Salvado, de verdad. Sobre la historia que mencionas acerca de otro pingüino, fíjate que pensé al principio que se trataría de la misma historia y que acabaría así. Pero nada más lejos de la realidad, claro. :(
Los temas que trata a lo largo de la novela y cómo se desarrollan no dejan indiferente, toda la historia en sí es como una lección. Como dices, en conjunto es una historia bellísima.
Estoy de acuerdo en todo lo que has mencionado. Me ha encantada tu reseña, ¡¡es perfecta!!❤ Y no esperaba menos di ti, ¡obvio!
Me alegra muchísimo que la hayas disfrutado tanto como yo, a ver quién se quita ahora de la cabeza al maravilloso Juan Salvado ❤
¡Nos leemos!
Hola Alex!
EliminarLa gente no lo sabe, pero es imposible olvidar este libro. Juan Salvado es un amor y se clava hondo en el corazoncillo que tenemos los lectores. El final me dio una pena...pero una pena. Yo pensaba que acabaría todo bien, y mira, sorpresas que da la naturaleza. Eso sí, el momentazo comiendo espadines hasta que se le salían del buche es impagable. Me lo imagino y todo con la cola del pescado ahí, asomando por el pico.
Ojalá se publicasen más libros así. ¡Qué digo! ¡La narrativa necesita y merece más libros así!
Un besotee!!