Pues sí. Y da mucha rabia, con el pastizal que cuesta una sola entrada. Que la gente, así de natural, le gusta dar por saco porqué si. Debe ser algo que va en la aneuronalidad humana, y me he propuesto darle un repaso.
Pero la cosa no acaba ahí, no.
-Los que hablan: durante los tráilers y durante toda la película si hace falta que para eso están en el Bar Pepe de la esquina, digooooo, en el cine, bueno da igual. Y ya les puedes decir que se callen ya, que hay gente que ha nacido para joder a los demás. Si quieres hablar vete fuera no en un cine, y sí, eso incluye los tráilers.
-Los niños/padres: y lo incluyo en un mismo ítem porqué el orden de los factores no altera el producto. Me da miedo ir a ver películas infantiles. Mucho. Por un lado están los niños toca ovarios, que evidentemente no controlan los padres (sigo insistiendo en que hay quién no debería tener hijos, que debería nacer capado para evitar procrear) pero la naturaleza tiene un humor cínico y los que de verdad desean críos, no hay tu tía. En este aspecto, cotilleando algunos blogs que expresaban -deliberadamente, claro- que en esta sociedad existe algo llamado niñofobia, término erróneo porqué a eso se le llama pedofobia. Pero dejemos que por la boca muera el pez. Voy a confesar que odio a los niños: a los que lloran por perrera, berrean, dan por saco, son incapaces de estar quietos, hablan y se quejan -con chillidos agudos- sin razón alguna. Pero odio más a los padres que son incapaces de controlarlos, que pasan de todo, que los tienen más por una carga que por una alegría y que en ellos figura la nulidad educativa como máximo exponente.
-El que se ríe cuándo la escena no hace gracia. Una vez que se sabe que la gilipollez humana es infinita, todo es posible.
-Los adolescentes: esa parte de la sociedad hormonada que en su singularidad rebosan necedad y en grupo gilipollez por todos y cada uno de los poros. Esos que se pasan la película chillando porqué les gusta un actor o enrollándose entre ellos. Cascárosla en el coche, que sale más barato.
-El empleado del cine que entra después de los créditos. Claaaaro, macho, entra, que aquí estamos en familia. ¡No! Me gusta ver los créditos. He pagado por toda la película y eso incluye esas letritas tan monas que salen al final. Cuando encuentre algún cine que no lo haga daré palmas con las orejas.
¡AMEN, HERMANA! Verdades como puños. Le tengo especial odio especialmente a los de la luz del móvil, creo que son unos seres hechos de pura maldad a los que deberían caerseles un meteorito y extinguirse todos, en serio que como máximo son DOS PUTAS HORAS que coño puede pasar en dos horas que sea tan importante para mirar el móvil. Son lo peor me ponen de un violento.
ResponderEliminarTambién me molesta esas personas que llevan a los niños a ver películas que no son para ellos. Ejemplo cuando fui a ver la segunda del Capitán América y un chico (me supongo que el hermano) estuvo la mitad de la película explicándole al chiquillo lo que estaba pasando. Vale que para entender Capitán América no hay que ser muy inteligente pero no es un filme que lo pueda ver un niño pequeño porque no se entera una mierda.
Pero confieso que yo hablo antes de que empiece la películas pero solo durante la publicidad (no se si eso se hace en otros cines pero al que voy yo ponen la misma publicidad que en la televisión y no la soporto).
La gente debería saber comportarse en lugares públicos, que es que a veces no te dan ganas de ir al cine por no toparte con esta gentuza.
Saludos
Esta sociedad vive enferma con la multitarea (algún día hablaré de ello en un post), las prisas y se olvida de lo que es realmente importante: de disfrutar y de vivir, aunque sea poco más de hora y media y en un cine. Pero algo es algo. Puede que sea una percepción mía, pero veo a la gente muy infeliz: gente que está en pareja por estar, gente que hace cosas porqué se supone que es lo que se espera de ellos, gente que intenta contentar a los demás viviendo de cara a la galería, gente que tiene de todo en lo material y nada en lo real.
EliminarDejando de lado esto, que pueden ser simples percepciones, el hecho es que como bien comentas, hay algo que se llama calificación por edades y que está para algo y no para que los padres se lo pasen por el forro de la entrepierna. En Capitán América recuerdo con especial urticaria que la sala estava plagada de niños y caérseme el alma al suelo cuándo en una de las preimeras escenas de lucha Rogers atraviesa con un cuchillo la mano de un soldado, lo que provocó las riasa de los niños. ¿Hola? Estamos hablando de violencia. Les hace gracia la violencia. Lo que me lleva a la pertinente pregunta de qué mier(da) de mundo estamos creando, con niños insensibles y que les resbala las atrocidades, lo que hace que, aunque sea ficción, creen una coraza en el mundo real y se vuelvan totalmente insensibles a las aberraciones, y hasta en algunos casos, las encuentren normales (me parece que hay un estudio sobre ello).
Yo también hablo durante la la publi, que conste, es lo más normal (odio a Cocacola y a La Caixa en este ámbito) pero a veces te topas con cada fantasma de persona que...en fin.
Saludos
¡Hola guapa!
ResponderEliminarLa verdad es que yo también odio lo del móvil en el cine, sobretodo si veo la lucecita de la pantalla ... Y lo de que mencionas que entran tarde con la lucecita ... me pone de los nervios, porque la vista se me va a la luz.
Y lo de los créditos ... no me suelo quedar hasta el final final, pero sí que los créditos principales si que los veo.
Por cierto, genial tu entrada; no había visto ninguna de este tipo aún y genial!!!
Un besazo enorme guapísima!!
¡Hola Eva!
EliminarDistrae muchísimo. Es como una dicotomía: tus ojos quieren mirar la pantalla pero no pueden resistir la lucecita del smartphone de algún gilipondio. Y claro, entre que entran, miran el sitio que les toca (en vez, de mirarlo fuera de la sala, con la luz como sería lo lógico)y les da por sentrase a una ya le ha entrado la mala leche y la peli ya no se disfruta igual. Como diría W. Allen: 'Yo siempre me levanto de buen humor hasta que un imbécil me lo jode'.
Un súper, súper besoteee!! ♥
Me he reído un montón con este post, y eso que todo lo que dices es cierto.
ResponderEliminarPor ejemplo reconozco que estoy un poco enganchada al móvil, pero en el cine no se me ocurre sacarlo, y qué tranquilidad al desconectar aunque sean 2 horas.
Estoy de sorteo en el blog, por si te quieres apuntar ^^
Bss.
¡Gracias!
EliminarAhora me paso por tu blog, aunque no sé si estaré a tiempo todavía. De todas formas, ahora me lo miro!
Un beso
Una gran entrada. Me ha hecho muchísima gracia, porque no puedes llevar más razón. Yo afortunadamente no suelo ir al cine a ver películas infantiles. Creo que la última vez que fui a ver una película de animación, fue "Toy Story 3". Pues justo detrás de mi me tocó un niño o niña que empezó a dar pataditas en el asiento, así que casi me cago en todo. Como tengo más paciencia que un santo, no le dije nada, y afortunadamente paró al rato de empezar la película, pero los niños en el cine son un incordio.
ResponderEliminarBesos!
Madre mía, anda que no hace de Toy Story 3. Los niños siempre tocan las narices, vayas a la película que vayas. Aunque hay algunos adultos que tampoco deberían salir de casa. El otro día sin ir más lejos entraron dos -un matrimonio, igual de cazurros ambos- antes de que acabara la película y se pusieron a hablar como dos cotorras. ¡Antes del final! ¿No es para echarles un trabuco? En este caso, no nos pudimos callar, no y de verdes no bajaron (omito ponerlo aquí porqué estaría lleno de piiiiiii me piiiiii en la piiiiiii de piiiiiii y me sancionarían el blog por vulgar y soez).
EliminarUn besotee!
Una excelente entrada, ¡Cuanta verdad! jajaja
ResponderEliminarTotalmente, los chicos que se ponen a hacer ruido en la película, qué onda los padres? O los típicos que no pueden soltar el cel ni por un segundo... nah, son horribles jaja
Saludos! :D
¡Gracias! Sí, todos horribles. ¡jajajaja!
EliminarUn saludo! :)
Joder, es que los niños pequeños que se echan a llorar te joden la pelí, una comida en el restaurante o lo que haga falta. Menudo si no son implacables los infantes. Pero como bien dices la culpa es de sus padres porque, joder, si sabes que se pueden echar a llorar y molestar a una sala entera evidentemente aún no tienen edad para ir al cine y tú como padre responsable, o te pagas un canguro o la ves de internet.
ResponderEliminarPues sí, no sé si es que abundan o los padres los tienen consentidos que es un preimor. Deberían replantearse la educación de esos críos que lo tienen todo y en cuanto abren la bocaza para berrear les cae lo que piden excepto un soplamocos. Que conste, que estoy en contra de la violencia, pero hay casos en que una se pasa los preincipios morales por el forro. Y sí, completamente de acuerdo con lo que dices, será que no hay gente que quiere ganarse unos eurillos, que tan difícil no es encontrar un canguro 8quién dice canguro, dice abuelos ^^).
EliminarEsta entrada es genial. Soy tan "odiadora" como tú, y no soporto a los críos. Que bien poder decirlo en confianza aquí y no tener que disimular jajaja.
ResponderEliminarAunque la culpa es de los padres que no saben educar y controlar, también hay que decirlo.
Respecto al móvil podría hablar largo y tendido de lo esclavizada que está la gente y todo lo que se pierden ,pero como tu entrada no va de eso, solo diré: Cuando se entra en la sala, se apaga el móvil. Y punto.
¿Y qué me dices de las pataditas en el asiento? El otro día fui a ver Star Wars y deseé tener un sable laser para amputar pies... Dios, es que la gente tocapelotas despierta mi ira homicida.
Vamos a ver, que el cine está muy caro, y sólo por eso ya deberíamos respetar más a la gente que está en la sala, pero ya se sabe como anda la sociedad...
En fin, que me he reído con tu entrada porque no puedes tener más razón.
Besotes.
¡Hola Chari!
EliminarMe alegra que ambas seamos del club 'anti niños berreantes'. Que parece que si lo dices muy en voz alta te miran con mala cara, en plan 'como puede ser que a una mujer no le gusten los niños, si es lo más normal del mundo'.
El móvil es todo un caso a parte, estamos tan enganchados que llega al nivel de no saber ni en qué estación estamos, la gente prefiere mirar el cacharro como si su vida dependiese de ello. Es irónico que en realidad, eso no nos haga felices y se nos pase la vida y los años mirando una pantalla de colores, cuándo la vida real, lo que vale la pena observar está en la calle.
¡Hombre! ¡Ya sabía que me dejaba algo! Las patadas en el asiento son un clásico. Pero en todos. Te pongas dónde te pongas. El el avión sobretodo y es un auténtico pastel. En el cine, si te giras y les sueltas algo con mala leche te dicen que ellos no han hecho nada. Claaaaro. Venga ahí, ese láser, que rule.
Un besote!!!
Que bueno, menudo listado nos has hecho. Gracias a ti acabo de descubrir que yo también comparto todas estas cosas pensaba que eran menos pero noooo son un superlistado vaya tela. A mi todo lo que has dicho me pone de los nervios. Un saludo.
ResponderEliminar¡Gracias Natalia!
EliminarCreo que la gente con un mínimo de educación está en que estas cosas no se deberían ni permitir, pero como en este país vivimos en eso de 'como pago exijo', pues una se encuentra especímenes de la peor calaña en el cine. Un asquito de sociedad. A veces pienso que lo único que va a quedar en este país es un remanso de ninis.
Un saludo