Reseña: ‘Estudio en escarlata’, Arthur Conan Doyle

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Sí, sí, lo sé. Tenía que haber publicado el post hace días. Pero ya se sabe, que una se lía con otros quehaceres de más importancia y se le olvida el mundo. Puesto que lo prometido es deuda, aquí tienen la primera entrada del Reto Sherlock Holmes 2016, ‘Estudio en escarlata’, un libro leído íntegramente en el metro. Hay varias ediciones de la novela que nos ocupa. La colección Avrea Cátedra es la más completa, pero si son como yo, y les puede el fangirlismo, pueden obtener la edición de la serie de la BBC ‘Sherlock’ que edita Random House, con introducción del guionista Steven Moffat (sí, el mismo que hace ‘Doctor Who’ y que tiene un hijo repelente al que dan ganas de ponerlo a trabajar en el Telepizza, a ver si se da un buen baño de realidad).

Publicado originalmente en ‘Beeton's Christmas Annual’ en noviembre de 1887 (con ilustraciones de David Henry Friston), es la primera historia de Sherlock Holmes. Arthur Conan Doyle la escribió en seis semanas, concretamente entre marzo y abril de 1886. La serie y el libro se parecen como un huevo a una castaña, por cierto. En el Londres del siglo XIX, es una novela plagada de giros y de pistas falsas. El trasfondo de poligamia que narra Doyle en la novela le valió ser persona non grata para los danitas, una organización dentro de la iglesia Mormona. Y con la iglesia hemos topado, porqué el autor se tuvo que disculpar. Si es que se nota que el colectivo eclesiástico es tolerante y solidario con otras ideas que no sean las suyas. Solo hay que ver lo que hizo la inquisición.

El libro es una mezcla de venganza, suspense, crimen y pistas falsas que llevan a Holmes y a Watson a recorrer las calles de Londres en busca de un asesino muy, muy listo. Pero también es el inicio de una gran amistad.

Conan Doyle (Edimburgo, 1859-1930) cursó la carrera de medicina en su ciudad natal. Después decidió abrir una consulta, pero por allí no aparecía ni el tato, así que decidió hacer algo de provecho con el mucho tiempo libre que tenía: empezó a escribir historias cortas. Había nacido Sherlock Holmes. El éxito de su personaje hizo abandonar su profesión y dedicarse íntegramente a la narrativa. Doyle, a parte de las historias de Holmes, también escribió novelas históricas y de ciencia ficción, cuentos de misterio, ensayos políticos, crónicas de guerra, y lo que más escama al lector: textos de espiritismo.

El libro se desarrolla en dos partes: la primera, llamada ‘Reimpresión de las memorias de John Watson, doctor en medicina y ex médico del ejército’, que son 51 páginas, y la segunda, ‘El país de los santos’, de 65 páginas. Lo que engancha tanto de Sherlock Holmes es sin duda la oportunidad que da al lector de estar jugando continuamente con él al Cluedo.

Esta es la primera historia del detective asesor. Puede que el más moderno y adelantado de la época victoriana. No deja de llamar la atención que la primera vez que se nos presenta simultáneamente a Watson y al lector, se nombre el hecho que ese tal Holmes se dedica a aporrear cadáveres.  Pero en realidad, Sherlock está en la sala de química, enfrascado en un experimento, por lo tanto, lo que hizo en su momento la serie de la BBC, es totalmente erróneo. Más bien sucede como sigue:
‘-No es fácil explicar lo inexplicable –respondió riendo- Holmes es un poco demasiado científico para mi gusto…raya la falta de humanidad. Puedo imaginármelo ofreciéndole a un amigo una pizca del más reciente alcaloide vegetal, no por malevolencia, entiéndame, sino simplemente porqué su espíritu curioso quiere formarse una idea clara de sus efectos. Para hacerle justicia, creo que ingeriría él mismo la droga con idéntica tranquilidad. Parece sentir pasión por los conocimientos secretos y exactos. 
-Lo cual está muy bien.
-Sí, pero puede alcanzar extremos excesivos. Si llega hasta el punto de golpear con un palo los cadáveres de la sala de disección, toma una forma ciertamente chocante.’
Pero en realidad, Watson y Stanford (ex compañero de Watson y personaje que los presenta) lo encuentran metido hasta las trancas en un experimento sobre un reactivo que se precipita con la hemoglobina ‘y solo con la hemoglobina' en el laboratorio de química.

Examinando la escena del crimen. Ilustración de  D. H. Friston (1887)
Doyle fue un culo inquieto toda su vida. Nació en una familia de artistas, todos menos su padre, que prefería el arte de empinar el codo. Doyle quería en su fuero interno ser autor de novelas históricas, pero el tiro le salió por la culata triunfando con el género que más adiaba: la novela negra. De ahí que odiase su creación ficticia, y decidiese cargárselo tirándolo por la catarata de Reichenbach junto con Moriarty. Pero entre que los fans se indignaron y su propia madre le dejó de dirigir la palabra, Doyle tuvo que decir eso de ‘no estaba muerto, estaba de parranda’, ocho años después, con ‘El sabueso de los Baskerville’. Doyle no consagró toda su vida a Holmes, sino que en su biografía figura incursiones en política, creación de clubs de boxeo, acabó interesándose por la aeronáutica, el automovilismo, la navegación, contribuyó a introducir el esquí en Suiza, hizo viajes al Ártico y a África, escribió cuentos, ensayos y se hizo espiritista los 30 últimos años de su vida, convencido que se podía comunicar con su hijo.

Lo que diferencia a Holmes del resto es que es un héroe no heroico, un antihéroe. De hecho, cumple todas las cualidades para ser odiado: es frío, arisco, se le va la bola, consume drogas y está obsesionado con su profesión hasta límites que rozan lo enfermizo.  Doyle tiene esa capacidad de zarandear al lector y decirle a la cara: ‘venga, intenta adivinar el percal. Inténtalo, que seguro que no lo consigues’. Maneja al lector a su antojo, y claro, una acaba devorando las páginas para saber de dónde sale el truco. No se sabe nunca por dónde vendrá el pulpo. Holmes tiene una maravillosa capacidad de ser un personaje asombroso y bipolar: unas veces asombra pos su brillantez, otras trata a los demás como idiotas, y de repente, sucumbe a una extraña melancolía y se pasa días con la mirada fija y los dedos en el violín, para dar acto seguido, una bofetada de crueldad a los que le rodean. Se porta fatal con el pobre Watson, es un misógino que hace comentarios imperdonables hacia las mujeres –hay momentos en los que me dan ganas de entrar en el libro y darle dos hostias de leche dar y muñeco bailar-.

Lo bonito de estas historias es que en realidad es una historia de amistad: la más larga y afectuosa de la ficción narrativa. Ambos confían el uno en el otro, con ojos cerrados, pero debido a su ‘masculina virilidad’ nunca se dice que se quieren ni comentan nada. Se da por supuesto. Lo que tiene la sociedad patriarcal.

La historia se inicia con un capítulo llamado ‘El señor Holmes’ en el que el lector conocerá mejor a John Watson, puesto que es él el que explicará todas las historias que siguen desde la primera persona.
‘El año 1878 me doctoré en medicina en la Universidad de Londres y me trasladé con el fin de asistir al curso obligatorio para cirujanos del ejército. Al terminar mis estudios allí, fui destinado a 5º de fusileros de Northumberland como cirujano auxiliar (…) Antes de que yo pudiera incorporarme estalló la Segunda Guerra mundial en Afganistán (…) En la batalla de Maiwand fui herido en el hombro, que me destrozó el hueso y me rozó la arteria subcálvica.’
El pobre Watson después cayó enfermo de tifus y lo dejó, entre pitos y flautas, para el arrastre y de vuelta a Londres con una mísera pensión, hasta que se encuentra con Stanford, un viejo compañero que le presenta a Holmes para que ambos compartan un piso que se puedan pagar. En cuanto se conocen le suelta esa famosa frase de ‘veo que ha estado en Afganistán’ dejando al ex soldado con cara de pez.

Pero a parte, Holmes es un engreído de narices, eso queda patente con la prueba de hemoglobina con el que se nos presenta el personaje cuándo el detective ‘se llevó una mano al corazón y se inclinó, como si correspondiera a los aplausos de un público imaginario’, lo que ya da una idea al lector, que precisamente, la autoestima baja, no la tiene. Es más, Stanford define a Holmes como un ‘almanaque viviente de delitos’ y si además añadimos que el propio detective cuenta que maneja venenos con frecuencia (razón por la que tiene la mano llena de parches y descolorida por los ácidos corrosivos), a eso que le gusta el tabaco fuerte y que ‘veamos qué defectos tengo. A veces me deprimo y no abro la boca durante días. Cuando esto ocurra no debe pensar que estoy enfadado, déjeme solo y pronto se me pasará’. Watson en cambio, comenta que tiene un cachorrito de perro, pero sinceramente, yo de él, saldría por patas. Ambos quedan el día de mañana a las 12h en Baker Street.

Watson define el piso como ‘dos cómodos dormitorios y una única sala de estar, espaciosa, ventilada y amueblada con gusto e iluminada por dos amplias ventanas’. Pero pronto Watson se da cuenta que Holmes parecía más normal de lo que le habían dicho:
‘Holmes no era una persona con la que resultara difícil vivir. Sus modales eran tranquilos y sus costumbres, regulares. Era raro que estuviera fuera de casa después de las 10 de la noche, e inevariablemente había desayunado y había salido antes que yo me levantara por la mañana. (…) De tanto en tanto se producía una reacción violenta y permanecía días enteros tumbado en el sofá de la sala sin apenas pronunciar una palabra ni mover un músculo desde la mañana hasta la noche. En tales ocasiones, advertía yo en sus ojos una mirada tan absorta y ausente que, si la templanza y la integridad de su vida no me lo hubiesen impedido, habría sospechado que era adicto a algún estupefaciente.’
El olfato médico de Watson no está alejado de lo que se mete en vena su amigo, como veremos en las próximas historias. Es más, en el capítulo 2 intenta descifrar a su extraño compañero de piso. Primero con una descripción que reza así: ‘medía más de seis pies y era tan extremadamente delgado que parecía más alto. Sus ojos, eran agudos y penetrantes, salvo en los intervalos de estupor, y su fina nariz aguileña confería a todo su semblante un aire vivaz y decidido. También su barbilla, prominente y cuadrada, revelaba a un hombre resuelto. Aunque sus manos estaban invariablemente manchadas de tinta y cubiertas por marcas causadas por productos químicos. Holmes poseía una extraordinaria delicadeza de tacto’.

No se puede ser más carismático que Holmes. Ilustración de  D. H. Friston (1887)

En este capítulo Watson intenta averiguar de qué narices trabaja Holmes,  llegando al ponto de citar a Thomas Carlyle y que Holmes le preguntara con toda la ingenuidad quién era ese señor y qué había hecho. Pero para el médico lo dejó patidifuso que el detective ignorara la teoría copérnica y la composición del sistema solar. De hecho a Holmes le importa un pimiento que la Tierra gire alrededor del Sol:
‘ –Parece usted estupefacto. –Me dijo, sonriendo ante mi expresión de asombro- pues bien, ahora que lo sé, haré todo lo posible por olvidarlo.
-¡Olvidarlo!
-Mire, –me explicó-considero que el cerebro del hombre es originalmente un desván vacío, que uno debe ir llenando con los enseres que prefiera. El necio mete en él todos los trastos que encuentra, de modo que los conocimientos que podrían serle útiles no disponen de lugar, o en el mejor de los casos, están mezclados con tantas otras cosas que es difícil dar con ellos (…). Créame, llega un momento en que todo conocimiento añadido supone el olvido de algo que sabías. Es por tanto, de máxima importancia no permitir que datos inútiles desalojen los útiles.
-Pero el sistema solar…-protesté-.
-¿Qué diablos me importa a mí? –me interrumpió impaciente- usted dice que giramos alrededor del Sol. Si girásemos alrededor de la Luna, ello no supondría la más insignificante diferencia para mí o para mi trabajo.’
Claro está en esta frase que 1) Holmes no tiene vida social y 2) el cerebro es una poderosa herramienta de retención de datos que puede llegar hasta los 1.000 terabytes (esto son datos de la BBC, basándose en la fórmula matemática de que si el cerebro humano tiene 100.000 millones de neuronas con 20.000 emplames simpáticos compartidos, y que cada uno de ellos, pongamos que equivale a un bit binario, pues calculen ustedes si sale a devolver). Sin embargo, en vez de preguntar, Watson se queda más quieto que un palillo de dientes y decide hacer una lista sobre los conocimientos de Holmes. De literatura, filosofía y astronomía, ningunos. De política, escasos. de botánica conoce solo los venenos y nada de jardinería. De geología solo distingue de un solo vistazo los tipos de suelos. De química, profundos. De anatomía: precisos pero poco sistemáticos. De literatura sensacionalista: inmensos. ‘Parece conocer todos los horrores perpetrados en este siglo’. Toca bien el violín, juega al críquet, hace boxeo y esgrima. Buenos conocimientos prácticos de la ley inglesa.

Aunque Sherlock puede ejecutar piezas difíciles al violín, en el libro se cita que toca a Mendelsshon, él siempre lo usa como relax para pensar a su aire. El día que Watson, después de alucinar mandarinas con la gente que que entra en su casa para ver a Holmes, descubre la profesión de su amigo, es un 4 de marzo, día que coinciden para desayunar, y Watson se topa con un artículo que tenía una marca a lápiz junto al encabezamiento titulado ‘El libro de la vida’: ‘a partir de una gota de agua, el hombre que razona con lógica puede inferir la posibilidad de un Atlántico o un Niágara sin haber visto ni haber oído hablar de lo uno ni de lo otro’. Lo que Watson tacha en un principio de ‘inefable estupidez’ es lo que permite a Holmes ganarse la vida como ‘detective consultor’, una profesión que sirve para cuándo los detectives del gobierno y los privados ‘andan desorientados, acuden a mí. (…) Me suministran todas las pruebas y generalmente, soy capaz, con ayuda de mis conocimientos indicarles el camino (…) a continuación, me embolso mis honorarios’. 

Holmes tiene razón en eso de que ‘la observación en mí, es un segunda naturaleza’. Por ejemplo, cuándo adivinó que Watson venía de Afganistán, ‘los pensamientos fluyeron tan aprisa por mi mente que llegué a la conclusión sin tener conciencia de los pasos intermedios’. Aquí les resumo el razonamiento:

Caballero con aspecto de médico pero con cara castrense –> médico militar—> rostro moreno—> ha llegado del trópico (no es el tono de su piel) –> rostro macilento (ha padecido infortunios) –> brazo izquierdo rígido—> herido –> Afganistán.

En ese momento, Watson lo compara con Dupin, el detective de Edgar Allan Poe, al que Holmes responde que Dupin no valía gran cosa. Watson propone a Lecoq, de Émile Gaboriau al que Holmes trata de chapucero, porqué podría haber resuelto el caso en 24 horas y le costó seis meses. Watson dice: ‘este tipo puede ser muy listo, pero es sin duda un engreído. (…) Cuanta jactancia y fanfarronería.’ Holmes sigue divagando: ‘¿De qué sirve nuestra profesión sin inteligencia? Si bien dispongo de la suficiente para hacer famoso mi nombre no existe ni ha existido hombre alguno que aportara al descubrimiento del crimen tantos estudios y tanto talento natural como yo. ¿Y para qué? No hay crimen que descubrir, a lo sumo alguna fechoría con un móvil tan transparente que hasta un funcionario de Scotland Yard puede reparar en él’.

Mal rollito, el de las sectas. Ilustración de  D. H. Friston (1887)
El primer caso de los dos amigos tiene lugar cuándo el inspector Tobias Gregson le envía una carta relatando un suceso que ha tenido lugar en el 3 de Brixton Road, con un cuerpo que no presenta restos de sangre ni herida. ‘Faltan datos. Es un error garrafal realizar sin disponer todavía de todas las pruebas. Altera el juicio’.

Cuándo llegan a la dirección, Sherlock se dedica a andar arriba y abajo por la acera, mirando el suelo, después por el sendero que lleva a la casa, para comprobar las pisadas, aunque ese dato se sabe después. Lo siguiente es burlarse de los inspectores Gregson y Lestrade ‘con dos hombres como ustedes en la brecha no restará gran cosa que descubrir a una tercera persona’. Y se queda tan pancho. A Lestrade lo describe Watson como ‘flaco y parecido a un hurón’. Para resolver el caso, lo primero que hace Holmes buscar en su mente algún caso que se le parezca, porqué como dice el detective ‘no hay nada nuevo bajo el sol’. Concretamente él recuerda la muerte de Van Jansen, en Utrech en el año 34. Eso es algo que los inspectores no recuerdan o no tienen en cuenta, Holmes es de los que piensan que ‘todo se ha hecho ya antes’. En lo que se fija es de entre todo una edición de bolsillo de Decamerón, con el nombre de Joseph Stangeston. Después encuentran la palabra RACHE escrita en la pared con sangre. Holmes examina la habitación con una cinta métrica y una lente de aumento y después suelta otra pulla:
‘Dicen que la genialidad consiste en una infinita capacidad de esfuerzo. (…) Incluso los detalles más nimios tienen una finalidad determinada y didáctica.’ 
Por eso él deduce que el culpable es hombre, de más de seis pies (más o menos su altura), joven, de pies pequeños, con botas de puntera cuadrada y que fumaba un cigarro Trichinopoli. Que llegó a ese sitio en un coche de cuatro ruedas tirado por un caballo con 3 herraduras viejas y una nueva en la pata delantera derecha, que tuviese el rostro rubicundo y las uñas largas. Y que ‘RACHE’ significa venganza, en alemán. El lector sabrá que lo primero que observó Holmes fue el suelo, que le permitió saber que cómo había llovido, las marcas proferidas. Lo del caballo fue que una de las patas del animal había quedado más marcada en el suelo. Ha calculado la estatura del individuo por la longitud de los pasos y de las letras RACHE, que se hallaban a seis pies, y las personas escriben a la altura de la vista. La edad la deduce por las zancadas del suelo. La del tabaco porqué Holmes hace monografías para conocer los tipos por las cenizas. Y lo de las uñas lo dedujo porqué vio que habían rayado la pared. Holmes tiene claro que RACHE es una pista falsa: no está escrita por un alemán porqué no utiliza caracteres latinos.
‘Mi compañero se sonrojó de placer ante mis palabras y ante la sinceridad con que las pronuncié. Yo ya había observado que, en lo concerniente a su arte, era tan sensible a los halagos como cualquier muchachita en lo concerniente a su belleza’.
Holmes tiene corazoncito. Le gusta Norman Neruda y sustenta que ‘debería utilizar para algo más que como adorno esa esa cabeza que sostiene sobre los hombros’. Deciden utilizar el anillo encontrado en la escena para atrapar al asesino. ‘Estudio en escarlata, ¿No? ¿Porqué no utilizar un poco la jerga artística? Con la madeja incolora de la vida encontramos la hebra escarlata del asesinato y nuestro deber consiste en desenredarla’. De ahí el título del libro, si se han preguntado alguna vez de dónde venía.
‘Nuestras ideas deben ser tan amplias como la naturaleza si deben interpretar la naturaleza. Dónde no hay imaginación no hay horror.’
El anillo en cuestión, se le cayó al asesino al inclinarse sobre el cuerpo del tal Debber, y al darse cuenta, volvió a casa, pero allí se encaró al policía y se hizo el borracho para que no sospecharan de él. La sorpresa que se llevan Holmes y Watson es que el anillo no lo viene a buscar un hombre joven sino una señor mayor, que el detective decide seguir después de entregárselo y que resulta ser un señor disfrazado. ¿Quién? Es algo que no se resuelve en la novela.

Otra cosa destacable del escrito son las versiones tergiversadas que dan los diarios sobre el asesinato de Brixton Road. El ‘Daily Telegraph’ dice que es cosa de refugiados políticos y de revolucionarios. El ‘Standard’ que era cosa del gobierno liberal. El ‘Daily News’ que era un crimen político. No deja de ser curioso, que pese a ser ficción la realista forma de hacer de los medios no haya evolucionado nada desde 1887.  Respecto a eso y refiriéndose a la policía, Holmes dice ‘si atrapamos al hombre será gracias a sus esfuerzos, si se nos escapa será pese a sus esfuerzos. Hagan lo que hagan, tendrán partidarios. Un sot trouve toujours un plus sot qui l’admire (un tonto encuentra siempre otro tonto que lo admira).

Para investigar, Holmes hace servir lo que llama División del Cuerpo de Detectives de Baker Street: golfillos mendigos que según el detective uno de ellos vale más que una docena de policías, porqué son más listos que el hambre y se meten en todas partes. Holmes muestra ansiedad al pensar que otro puede resolver el caso antes que él. ‘Para una gran mente, no hay nada pequeño’, le dice a Gregson cuándo este se ufana de haberlo resuelto. Resulta que habían metido en chirona a un falso culpable: un chico de una posada que defendió a su hermana de las manazas de Debber (la víctima), porqué a parte de machista, el tío era un borracho. ‘Es realmente emocionante –dijo Sherlock Holmes con un bostezo (…) Hay que ver cómo progresa, Gregson. Todavía haremos de usted un hombre de provecho’. Lestrade llega con la noticia: el secretario de Debber, Joseph Stagerston, ha sido asesinado en su hotel. Este llevaba dos días esperando a Debber.Y en esa escena también encuentran la palabra RACHE y un telegrama con ‘J.H está en Europa’, además de una cajita con un par de píldoras. Una envenenada y otra no, completamente iguales (pequeñas, redondas, de color gris perla y casi transparentes a contra luz). ‘Cuando un hecho parece oponerse a una larga serie de deducciones es siempre susceptible a ser interpretado de otra manera (…). Es un error confundir lo extraño con lo misterioso’. Con la cabeza hundida en el pecho y el entrecejo fruncido, es la actitud que adopta cuándo reflexiona. De repente, en la habitación de Baker Street, entra un chochero y Holmes le pone las esposas.

(No sigan leyendo si no quieren spoilers cómo trolebuses.)

Hope le da su merecido. Ilustración de  D. H. Friston (1887)
Es Jefferson Hope, el asesino de Debber y Stagerston. Y sin comerlo ni beberlo, el lector pasa a la segunda parte, titulada: ‘El país de los santos’ que explica el porqué de todo el tinglado, imposible de deducir para el lector, pues la historia parece ‘Falcon Crest’.

Así, resumiendo un poco, empieza con un hombre y una niña pequeña están perdidos en un desierto árido, el 4 de mayo de 1847, solo les queda morir de desnutrición. Cuándo estaban a punto de desfallecer, una larguísima caravana de mormones los rescata a cambio que acepten su religión. El hombre del desierto se llama ‘John Ferrier y la niña, que no era suya pero la adopta, Lucy. No les queda más narices que aceptar las condiciones si quieren sobrevivir. Se instalan en Utah, y se le asigna un terreno, que en nueve años John lo convierte en próspero, y se vuelve un personaje rico y popular en el pueblo. Lucy, la más bonita de ahí, se enamora de Jefferson Hope, un muchacho que pasaba por ahí y que la saca de una manada loca de ganado. Hope había trabajado de todo: cazador, explorador, buscador de plata…Ferrier había decidido no cumplir con la tradición de los mormones de casar a su hija con semejantes individuos, que a parte tenía enorme harenes de mujeres cada uno de ellos (todos menos él). Pero había un problema: quién desobedecía a la Iglesia (¡oh, qué sorpresa!) desaparecía sin dejar rastro. ‘Escaseaban las mujeres adultas y sin población femenina lo bastante extensa, la poligamia es una doctrina estéril. Entonces empezaron a circular rumores sobre inmigrantes asesinados y campamentos saqueados en zonas dónde jamás se habían visto indios…Aparecieron mujeres nuevas en los harenes de los ancianos, mujeres que languidecían y lloraban y llevaban impresas en el rostro las vivencias de un horror inextinguible. La banda, se hacía llamar Ángeles Vengadores (…) De ahí que todo el mundo temiera a su vecino.’

Pero Ferrier recibe un mensaje de los Ancianos reclamando la mano de Lucy para alguno de sus hijos, Debber y Stagerston, cualquiera de los dos. Ferrier envía un mensaje a Hope para que les ayude a escapar con vida a él y a su hija. Ferrier recibe días después la visita de esos dos hijos: ‘hemos venido para solicitar la mano de su hija para aquel de nosotros dos que a usted y a ella les parezca mejor. Como yo solo poseo cuatro esposas y el hermano Debber siete, creo que mi solicitud tiene prioridad’.

Díganme que no dan ganas de hacer una pira con ellos por tratar a las mujeres como ganado. Ferrier coge su escopeta y los amenaza: ‘la habitación tiene dos salidas: la puerta o la ventana ¿cuál preferís?’. Pero Ferrier sabía que su riqueza y su posición no servirían de nada, puesto que otras personas tan conocidas y tan ricas como él habían desaparecido con anterioridad y sus bienes habían pasado a la iglesia. ¡Oh, qué casualidad, oigan! A la mañana siguiente se encontró la una nota sobre el pecho que decía que le daban 29 días para cambiar de opinión. El último día de termino llegó Hope, informó que la casa estaba rodeada y escaparon en caballo. Después de días de montar, Hope se fue a cazar algo de comer, y dejó a Ferrier y a Lucy solos. Pero el chico se perdió y cuándo llegó no encontró a Lucy sólo una tumba con una estaca con un trozo de papel que ponía ‘John Ferrier’.

A Jefferson le habían quitado lo que más quería: un amigo que era como un padre, y la mujer de la que estaba enamorado. Si ya no le quedaba nada, al menos podría dedicar su vida a la venganza. Se enteró que Lucy se había casado con Debber. Se ve que tanto Debber como Stagerston habían participado en ‘la caza’ y el segundo le había disparado Ferrier. Lucy no volvió a levantar cabeza, por la terrible muerte de su padre y por el terrible matrimonio al que se había visto forzada, se consumió de pena y murió antes de un mes. Su embrutecido marido se había casado con ella para apoderarse de los bienes de Ferrier y no demostró demasiado pesar por la pérdida. Pero Hope, el día del velatorio, apareció, le dio un beso, le cogió la mano y le quitó el anillo de boda. El chico trabajó para ahorrar dinero y acabar con lo que le habían arruinado la vida. Los persiguió por media Europa y decidió darles caza. Como declara cuándo Holmes y Watson lo pillan: ‘Les bastará saber que eran culpables de la muerte de dos seres humanos, un padre y una hija, y que por consiguiente habían perdido el derecho a sus propias vidas. La muchacha iba a casarse conmigo hace 20 años. Yo le quité el anillo del dedo de la difunta y juré que ese hombre, al morir, lo tendría delante de los ojos. (…) Ellos eran ricos, yo pobre de modo que no me fue fácil seguirlos. Aprovechó cuándo se separaron y también que Debber estaba borracho para llevarlo a la casa de Brixton Road. ‘No imaginen que pretendía matarlo a sangre fría. De hacerlo así, hubiera sido un acto de estricta justicia, pero no podía decidirme a ello, Había decidido hacía tiempo que él debía tener la oportunidad de salvar su vida’. De ahí lo de las pastillas. Respecto a la viejecita: ‘puedo contar mis propios secretos, pero no creo problemas a los demás. Leí su anuncio y creí que podría tratarse de una trampa, mi amigo se ofreció a comprobarlo’.

A parte debo destacar dos frases nada alejadas de la realidad:
‘En el mundo no importa demasiado lo que uno haga. Lo importante es de lo que uno es capaz de convencer a la gente que ha hecho’. ‘Todo lo que escapa de lo corriente es antes un indicio que un estorbo’.
Para resolver un problema de esta índole es de vital importancia razonar hacia atrás. Esto es a partir de un resultado, extraer de su propia conciencia los pasos que le han conducido a él. También se dice razonar analítico. Holmes llega a la hipótesis basándose en el método de exclusión: ninguna otra hipótesis se ajustaba a los hechos.

El final final es un tanto paradójico, dado al recochineo. El periódico del día decía: ‘El mérito de la captura corresponde a Lestrade y a Gregson de Scotland Yard. El individuo fue detenido al parecer en las habitaciones e un tal Sherlock Holmes que ha demostrado, como aficionado, cierto talento detectivesco y que junto a estos maestros, podría adquirir con el tiempo hasta cierto punto de su misma destreza’. A lo que Holmes responde irónicamente:

Populus me sibilat at mihi plaudo
Ipse domi simul ac nummos
contemplar in arca’
 
4/5
★★★★

Imágenes: https://www.arthur-conan-doyle.com/index.php/
Fuentes: http://quo.mx/preguntas-inteligentes/2013/05/03/cuantos-bytes-almacena-nuestro-cerebro, https://www.arthur-conan-doyle.com/index.php?title=A_Study_in_Scarlet

Imágenes: https://www.arthur-conan-doyle.com/index.php?title=A_Study_in_Scarlet. Illustrations by D. H. Friston (1887)
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38 comentarios:

  1. Con lo que te curras cada entrada a una no le queda mucho por decir, a parte de gracias, claro.
    Me encantan las aventuras de Sherlock, hace años las devoraba. Mi favorita sin duda fue El perro de los Baskerbille, creo que después de leerlo estuve un tiempo alejada del mundo perruno xD
    Y Sherlock es uno de esos engreídos encantadores, siento cierta debilidad por el personaje, genio autárquico y con problemas de ego, bien, es bien. Además siempre creí que entre él y Watson había más de lo que nos contaba el bueno de Conan.

    Muy fan del Detectiu Conan también xD i ara m'adono q no sé xq he estat tota aquesta estona escrivint amb castellà, és aquest coi de costum que m'està tornant casi casi bilingüe.

    Una abraçada guapa ;)

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    1. Hola Mahalta!

      Gracias a ti por comentar. El perro de los Baskerville todavía no la he devorado, pero le tengo ganas, porqué de acuerdo contigo y otros Sherlockianos, es una de las mejores historias de Doyle. Entre Sherlock y Watson vete a saber lo que había (seguro que más de una vez le puso veneno en la comida o algo por el estilo), de momento nos quedamos con que es una bonita amistad. El Detectiu Conan era una passada! Ostres es que encara ni està acabada la série ni res. No sé si hi ha 800 capítols o així ¡és llarguíssima! Ens passa molt a les bilingues de barrejar dues llengües, és normal. XD

      Un petonàs!!!

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  2. Me visto películas y series relacionadas pero nunca me leído ningún libro no por que no me llamará quizá por que no me había tomado con el, me gusta mucho la intriga y el estar pensando como tu dices al cluedo, así que si está en formato ebook no descarto leerlo, además tiene pocas páginas. A mi madre le encanta el hombre. Me alegra que te haya gustado, y yo no descarto leerlo. Nos leemos ^^

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    1. Hola!!

      Está hasta en formato gratuito en varias webs. Y por supuesto en ebook. A los frikis como yo nos gusta tenerlo en físico y en varias versiones, que sino se escapa. ^^

      Un besote!

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  3. Com ja t'han dit...amb la "currada" de cada post, poc em de dir!
    Bé, bàsicament que fa motles ganes de lletgir-ho. I ara m'hauras de regalar hores. Que 24h no em basten! jiji!
    Un petonàs!

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    1. ¡Hola Neus!

      Jajajajaja! És ben cert! Les hores no donen per més, ara que ja han pasat les vacances! jijijijij!!!

      Un petonàs ben fort!

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  4. Creo que he visto todas las series y películas que han sacado sobre Sherlock y nunca he leído ninguno de los libros... No puede ser! A ver si me animo pronto con alguno =P
    Besos ^^

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    1. Hola Leafa!

      A mi todavía me faltan pelis de Sherlock por ver (sobretodo las antiguas en blanco y negro), algún día me pondré a ello. Me pasa al revés que a ti con los libros ^^

      Un besoteeee!!

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  5. Genial entrada... como siempre¡¡ Podemos llegar a la conclusión de que Holmes no tiene nada bueno ¿pero será eso lo que nos atrae tanto? Qué maravilla¡¡ Es un antihéroe muy peculiar¡¡¡ Como sabes me leí el Todo Sherlock de editorial cátedra y es uno de mis libros favoritos... de los pocos que suelo releer. Cada relectura saco algo nuevo... genial¡¡ un besazo y feliz semana¡¡¡

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    1. ¡Hola Francis!

      La verdad es que puede que sea precisamente por el tipo de antihéroe, que atrae tanto, o porqué es simplemente insoportable y nos gusta ver como maltrata al pobre Watson y les da palique a los de Scotland Yard mientras se burla de ellos. Yo todavía no voy ni por la mitad de Cátedra, porqué a cada historia voy haciendo parones, y leyendo otros libros, pero vamos, que tengo Holmes para rato.

      Un besazo!!!!

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  6. Hola!
    Sherlock es uno de mis personajes preferidos de la literatura y es que están completo, con un montón de defectos que lo hace tan exquisito al leer y que te sorprende a cada rato con mente privilegiada.
    Haces las entradas tan interesantes, que me que un gran rato releyendo todo lo que nos compartes.
    Besos

    Believe in Yourself

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    1. Hola Isabel!

      Es bien cierto! Sherlock es un personaje con muchos matices de carácter y lo vemos evolucionar en cada una de las historias y abrirse mas con Watson. Gracias por leerme y comentar, de verdad!

      Un besoteee!!!

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  7. BUUF pedazo de reseña D:
    He pasado de puntillas porque justo tengo este libro para leer en una LC este mes. Estoy a puntito de empezarlo.
    Veo que le has puesto un 4, enseguida que pueda me paso a leerte y a comentarte otra vez, que es que a mi me encanta S.Holmes *-*
    Un besoteee :)

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    1. Hola Tessa!

      A ver si te gusta. Para mí no es el mejor, si el más famoso, pero no el más lúcido narrativamente hablando. Y la división entre dos partes queda colgada, y corta totalmente el ritmo que se consigue al principio. De todas formas, todo es cuestión de gustos ^^

      Un besoteeee!!!

      PS: a mi no me gusta nada Holmes ¿no se nota verdad? :p

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  8. Hola! ^^
    Este fue el primer libro que intenté leer del famoso detective, y fue una lectura que acabé abandonando. La verdad es que no creo que pruebe con otro de sus libros, porque me imagino que todos serán del mismo estilo. Las historias de Sherlock Holmes no están hechas para mi.

    Besos!

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    1. Hola Mary!

      Jajaja! Ya me lo dijiste en otro comentario. Doyle tiene lecturas a cascoporro, son todos del mismo estilo pero unos más sofocantes que otros, porqué hay historias de no más de 15 páginas a las que una ya les ve venir el plumero de lejos.

      Un besote!

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  9. Siempre he querido leer Sherlock Holmes pero nunca me he puesto a ello. Me he visto las pelis y también la serie de la BBC (aunque claro, no se parecerán al libro xD) así que tengo muchas ganas de hacerme algún día con la obra original y disfrutar de su lectura :3

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    1. Hola Sorasaku!

      La serie de la BBC es monumental, pero al igual que pasa con la versión que hizo Downey Jr., el parecido con los libros es de un huevo a una castaña. Ahora hay un montón de reediciones de la obra (el oto día vi en un gran centro comercial 'El perro de los Barkerville por 3 euros!) y seguro que sacarán más pronto.

      Un besoteee!!

      PS: Si no quieres gastar un euro, también están colgadas online y gratis. :)

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  10. ¡Hola Hydre!

    Sherlock es un personaje para amar y odiar a la vez. Es así. Te fascina, pero al mismo tiempo sabes que si fuera de carne y hueso, más de una vez tendrías la tentación de sacudirle.

    Es curioso que justo lo que más recuerdo de este libro es cuando vemos como Sherlock no sabe que la tierra gira alrededor del sol y que, encima, le da exactamente igual.
    Para mí es una forma de hacer más peculiar y más real a Sherlock. Doyle podría haber hecho al típico personaje que sabe de todo, sin embargo, prefiere desconcertarnos con esta disparidad de conocimientos. Me recuerda a una frase que leí por ahí (creo que era de Einstein): "Todos somos ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas"

    El "desenlace mormónico" no me fascinó demasiado, sin embargo, es un libro que he leído varias veces porque me encanta ahondar en los personajes de Watson y Sherlock y el método de deducción de este mismo. Además de ese algo nostálgico que nos da a los fans de Sherlock leer la primera historia de este personaje.

    Como te he dicho en incontables ocasiones, me encantan tus reseñas. Además de lo mucho que profundizas en todo lo que ves y lees y esos datos desconocidos que siempre nos das (al menos a mí) también me encanta leerte por esas frases que sueltas para el que las quiera coger:

    "El trasfondo de poligamia que narra Doyle en la novela le valió ser persona non grata para los danitas, una organización dentro de la iglesia Mormona. Y con la iglesia hemos topado, porqué el autor se tuvo que disculpar. Si es que se nota que el colectivo eclesiástico es tolerante y solidario con otras ideas que no sean las suyas. Solo hay que ver lo que hizo la inquisición."

    Jajaja. Siempre me haces pasar un buen rato.

    Seguiré atenta a tus reseñas.

    ¡¡Besotes y qué tengas un buen finde!!

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    1. Hola Chari!

      Sinceramente, si lo tuviese delante, con toda probabilidad, Sherlock hubiese acabado con la cabeza metida dentro de un váter mientras yo tiro de la cadena con garbo nada desdeñable. De hecho, es todo lo contrario a mi carácter. Eso sí, hay que tenerle en cuenta que tiene unas respuestas la mar de ingeniosas. La teoría de Copérnico se la preguntan en ese programa de 'Quién quiere ser millonario', y se le queda la cuenta a cero. Einstein era un genio, también. Un genio real con un gran sentido del humor (tengo pendiente su Teoría de la Relatividad, una edición magnánima con lujo de detalles y hasta gráficos). Es el mismo que dijo 'No tengo ningún talento especial. Solo soy apasionadamente curioso' y tenía razón, la curiosidad no mata al gato, lo resucita.
      El desenlace de los mormones, sobretodo en lo que refiere a esta parte es un tostón. En serio, rompe por completo la trama. Es como un pegote, que creo que cono no sabía por dónde salirse se inventó otra historia paralela. Jijijiji! Lo de las frases así al vuelo las dejo por si los lectores se fijan y las 'pillan al vuelo'. Es inevitable, siempre se me cuela algo.
      Gracias por comentar!!

      Un besote muy grande y feliz inicio de semana! ♥

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  11. Hola guapa, sólo pasaba para decirte que te he nominado al premio noleolasentradaslargasporquenotengoneuronas .
    Saludos!

    Jajaja lo siento Iris, tenía que poner algo de eso XD
    Ya sabes, para no perder la costumbre con este tipo de comentarios.

    ¡Esto es misterio y no las porquerías esas que salen ahora con portadas "bonitas" de cadáveres de chicas en el bosque!
    Como ya sabes no he leído a Doyle pero quiero hacerlo porque tras leer tus reseñas me entran ganas.
    Te has currado muchísimo esta entrada y así da gusto.
    Sobre la trama mucho no puedo decir (aunque me gustaría) porque no lo he leído, pero dos cosas me llamaron la atención: lo de la religión, que como siempre quieren adquirir cuantos más idiotas mejor, y lo de la mujer, como siempre "el sexo débil".

    Me gustan los antihéroes, dan mucho para hablar, son originales y son de esos a los que acabas queriendo y odiando al mismo tiempo.

    ¡Muchas gracias por tu reseña! Espero ansiosa la siguiente.

    ¡Un abrazo! ♡♡♡

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    1. Hola Lucía!

      JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!! Anda que no, que alguna por ahí habrá. La que lían ellas solas. En fin, que eso ha sido un gran inicio de comentario, que hasta lo encontraba a faltar después de una semana de vacaciones XD.
      Uffff!!! Esa portada de verdad que me hizo hinchar los ovarios hasta niveles atmosféricos. Doyle tiene historias que están bien, otras que están muy bien y otras que se ve que las ha escrito más por obligación que por gusto. La religión a día de hoy es un tema espinoso, aquí por ejemplo tenemos las leyes por un lado pero después las acciones van por el otro. Lo de la mujer no paso por eso. No puedo, así que cuándo lo leí no pude evitar el ¿QUÉ ME ESTÁS CONTANDO? pero no te extrañes que fuera así, y más teniendo en cuenta que después presionaron a Doyle para que se disculpara. A mi me huele a gato.

      Un besote y gracias por tu comentario!!!!! ♥♥♥

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  12. ¡Hola! ^-^

    Jo, y yo que pensaba que mis reseñas eran largas jajaja (creo que es la reseña más extensa que he leído nunca, y lo digo a bien, me parece todo un mérito).

    Yo nunca he leído nada de Sherlock Holmes (y no por falta de ganas) y esta podría ser un buen comienzo ya que si es la primera historia que escribió Doyle sobre este curioso inspector que mejor que empezar por el principio ¿no? >.<

    Vaya, vaya con que escribía textos de espiritismo, que fuerte, y todavía me ha parecido más raro lo de Watson, he tenido que releerlo para ver si me había enterado bien, apalear cadáveres, que tétrico (por más que sea por saciar tu curiosidad científica).

    No tenía ni idea de lo insufrible que es Sherlock Holmes, sabía que no era muy sociable pero no que era un misógino, arrogante, engreído, drogata... y todas las otras características que mencionas.

    A pesar de que me dé cierto miedito el echo de poder no soportar al protagonista lo leeré. Me ha llamado suficiente la atención, además de que me parece un cachondo, he tenido que traducir la cita final que pones y qué risa, también he visto que es una cita que escoge Sherlock.

    ¡Me quedo por aquí!

    Besos.

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    1. Hola Sonia!

      Uyyyyy!!! Creo que me ponen en el récord de blogger en cuanto a tochos y gano de largo. Jajajaja! Me explayo de lo lindo, porqué me gusta analizar desde un punto de vista, darle la vuelta y analizar desde otro punto de vista. Es genial!
      Esta no es la mejor historia de Doyle, pero es bonito ver como se conocen Sherlock y Watson y como entablan una amistad que en un principio parecía inverosímil. Sherlock es un personaje bastante tétrico en cuanto a curiosidad científica, y a veces, muy bestiajo con las pruebas (él mismo se inyecta drogas para saber sus efectos). Eso sí, a irónico no le gana nadie.

      Un besoteee!!

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  13. Hola! No he leído nada de Sherlock Holmes, de modo que no tengo gran cosa a la que aferrarme para dar mi propia opinión. Me ha gustado tu reseña, se nota que te gusta informarte de los libros y analizarlos. Es probable que le dé una oportunidad pero ahora mismo me sería imposible, pues tengo muchos pendientes.

    Gracias por la entrada.

    Besos gatunos!

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    1. Hola Lilly!

      Me encanta analizarlos de pe a pa. Es una manía que tengo. Algún día si cae en tus manos, seguro que te enganchas!

      Un besote!!

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  14. Me leo hasta donde empiezan los spoilers, que quiero leérmelo. Como siempre, estupenda reseña!
    Besos:)

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    1. Hola Sara!

      Gracias por comentar! Ya me dirás si lo lees.

      Un besote!

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  15. Ohhh! Alguien con quien puedo fangirlear sobre Sherlock, (y mas sobre la serie de la bbc). Yo también quiero la versión de Penguin *-* Ojala pueda conseguirla algún día. Amo a Sherlock en todas sus formas.
    Y Dios! Que tus reseñas son hiper completas!!! Definitivamente me encanto. Un abrazo! ❅

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    1. Hola Nea!

      Por supuesto que puedes fangirlear de Sherlock por aquí! Vaya que sí! Soy una apasionada del personaje y de la serie de la BBC (saldrá 4ª temporada algún día?). Creo que en Amazon venden esa edición y al ser tapa blanda sale bien de precio. Gracias por comentar!

      Un abrazo fuerte!!

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  16. Pedazo de Reseña, voy a echar un vistazo al reto porque me encanta.
    Estudios en Escarlarta es una de las que no tengo leidas además.
    Me voy a la entrada del Reto!!
    Besos

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    1. Hola Noelia!

      Es que aquí servidora o hace reseñas a lo jumbo o no las hace. XD No, en serio, esta vez me ha salido enooooorme y eso que no tenía intención, que en realidad la pensaba hacer cortita y resumidilla, pero ya que me pongo, pues de perdidos al río. A ver si te gusta al reto!

      Un besote!!!

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  17. Hola Hydre:

    Me he visto varias películas y series sobre este personaje. Pero ni un solo libro. Puede que algún día me anime a disfrutar de los misterios que presenta en la historia.

    Un beso ^^

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    1. Hola Mindy!

      No puede ser que todavía no los hayas leído!! OMG!!! Algún día te sumergirás en ellos y te van a enganchar a bien.

      Un besote!

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  18. Hola Hydre, he aprendido mucho de Doyle con tu reseña/análisis y también de Sherlock y Holmes. Recuerdo haberlo leído de pequeña y me gustó, no tanto como Agatha Christie, pero bueno... cosas jeje
    Me salté toooooooda la parte que decía spoilers, aunque hay algunos antes jaja, porque quiero cumplir el reto de Holmes este año, así que bueno... nada, ya tendrás mi opinión, no tan elaborada, pero opinión al fin :D
    Saludos!

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    1. Hola Irissë!

      Christie se basó en Hollmes para crear a Poirot, si no me falla la memoria, y Doyle se basó en Dipin para crear a Holmes. Vamos, que son la fotocopia de la fotocopia remasterizada. ¿Hay algunos spoilers antes? Noooo, si lo pongo es porqué el lector no tiene manera humana de saber cómo ni el móvil del protagonista. Lo del anillo no tiene más importancia.

      Un besoteeee!!

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  19. Hola guapetona! :D

    Te soy sincera, no he leído la entrada entera porque me he parado en tu frase de "No sigan leyendo si no quieren spoilers cómo trolebuses.".
    Así que ahí me he quedado.
    Sí que te voy a decir que estaba leyendo tooodo super embobada. Me gusta como has estado contando todo. Llevo tiempo queriendo leer las novelas del detective Holmes y me da que lo voy a hacer pronto xD Voy a ir a buscarlo en las librerías pronto pronto y tenerlo preparado jijiji

    Las párrafos que has puesto, las frases y las descripciones de los personajes me han gustado mucho. Y no sabía esa visa tan variada del autor!! Que bueno que le salieran estas novelas por aburrimiento en su trabajo xD

    Gracias por la entrada! Leeré el libro y volveré para decirte qué tal :P

    Un beso!

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    1. Hola Olgui!

      Uy, es que si no te has leído la historia de Holmes, es mejor no desmontarla. Porqué después se sabe todo. A ver, que una ya se lo huele, pero es mejor avisar, para el lector que no quiera un análisis detallado del asunto. La ventaja es que las historias son muy cortas y se pasan rápido.

      Gracias a ti por comentar!

      Un besote!! ♥

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