Imagen extraída del artículo “How sit like an Alpha” del blog Soletopia
En el tren, una se encuentra de todo, oigan. Todos los especímenes de humanos habidos o por haber, lo que mirándolo de forma positivamente práctica es un buen lugar de observación social. Uno de los hechos que aún me mantienen del todo intrigada es la predisposición de cada uno de los portadores de testosterona a fardar de muslamen, apoyando el trasero en silla y con postura pernal en modo rana. Supongo que tendrán la imagen mental en la cabeza. No la borren, todavía.
Pues bien, piénsese que no puede empeorar que esta exhibición marca-flautín tiene suficiente en la tesitura del anfibio acuático. Pues no. Ni de coña, vamos. Atiéndase la extremidad –cualquiera de las dos- rascando el interpernal, o asegurándose que en un descuido no se hayan perdido, súmmum de la desgracia, que hay que ser previsores y no vaya a ser que tengan que iniciar búsqueda por los tres vagones que conforman el aburritrenómentro. De un imperdible interés para la prolongación y permanencia del carnet de padre hasta los 70 tacos, es de vital importancia cerciorarse que no hayan cogido el camino de Santiago. No les haría ninguna gracia. A ellos. Porqué lo que es a mi…
Vale, llamame tonta, pero no entendi nada! jajajajajaja
ResponderEliminarPero la verdad es que si, en el tren, te encuentras a cada especimen ... jajajajajajaja. Cuando vivía en Madrid veía a cada uno ... para fotografiarlo! jajajajaa
un besote gordooooo <3
jajajaja Qué risas!! Tienes toda la razón en los trenes (y en mi caso, los metros) dan para mucho. Hay cada momentazo que daría para hablar largo y tendido de ello!!!
ResponderEliminarun besote!! :D
jajjaaj estoy empezando a pensar el bien que me hace venir a trabajar en coche jajajaja
ResponderEliminarbesote
nata
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