Crítica: ‘The Librarians’ (Temporada 1 y 2)

¿Les gustan las bibliotecas? Si es que sí, estoy segura que también son amantes de los libros.

‘The Librarians’ es la mezcla perfecta para los amantes de los libros y para los fans de los viajes en el tiempo. Dicho de otro modo, si gustan de personajes literarios y además son fans de la serie británica ‘Doctor Who’, es posible que ya de buenas a primeras acaben enganchados a ésta.

Imaginen una biblioteca que está viva, y que va cambiando de lugar. Imaginen a un bibliotecario que es una mezcla entre el Doctor de David Tennant (porqué está como una cabra) y un poquitín de Indiana Jones llamado Flynn Carsen (Noah Wyle). Imaginen ahora que un malo malísimo hace que el bibliotecario tenga que plegar la biblioteca sobre sí misma para preservarla de lo maligno y que después no la encuentre, razón por la cual tenga que reunir a un grupo heterogéneo de personas con capacidades un tanto fuera de lo común como becarios: Jake Stone (Christian Kane), un empleado con un gran coeficiente intelectual que tiene dosis de conocimientos sobre Historia del Arte y Arquitectura, trabajaba de vaquero en Oklahoma escondiendo lo que sabía, Cassandra Cillian (Lindy Booth) tiene sinestesia, la capacidad de vincular los cinco sentidos a la memoria (los números aparecen como colores, la ciencia como notas musicales y cuando calcula fórmulas matemáticas huele a desayuno) esta habilidad tiene por contra una metástasis un tumor cerebral que en cualquier momento puede arrebatarle la vida, Ezekiel Jones (John Harlan Kim) un ladrón de guante blanco y un pirata informático es el más corrupto moralmente además de narcisista, y como guardiana de todos ellos (el realidad es la guardaespaldas de Flynn) la coronel Eve Baird (Rebecca Romijn, seguramente la conocerán por su papel de Mística en ‘X-Men’) una ex agente antiterrorista de la OTAN, es dura como el hormigón y utiliza su experiencia militar para proteger a los nuevos bibliotecarios. Tampoco se puede obviar otro personaje que es de suma importancia en la historia: Jenkins (genialísimo John Larroquette) el vigilante del anexo de  Biblioteca de Portland, Oregón. Un ser ermitaño que es más feliz encerrado en su laboratorio mágico que teniendo trato con las personas. Es inmortal y su alter ego es Sir Galahad, el caballero de la mesa redonda. Arrea.

Jenkins, Cassandra, Ezekiel, Eve y Jake

Estos bibliotecarios ‘en pruebas’, junto con su guardaespaldas, intentarán salvar misteriosos artefactos antiguos mientras coinciden con personajes literarios que han vuelto a la vida. La magia es otra de las vertientes fuertes de la serie, al igual que la intriga. Eso sí, una intriga apta para todos los públicos.

La serie empezó a emitirse en el año 2014 y es una mezcla de acción, comedia y aventura. Actualmente se está rodando la tercera temporada. Aunque para mí, su creador, John Rogers (conocido por ‘Catwoman’ (2004) ‘Transformers’ (2007) y ‘Las reglas del Juego’ (2008)), ya se ha coronado. Kane, de hecho, fue protagonista en esta última serie (serie que por cierto, tengo que ver, porqué tiene un tono muy similar.

Cada episodio dura 42 minutos y todos están rodados con una cámara Red Epic Dragon y otra Red Epic M-X. En realidad, la serie es un spin-off de ‘The Librarian’ la trilogía de películas protagonizada por Noah Wyle que consta de: ‘El bibliotecario: en busca de la lanza perdida’ (2004), ‘El mapa del rey Salomón’ (2006) y ‘La maldición del cáliz de Judas’ (2008). Lo bueno de esta que nos ocupa es que aunque acostumbra a mezclar varios géneros, cada episodio está dedicado a uno, de buenas a primeras salta a un episodio de terror, otro de viajes en el tiempo, de cuentos…así que al espectador no sabe lo que le depara cada semana.

De los actores, Christian Kane, es el que tiene más experiencia en eso de lo sobrenatural, ya que también actuó en ‘Buffy caza vampiros’ (1997) y en su spin-off ‘Angel’ (1999-2004). Pero aquí no acaban las conexiones de este actor con la serie, puesto que Kane y Rebecca Romijn ya trabajaron juntos en la serie criminal ‘King & Maxwell’ (2013), haciendo de hermanos. Por su parte, Lindy Booth y Matt Frewer (Dulaque, pseudónimo de ‘Lancelot du Lac’ en la primera temporada) compartieron plantel en el film ‘Amanecer de los muertos’ (2004), por si les gustan las pelis de zombis.

Directores de la serie han pasado unos cuantos pero cabe destacar los tres episodios dirigidos por Jonathan Frakes. Frakes, fue también director de dos de las tres películas de ‘The Librarian’ y conoce bien la tónica y el espíritu de la producción.

Si quieren una historia optimista, con buenos personajes, diversión y buenos actores, sin duda, esta es su serie.

Los bibliotecarios, dispuestos a salvar el mundo dos veces antes del viernes.

Los personajes crecen a medida que esta avanza, aunque lo de meter la pata también se les da muy bien. Personalmente siento admiración a cada uno de ellos, porqué pese a ser tan diferentes entre sí, acaban siendo un grupo con sus más y sus menos. El espectador será incapaz de decidirse por uno de ellos porqué todos están tan bien construidos, con sus matices y sus tramas propias que acabarán empatizando con cada uno.

La creación de la serie no se limita al típico tópico de bibliotecarios nerd empollones, alejados de la sociedad y torpes. Estos personajes tienen su propia personalidad, sus propios problemas y su propia manera de resolverlos, a veces en grupo, otras en solitario. El drama es un tono que no llega a afluir nunca, será que la serie se decanta más hacia un tono jocoso, amable y sobretodo alegre, que la hace disfrutable al 100%.  Puede que algunos la hayan criticado por ser ‘algo cursi’, ya saben, por eso de que no salen escenas de sexo, ni sangre, ni tiros, ni carreras de coches, ni violencia de género y que para colmo de los colmos encima ni siguiera es machista ni racista. ¿Dónde se es visto que produzcan una serie así? ¡Qué vergüenza!  

Contiene una narración peculiar, que la hace a sí misma encantadora. No tiene un gran presupuesto, –a menudo se nota el CGI, más de lo que cabría esperar- pero lo compensa de sobra con unos diálogos no faltos en ocurrencias, coherencia y estructura, que permiten el desarrollo de la historia de manera dinámica y entretenida. Y cuándo el espectador, piensa que no se pueden sacar nada más de la manga, da un nuevo giro. Una serie fresca y fácil de ver además de contener datos educativos y referencias a ciencia y mitología. Además es una llamada al desarrollo de la creatividad y a la resolución de conflictos de manera pacífica. Como dice Jenkins:

La magia no es una ciencia exacta. Si lo fuera, sería ciencia.

Temporada 1

Flynn montando un soplete con un pepino.

Se nos presentan los personajes de una manera rápida, poco más de dos minutos para resumir su situación y capacidades. De esta forma resumida, le es muy fácil al espectador entender en pocos minutos quién es quién y que va a pintar a lo largo de la serie. El primer episodio es algo flojo, pero a partir del segundo va rodando con normalidad, en esa mezcla de ‘Doctor Who’, ‘Indiana Jones’ y ‘Harry Potter’, sin ser ambiciosa –cosa que se agradece- pero con un toque y un tono muy peculiar. Lo bueno de esta serie es que se sabe sus límites. Hace virguerías con un presupuesto ajustado (tirando a mediocre) plasmando todos su esfuerzos en un buen y asentado guión de diálogos rápidos y escenas con ritmo. Su capacidad de auto-parodia –y añádase, parodia a demás películas y poemas considerados ‘de culto’- es lo que la mantiene a flote. Y después de dos temporadas, no creo que le haga falta ni salvavidas.

Me fastidia en cierto modo que se critique tan a la ligera, precisamente porqué no incluye los componentes que les decía antes. Los personajes tienen buena química entre ellos y hasta hay guiños al público. Y para servidora es el ejemplo perfecto de como se pueden hacer grandes series sin utilizar la sangre para que el ‘espectador se divierta’, cosa que suscita que deberían hacérselo mirar quienes disfrutan con las vísceras.

En el episodio 1 Flynn y Eve se proponen descubrir quién se está cargando a los Bibliotecarios y salvar a los tres que quedan con vida. Además del inciso en la leyenda del Rey Arturo, el espectador conoce a Excálibur, la espada-perro. Sí, lo han leído bien. Ahí se descubre que el malo malísimo va a ser ‘La hermandad de la serpiente’ un grupo que pretende devolver la magia al mundo liderado por el malvado Dulaque (interpretado por el actor Matt Frewer), que tiene una estrecha relación con Jenkins y su secuaz Lamia, a la que da vida la actriz sud africana Lesley-Ann Brandt.

Jake tiene una rara afición a las hachas.

A partir del tercer episodio Flynn, deja la serie y no vuelve a aparecer hasta el capítulo 5 y el 10, el último de la temporada, lo que permite que los Bibliotecarios puedan tener trama, aventuras y lo que se les ocurra a los guionistas.

Esta serie es puro entretenimiento, puro show con un aire a años 90. Con personajes nada estereotípicos y 10 episodios que se pasan en un suspiro. Unos con más acción que otros y algunos que son más bien tenebrosos y dan algo de mal rollito como el episodio 8, titulado ‘Y el corazón de la oscuridad’, en que la casa encantada es lo de menos, lo que da miedo es el psicópata-fantasma que existe en ella y dónde las apariencias, a menudo engañan. En este caso, mucho. Es el más terrorífico de la temporada y que no les extrañe que les mantenga agarrados al cojín durante su visionado.

En cada capítulo hay un actor invitado. Por ejemplo, Bruce Campbell haciendo de Santa Claus,  e incluso en el mismo capítulo (el 4) hay un mensaje de felicitación navideño encriptado de todo el equipo hacia el espectador: el avión en el que se cuelan los bibliotecarios tiene por nombre C-XM45, que se puede traducir al español como ‘Navidad’.  También destacan Jane Curtin como Charlene y Bob Newhart como Judson.

Lo peor de la primera temporada es que todo acaba con final cerrado, con alguna línea a seguir. De hecho, la serie no esperaba renovar a una segunda, pero los fans (sí, servidora también) decidimos que para una serie familiar que echan, ni se les ocurriese a los de TNT cancelarla. ¡La magia está de vuelta!

Temporada 2

Jake, Ezekiel y Cassandra metidos en un follón de órdago con un espíritu.

Esta temporada ha sido muy shakesperiana: Próspero, el propio Shakespeare, Dorian Grey, Jim Moriarty, magia a raudales y finales felices. De momento. 10 capítulos por temporada se me quedan cortos. Sale la TARDIS, la fabulosa y viva máquina del tiempo de ‘Doctor Who’ y el coche de 'Regreso al futuro' en el último capítulo. Un pequeño homenaje a la ciencia ficción.

Dicho esto, esta temporada ha empezado flojilla, como la anterior. No se sabe porqué los bibliotecarios han decidido trabajar por separado, queda un poco fuera de contexto y baila en la serie, pero pronto los guionistas consiguieron poner rumbo a la trama principal. Lo mejor sin duda del primer capítulo es la entrada en escena de Sherlock Holmes, o eso se cree Flynn, porqué en realidad es su archienemigo Moriarty. Y sí, es igual que en el libro, o por lo menos servidora se lo imaginaba así de puesto. No se sabe quién va a ser el malvado de la temporada hasta bien entrado el final, y como siempre es en quién menos se han fijado. Alguien con la capacidad de hacer que los personajes de los libros se vuelvan reales: Próspero.

Próspero (al que da vida Richard Cox) es un personaje de Shakespeare, concretamente de la obra de teatro ‘La tempestad’, representada el 1 de noviembre de 1611, que quiere volver a tener el poder, aprovechando que la magia impregna el planeta. Este personaje es una caja de sorpresas, y se revela desconcertante en el final de temporada.  Él es quién invoca a Moriarty (David S. Lee), su lacayo, al que tiene pillado por las palabras.

‘The Librarians’ urdiendo un plan.

Pero el único fallo de esta temporada es el primer capítulo, después a medida que se desarrolla la serie, se va posicionando para bien en las tramas y va instaurando el ritmo que le dio la fama, similar al de la primera temporada. Siguiendo con la comparación, Flynn también aparece en los dos primeros capítulos en el episodio 5 y en los dos últimos. Y haciendo referencia a la temporada 1, también hay otro capítulo terrorífico que vuelve a dar muy mal rollito, esta vez corresponde al episodio 3 ‘And What Lies Beneath the Stones’ cuándo deben encerrar a un espíritu juguetón que se dedica a adoptar formas de otras personas y tiene una sonrisa ¿cómo decirlo? De esas de salir corriendo.

En esta temporada también conocemos a forma física de la biblioteca y el pasado de Eve. Hay una fuerte crítica al selfie y al al narcicismo lo que permite la inmortalidad de Dorian Grey (Luke Cook) a costa de la vida de otros. Puede que a parte de Moriarty sea el personaje más memorable de esta que nos ocupa, porqué realmente, dan ganas de darle un par de lechugas con la mano abierta. Además de episodios que juegan con los bucles temporales, y los videojuegos.

El final de Moriarty da bastante penita, pobre. Al fin y al cabo estaba coladito de Eve, espero que lo resuciten para la próxima temporada, o haga un cameo, por lo menos. Por otra parte, Jenkins es un personaje en el que se debería ahondar más, al ser uno de los más suculentos de la serie (y muchas veces el que les saca las castañas del fuego, pues sabe más de lo que dice). También vuelve Excálibur (una espada que parece mas bien un perro y que fue destrozada en el primer capítulo de la temporada 1).

 Las subtramas se dejan abiertas, como por ejemplo las damas del lago que atosigan a Cassandra para que se una a ellas. Me hace especial gracia puesto que la actriz Beth Riesgraf que interpreta a una de las damas también participó en la serie ‘Las reglas del juego’ con Christian Kane, así que en cierto modo, todo queda en familia. Esas damas, todavía no se sabe lo que quieren de nuestras dos protagonistas: Cassandra y Eve, que por cierto, deben ser de los pocos personajes femeninos en las series que tienen trama propia, que son listas de narices y que no hacen el papel de florero.

Espero con anhelo la tercera temporada.
 

4/5

★★★★★

 Ver tráiler
Imágenes: http://thelibrarianstnt.tumblr.com/

Fuentes: IMDB, Filmaffinity, tntdrama.com,  

Related Items Cultura Series