Crítica: ‘La verdad duele’ (‘Concussion’)

Si les digo Bennet Omalu, seguramente se me quedarán con cara de pez. No les culpo, a mi tampoco me sonaba de nada hasta que fui a ver ‘La verdad duele’ protagonizada por Will Smith en el papel del neuropatólogo forense Bennet Omalu. No le voy a poner enfrente en ‘Dr’ porqué una profesión no merece ser más que otra y excepto los médicos o los doctorados, son los únicos que ponen ese distintivo delante del nombre como forma, quizá de narcicismo. Así que por razones éticas voy a obviarlo, porqué la hipocresía y la frivolidad son dos grandes lacras de la humanidad.    

Dirigida por Peter Landesman (‘Matar al mensajero’), con guión éste en base al artículo periodístico de ‘GQ’, ‘Game Brain’, escrito por Jeanne Marie Laskas y publicado en octubre de 2009. El artículo pone los pelos de punta a cualquiera que lo lea.

Explica la historia real de Omalu, el médico forense de Pittsburgh que descubrió la ETC, una enfermedad neuronal degenerativa producida por contusiones constantes del cerebro que se da sobretodo  en jugadores de fútbol americano. Sí, ese deporte en el que se lían a cabezazos, a placajes, cuál cabras montesas. Si lo piensan, es bastante absurdo. Yo siempre digo que los tres pilares de la sociedad son trillizas y se dan la manita mientras dan saltitos a lo Heidi. Estos son: economía, deporte y política. No por ese orden, pero sí en esa conjunción, porqué las tres están estrechamente relacionadas. Sobretodo en lo que a dinero se refiere.

La explicación de la ETC es sencilla (o intentaré que lo parezca): si su cabeza se da 17.000 golpes se provocan lesiones, vaya o no con casco. Esto es básicamente, lógica: nuestro cerebro está sujeto en el cogote, nadando en líquido (líquido cefalorraquídeo), no hay nada que le haga de airbag. Las cabras montesas lo tienen amortiguado, el pájaro carpintero utiliza la lengua para protegerlo, y los humanos no tenemos cojines para parar un choque de 90 ges, una burrada de impacto.

A Omalu le llegó el cadáver de Mike Webster, un famoso ex jugador de fútbol americano de 50 años al que habían diagnosticado Alzheimer precoz. Vamos, lo que diagnostican a todo el mundo cuándo hay una pérdida de las señales neuronales y no saben por dónde les vienen los tiros. Pues ponen Alzheimer y ya está, santas pascuas, aquí paz y después gloria. La cuestión es que ese médico forense (con un ocho títulos en medicina: Doctor en Medicina, Máster en Administración y Dirección de Empresas, Maestría en Salud Pública, Médico Ejecutivo Certificado, Patología Anatómica, Patología Clínica, Patología forense y neuropatología y al que acostumbraban a recurrir en Pensilvania para defender a acusados injustamente sentenciados a pena de muerte) fue el único que cayó que un diagnóstico de Alzheimer era imposible con la edad (demasiado joven) y con los síntomas que presentaba. Así que decidió hacerle una autopsia completa y pagar de su propio bolsillo 20.000 dólares en pruebas de laboratorio.

Bennet Omalu (Will Smith) intuye que hay algo en la autopsia que se le escapa. Photo by Melinda Sue Gordon - © 2015 Columbia Pictures

En el film sale el proceso que sigue el cerebro del ex jugador al ser analizado: lo cortan en trozos finos, finísimos (cortes histológicos) y los tiñen en diversas capas para que se pueda observar en microscopio (lo explico muy por encima porqué es un proceso de análisis clínico más complejo y tampoco quiero dar aquí una clase magistral de técnico de laboratorio). Lo primero que vio el médico al poner la diapositiva con tejido cerebral en el microscopio fueron manchas rojas y marrones. Esto se debe a una gran acumulación de proteínas tau. Éstas se encuentran abundantemente en el SNC (Sistema Nervioso Central) y el SNP (Sistema Nervioso Periférico) y su función es la de estabilizar los microtúbulos axionales. Un axión es la parte de la neurona que conduce el impulso nervioso desde el soma (cuerpo celular) hacia otra célula. En otras palabras, esta proteína ayuda a regular el tráfico de células nerviosas, de ahí que su pérdida se asocie a enfermedades neurodegenerativas. Si les interesa, les recomiendo enfáticamente el artículo ‘Role of Tau Protein in Both Physiological and Pathological Conditions’, de la ‘American Physiological Society’.  

Lo que hicieron las proteínas tau fue obstruir el trabajo de las células nerviosas, matándolas en las regiones responsables del estado de ánimo, las emociones y el funcionamiento ejecutivo. De ahí que Webster estuviese ‘loco’. Esas proteínas le obstruían el buen funcionamiento neuronal impidiendo que llegase la información a los receptores. Y eso es lo que descubre Omalu. Una enfermedad que nadie había visto nunca antes. Una nueva enfermedad, la ETC (Encefalopatía Traumática Crónica). Así que escribe un reportaje titulado ‘Chronic Traumatic Encephalopathy In a National Football League Player’ y lo envía a la revista ‘Neurosurgery’ el 30 de agosto de 2004. El estudio fue aceptado para publicación el 10 de febrero de 2005 y está citado 371 veces en Google Académico, que no es moco de pavo.

Para no andarme con rodeos, el estudio llegaba a la siguiente conclusión:

‘Este caso pone en relieve los posibles resultados neurodegenerativos en jugadores de la Liga de Fútbol Nacional sometidos a lesiones traumáticas leves y repetitivas. La prevalencia y los mecanismos patoetiológicos de éstas pueden dar resultados a largo plazo correspondidos a los años de jugar al fútbol, aunque todavía no están suficientemente estudiados. Recomendamos enfoques clínicos y forenses para conocer y entender más y por tanto, poder dilucidar este peligro emergente en el deporte profesional’.

A lo que voy, el hombre da con el San Benito, que es precisamente lo que la Federación Nacional de Fútbol (NFL, en las siglas en inglés) americano no quería que saliese a la luz. Pero él publica el estudio médico y se mete de barro hasta el cuello: lo siguen, lo espían, lo amenazan, le envían al FBI, despiden a su jefe – el patólogo Cyril Wecht, que es el que lo había apoyado- acusándolo de mal uso de material de oficina y de utilizar el fax para asuntos propios. Todo ello para que no les toquen lo que más le gusta a la gente: Don dinero. El dinero es como ese antílope que cazaban los neandertales, ahora, en vez de cazar antílopes lo hacemos con euros.

Los millones de dólares de ganancias de la Federación se verían mermados por el descubrimiento, porqué en realidad, dónde se ponga el dinero, que se quite lo demás. En otras palabras, los jugadores les importaban un comino con tal de que rindieran en el campo. Ahí también lo apoya Julian Bailes (ex medico de los Steelers y neurocirujano de renombre, presidente de neurocirujía de los Hospitales Universitarios de Virginia Occidental) y junto una publicación en portada de ‘The Times’, eso explota y el hombre se mete en un berenjenal del quince porqué la Federación insiste en que esas pruebas médicas y ese estudio son falsos.

La ventaja de Omalu es que pudo hacer el la autopsia a otro cerebro: el del ex jugador Terry Long, muerto a los 45 años al beber anticongelante. Terry tenía la historia clínica similar a la de Webster (depresión, pérdida de memoria, comportamiento loco). En su cerebro encontró las mismas proteínas tau. Así que lejos de quedarse callado escribió un segundo artículo titulado ‘Chronic Traumatic Encephalopathy in a National Football League Player: Part II’, por si la Parte I no les había quedado clara a los de la NFL.

Omalu (Smith) y Julian Bailes (Alec Baldwin) discuten con un miembro de la NFL. Photo by Melinda Sue Gordon - © 2015 Columbia Pictures

El tercer caso que investigó Omalu fue el de Andre Waters, de 44 años ex jugador de los Philadelphia Eagles, que se suicidó de un tiro. También encontró ETC. El cuarto caso fue el de Justin Strzelczyk, de 36 años, que condujo en contra dirección por una carretera y acabó chocando con una cisterna que transportaba ácido corrosivo, lo que creó una fuerte explosión.

Lo que no sale en el film es que Omalu, junto con Bailes y Fitzsimmons (el abogado) crearon la organización ‘Sports Legacy Institute’ con el objetivo de estudiar la ETC. La NFL llegaron a la conclusión de que todos esos estudios eran defectuosos. Lo gracioso del tema es que el que los valoró fue un reumatólogo. ¿Qué sabe un reumatólogo de neuropatología? El artículo de GQ lo comparaba con otro tema sonado:

‘Sería como la industria del tabaco en la década de 1980, todo el mundo diciendo que los cigarrillos causaban cáncer a excepción de las personas que hacen dinero con cigarrillos.’

Parece que es como todo cuándo hay dinero de por medio: las vidas humanas no importan con tal de sacar tajada. Con el sexto caso, el de Tom McHale, a los 45 años, se encontró más ETC.
Y no les voy a explicar la historia entera, que esto era solo una introducción para darles a conocer sobre esta patología neurodegenerativa.

Al final, no les queda más remedio que pasar por el tubo, y llaman a Omalu desde Washington para que esté en el gobierno. Todo muy patriótico, muy americano, pero esos hechos pasaron en 2002 y al médico no le dan la nacionalidad americana  (él era de Nigeria y ya llevaba años trabajando en Estados Unidos) hasta 2015, es decir hasta el año pasado. Saquen ustedes sus conclusiones del hecho.
Qué majos y que hipócritas ellos y el sueño americano, que no llega ni a sopa de sobre. Ese es el relato principal, la sub trama pasa por lo amoroso cuándo acoge a una chica que acaba de llegar de Nigeria (curioso, que ya sepa inglés) en su casa. La que será su futura mujer. Hay escenas en las que a una se le ponen los pelos de punta, sobretodo en lo que se refiere a síntomas de la enfermedad, algunos jugadores se suicidaron de un tiro en la cabeza o en el pecho, otros auto dañándose con descargas eléctricas, otros atacando a su familia, y luego, yendo por una autopista en dirección contraria durante 15 minutos y estrellándose con explosión del coche incluida. Y todos oyendo voces en la cabeza, con mareos, desconcertados y con ataques de violencia, rabia y agresividad. Y esos médicos tachándolo de Alzheimer. Anda que….

Esta es una película dura, que tiene altibajos de ritmo en los que el espectador tiene la sensación que pasa lenta, pero es indispensable para entender la historia completa. Hemos agradecido especialmente que las escenas en las que practicaba las autopsias no fuesen gores, sino filmadas desde el respeto y la intimidad. De hecho, el respeto que Omalu tiene por los pacientes a los que practica autopsias es para quitarse el gorro. Se dice que en cada autopsia les cogía de la mano y les decía algo así como ‘ayúdame a saber qué te ha pasado’. No hay muchos médicos forenses que tengan ese respeto por las personas a las que el corazón les ha dejado de latir.

Omalu (Smith) y Julian Bailes (Alec Baldwin) debaten sobre la ETC. Photo by Melinda Sue Gordon - © 2015 Columbia Pictures

La religión es otro punto, porqué el medico la practica fervientemente, hasta el punto, que al explicar la enfermedad un compañero le suelta eso de ‘deja a la religión a parte’. Básicamente porqué religión y ciencia son incompatibles. Uno es fe, y otro hechos probados y contrastados rigurosamente.
Después de los bodrios protagonizados por él y su hijo, Will Smith vuelve a demostrar que es un actorazo como la copa de un pino. El racismo también está muy implícito en la película, porqué la Federación no aguanta que alguien que no tiene nacionalidad y encima es negro (sobretodo eso último) les diga que están escondiendo pruebas y encima, los ponga en el punto de mira al no informar a sus jugadores del peligro que corren, razón por la cual fueron denunciados.

Grabada mediante primerísimos primeros planos, Smith y Landesman observaron autopsias para prepararse para la película. Baldwin, en cambio se dedicó a estudiar lo que hacían varios médicos de Pittsburgh.  Aunque inicialmente la intención era que Ridley Scott –el director más rápido de Hollywood- la dirigiese después de ‘Éxodo: Reyes y Dioses’ (2014), al final no pudo ser. El papel  de Prema Mutiso (la pareja de Omalu)  iba a recaer en Lupita Nyong'o pero lo rechazó. Lo acabó aceptando Gugu Mbatha-Raw, que seguro que les sonará porqué fue la protagonista de la película ‘Belle’ (2013).

Mateo Willing, ex jugador de la Liga Nacional de Fútbol –jugó 14 temporadas- tiene un cameo y está muy familiarizado con el tema. Esta es la segunda película de Will Smith con la productora Columbia Pictures. La primera fue con ‘Ali’ (2001) en la que también interpretaba a un personaje real.

El rodaje –con una cámara Arri Alexa XT Plus y con unas lentes Cooke S4 and Angenieux Optimo- se emplazó en  Pittsburgh, en la Heinz Field y en el William Penn Hotel, los tres situados en Pennsylvania. Con un presupuesto estimado de 35 millones de dólares y recuperados –según datos del 7 de febrero- 34,3 millones, ha arrasado en varios festivales llevándose premios en la African-American Film Critics Association (AAFCA) al mejor actor,  Hollywood Film Awards a actor del año y en la Palm Springs International Film Festival 2016 con el premio Creative Impact in Acting Award para Will Smith y el premio ‘Director que hay que ver’ para Peter Landesman.

Will Smith (actor), Bennet Omalu y Peter Landesman (director/guionista). Photo by Melinda Sue Gordon - © 2015 Columbia Pictures

Este último premio viene justificado por lo que muchos pensamos:

Will Smith es una de las más grandes estrellas de la taquilla del mundo. Nunca ha ocultado sus puntos fuertes, por eso es uno de los mejores actores de cine estadounidense, un punto que no perdió con los votantes del Oscar que han nominado a Smith como mejor actor dos veces,  por su trabajo en 'Ali' y  por su interpretación en 'En busca de la felicidad'. Su inclinación por asumir tareas difíciles no sorprenderá a aquellos que han prestado atención a la gama de registros delante de la pantalla de Smith,  desde el inicio de su carrera.  (…) Smith dio un paso adelante con el desafío metiéndose de lleno en el drama como demuestra en 'Where the Day Takes You' y en el complejo papel de Pablo en la versión cinematográfica del ganador del Pulitzer  John Guare 'Seis grados de separación’. Este año con 'Concussion' Smith se mete en el papel del la vida real del Dr. Bennet Omalu, el David contra Goliat de la Liga de Fútbol Nacional, un papel muy en la tradición del famoso James Stewart en el papel de Sr. Smith y Gregory Peck  en la piel de Atticus Finch.

Aunque no todo son florecillas, porqué también hay alguna metida de pata por ahí. Por ejemplo, cuándo Omalu busca una tomografía de Webster en el ordenador, su asistente le entrega una resonancia en su lugar. La diferencia –para los que nos gusta la medicina- es que en una resonancia magnética no se puede ver el hueso, ya que solo se usa para ver tejidos.

Pero eso no le quita importancia al asunto. 2 horas y 3 minutos de película. Eso sí, es una versión más suave del reportaje original –lo digo desde cierta perspectiva después de tres horas leyéndolo en inglés y de tener el culo cuadrado de tanta silla-. Esto se debe a que Sony quiso evitar los problemas legales con la NFL, de aquí que la película sea una versión light del escrito original.

No por ello deja de resultar una producción con gran carga, sobretodo para aquellos a los que el fútbol es su media vida. Toda la cultura que implica, toda esa ferviente admiración como si fuesen más que personas, casi exaltándolos a la idea de dioses por un público pasional. Un público que a su vez, mueve millones. Puede que me digan que aquí no tenemos fútbol americano, pero tenemos el normal, el bola-pié, que es igual a lo que en sentimiento se refiere. Tangamos claro que esto es un negocio. Un negocio intocable y muy rentable, con el que se hace la vista gorda.

La película va directa al grano, expone los hechos –resumidos y descafeinados, pero no por ello menos locuaces- y brilla. Supongo que en América, muchos padres se replantearán si quieren que su hijo siga jugando a un deporte que pone en riesgo su vida. Es un muy convincente David contra Goliat, es una mirada a la ética y a la moral, al racismo y a las cortapisas. Es una producción absorbente que queda lejos de la indiferencia del espectador y que no solo vale la pena por su temática, sino también por su actor principal.  Pero sobretodo es una crítica al interés económico por encima de la integridad humana, además de dar a conocer una grave enfermedad como la ETC, que es un tema poco tratado en el cine.
 

4/5

★★★★★

Ver tráiler 

Fuentes: http://www.sonypictures.com/movies/concussion/, http://www.lurayduilawyer.com/uploads/1/2/0/1/12016444/_cte_part_i_neurosurgery_doc_from_garrett_webster_-_rogers-1.pdf, http://www.gq.com/story/nfl-players-brain-dementia-study-memory-concussions, http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17143242, http://www.ucdmc.ucdavis.edu/pathology/our_team/faculty/OmaluB.html

Imágenes: forbes.com, http://www.newyorker.com/news/sporting-scene/concussion-makes-a-christian-argument-against-football, cinedor.es

Related Items Cine Cultura Ocio Películas