Este libro es una compilación de escritos de varios “autores famosos”, a los que propusieron hacer un pequeño relato sobre la relación con sus mascotas o las de otros escritores con las mismas. Esta agrupación de historias se basa en el animal doméstico como testigo de la creación y del tesón literario, como testigo, otras veces, de la soledad intimista del autor. Aunque la mayoría de relatos está basado en lo que tiene todo el mundo, es decir, gatos y perros, si que hay algunos relatos que hablan sobre lémures o hurones, pero poco más. Encontré a faltar un poco más de variedad del reino de la fauna.
Esta antología, habla sobre la ‘compañía en la soledad de la escritura’ (…) ‘como refugio contra el mundo’ tal como se indica en el prólogo. Así, tenemos a lord Bryon y su perro Boatswain, el perro Ariel del poeta Jules Laforgue –uno de los mejores relatos que he tenido la suerte de leer, escrito por Carlos Pardo-, el perro Flush –con obra homónima- de Virginia Wolf, los hurones de Cyril Connolly en la historia de José Carlos Llop –que hace tantos saltos temporales que no se llega a entender-, a otros de más superficiales como los de Soledad Puértolas o Gatos de Marta Sanz, que por cierto, adelanto que la historia es horrorosa. ¿Porqué más del 50% de los relatos que se exponen hablan sobre la muerte de las mascotas? No sé, pero yo si decidiese escribir sobre ellos lo mejor que se me ocurre – y lo más lógico- serían los momentos buenos y no los malos, ni su defunción. El perro cantante, de Ignacio Martínez de Prisión, también habla de la muerte, al igual que Andrés Trapiello de La muerte de Mora, que ya da una idea de lo que va a ir el asunto. Es deprimente. Hay otras historias con tantos personajes entrecruzados, que simplemente no hay quién las pille y una historia que no se entiende no vale la pena contarla. Y esto aunque quede anecdótico, es un tema serio. Hay escritores de ‘éxito’ que no saben escribir. Quien quiera comprobarlo, que lea el libro. Eso sí, con un buen Gelocatil delante.
Siguiendo con la pesadez lectora de lo que acarrea dicho ejemplar del que se podrían haber ahorrado su publicación, y ya de paso parte de la desforestación del Amazonas. Digo yo, que si escribir es parte del acto de comunicar, no se hace con demasiada diligencia en esta historia. Un ejemplo podría ser –como cualquier otro, hay para escoger a patadas- El hombre invisible y el zoo de los Bowles de Félix Romero. Por contra Charlie y Truman (Capote), escrito por Berta Marsé ha sido un regalo literario teniendo en cuenta la retrospectiva mortuoria que acompañan a algunos escritores. Este último relato está escrito con cariño y es un gusto leer al igual que la preciosa historia de Vida pagana y alegre de Teodoro W.Adorno, historia de Andrés Ibáñez sobre el gato de Julio Cortázar.
Lo primero que me sorprendió es la ‘buena crítica’ que le han dado en diferentes medios de comunicación y en algunos blogs. Lo cual no deja de ser normal, puesto que estos autores colaboran con columnas de opinión en algunos de estos medios. Y este libro ha tenido más bombo y platillo en la red que otros sobre los que ya he escrito. El libro se plantea como un alegato al amor hacia los animales, a su compañía en este mundo egoísta y cruel en el que nos ha tocado vivir. Y en cierto modo, también es un llamamiento a la lucha por sus derechos. He leído comentarios tan faltos de sustento como ‘si no te gusta este libro, no te gustan los animales’. Esto es como cuándo se te acerca un perro y le dices al dueño que no quieres que se te acerque. No es que no me gusten, es que no quiero que se me acerque TU perro por el motivo X que sea. Tengo cierta propensión a que se me acerquen todos los animales ya sean perros, caballos, palomas, canarios o lo que me encuentre por el camino. Hay veces en las que no sé si tú los escoges a ellos o ellos te escogen a ti.
Los animales tienen un sentido precioso de la confianza, la lealtad y la entrega. Más que muchos humanos. Son incondicionales en la amistad, así como en la compañía y el amor. No son de la misma especie pero conectamos igual con ellos. Una mirada y sabes lo que quieren, lo que piensan o lo que opinan. Te miman y consuelan cuándo estás mal, igual que tu familia y amigos. Y en ese punto, justo en ése te das cuneta, que no somos tan diferentes. Y no estoy hablando sólo de perros y gatos. Hay mundo más allá.
Uno de los momentos más bonitos del libro es lo que Lord Byron escribió a su perro Boatswain cuando falleció:
Aquí reposan
los restos de una criatura
que fue bella sin vanidad
fuerte sin insolencia,
valiente sin ferocidad
y tuvo todas las virtudes del hombre
y ninguno de sus defectos.
La idea es del equipo editorial de Errata Naturae que afirman:
‘Empezamos a investigar y vimos que muchos escritores no sólo habían convivido con animales, sino que los habían considerado compañeros literarios, habían hecho de su compañía un espacio de seguridad y, en muchas ocasiones, un territorio de fuga comparable al refugio que ofrece la literatura o el arte’.
A partir de esa idea la editorial empezó a contarles el proyecto a diferentes escritores, que tenían relación con los animales como Soledad Puértolas, Andrés Trapiello, José Carlos Llop, Antón Castro, Ignacio Martínez de Pisón, Andrés Ibáñez, Marta Sanz, Félix Romeo, Berta Marsé, Pilar Adón y Carlos Pardo. Y aceptaron.
En definitiva, este es un libro con historias malas, malísimas, regulares y algunas –muy pocas- con las que vale la pena deleitarse. De ahí la estrella que le pongo.
1/5
★★★★★
Fuentes: cultura.elpais.com, elmundodelgato.com, www.rtve.es, apiedradesisifo.com, noticias.lainformacion.com
Imágenes: raulretana.com, www.smith.edu, casadellibro.com,
Que poco criterio puede tener alguien para decir que si no te gusta o no te pareció bueno un libro de animales es porque no te gustan, que por alguna razón se tiene como sinónimo de odiar cuanto son conceptos muy diferentes. Y vamos ya que no sea objetivo porque uno (o varios) de los autores sean compañeros de medio es bastante triste.
ResponderEliminarPor cierto, Hydre la autora (o la que dice serlo) de Neimhaim dejo un comentario en el blog (en la reseña de su libro) para pedirte disculpas si te ha ofendido. Lo digo por si quieres contestarle o algo.
Un saludo!
Gente con poco criterio, y que hablan porqué tienen boca -que no cerebro- abunda en este planeta. Eso sí, creído se lo tienen y no les bufes que acabas en Groenlandia. ¿Y lo bonito que es tener un ego estratosférico? He visto el comentario de la autora (o que dice serlo). Y me parece muy raro, porqué se hubiese identificado con el nombre y no con un 'Unknow', o simplemente me hubiese escrito directamente en todo el porrón de redes sociales que tengo abiertas para contactar con los lectores, los autores, actores, y la galaxia en general.
EliminarUn besote!
Hola, pues lo dejo pasar, tengo muchos libros esperando ser leídos, gracias por tu entrada, besitos y nos leemos;)
ResponderEliminarPues sí, Cris. No te vale la pena perder el tiempo con este libro, que hay de mejores.
EliminarUn besoteeeee!
Hola!!! al principio me habia llamado la atencion, pero una vez leida tu opinion, lo dejo pasar. Gracias por la reseña
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Jaime!
EliminarEs lo mejor. A veces nos tocan libros buenos y otros que bufffff. Éste es de los segundos y va bien saberlo,
Un abrazo!