Reseña: ‘El ritual de los Musgrave’, Arthur Conan Doyle

Mucho mejor que ‘La corbeta Gloria Scott’ y con más ritmo que ‘Estudio en Escarlata’, ‘El ritual de los Musgrave’ está contado de una forma lineal sin dividirlo en dos partes, como tenía acostumbrado al lector en las otras dos historias.

Este es uno de los 56 relatos cortos del famoso detective asesor publicado originalmente el ‘The Standard Magazine’ y posteriormente, en la recopilación de las  ‘Memorias de Sherlock Holmes’. La edición original contaba con las ilustraciones que hizo Sidney Paget en el año 1893, para esta, que es la historia número 20 de las aventuras.

El relato empieza cuando Watson le da por descubrir parte de su vida con Holmes y de compartirla con el lector. A medida que avanza el tiempo, el compartir piso se vuelve algo fatuo, y vamos conociendo mejor al detective.

Watson y Holmes en poniendo en orden papeles. Ilustración de Sidney Paget (1893)

‘Una anomalía en el carácter de mi amigo Sherlock Holmes que siempre me sorprendió, era que, a pesar de que en su razonamiento se mostraba el más preciso y metódico de los mortales y vestía con cierto remilgo, en cuanto a sus hábitos personales era uno de los hombres más desordenados del mundo, capaz de volver loco a cualquiera que compartiera con él su casa. (…) Pero yo tengo un límite y cuándo tropiezo con una persona que guarda los puros en el cubo del carbón, el tabaco en las babuchas persas y clava la correspondencia sin contestar en la repisa de la chimenea, comienzo a darme ciertos aires. Siempre he mantenido, además que practicar con el revólver debería ser, claramente un deporte de exterior, de modo que, cuando Holmes, en uno de sus extraños estados de humor, se sentaba en una butaca, empuñaba su revolver y con un centenar de cartuchos Boxer se dedicaba a agujerear la pared de enfrente con un patriótico << V.R.>> a modo de decoración no podía menos de pensar que ni la atmósfera ni el aspecto de nuestro cuarto saldría beneficiados. Pero mi mayor cruz la constituían sus papeles. Le horrorizaba destruir documentos, en especial aquellos que guardaban relación con casos pasados.’

Así que cuándo Holmes se dispone con cara de pena, eso sí, a hacer limpieza, Watson se interesa por sus primeros casos. Y concretamente, se fijan en uno un poco ‘recherché’, y antes de que Watson se diese cuenta, ya le había dado un papel arrugado, una llave antigua de latón, una pinza de madera a la cual estaba atada una pelotita de cuerda y tres discos de metal oxidados. Todo lo que le quedaba del caso de ‘El ritual de los Musgrave’. Y todo es poco para evitar hacer limpieza.

Musgrave  y Holmes detrás de la pista. Ilustración de Sidney Paget (1893)

Si se están preguntando que el especial de navidad de Sherlock de la BBC se basaba en esta historia, la respuesta es sí. Pero de forma muy, muy alejada. Vamos que es una adaptación que no tiene nada que ver con la historia original escrita por Arthur Conan Doyle. Se parecen como una piña a un aguacate.

En la que nos ocupa, la original, todo empieza cuándo a Holmes, que por aquella época vivía en Montagne Street, mientras estudiaba esas ramas de la ciencia que podrían ayudarlo a ser más eficaz, le llegó un caso de un antiguo compañero de universidad (el tercero que le proponían, recuerden que el primero fue el de ‘La Corbeta Gloria Scott’).  Aquí hay que hacer un inciso y decir que Montagne Street está al ladito del British Museum, y es una referencia de Doyle al lugar dónde él tenía su consulta médica, y dónde creó a Sherlock en una interminable espera por que apareciese algún cliente.

Bueno, a lo que voy, el compañero en cuestión era Reginald Musgrave el vástago de una de las más grandes familias del reino, que hacía cuatro años que no había visto. Por aquel entonces, el detective se dedicaba a vivir de su ingenio. Musgrave le expone el caso.

(Contiene spoilers como trolebuses)

En realidad, es un caso sencillo, el primero que encontramos que no está dividido en dos engorrosas partes y que cualquier lector a partir de los 10 años puede resolver antes de que acabe la historia, casi sin despeinarse. Pero también es una historia de no subestimar al prójimo, y que contiene, un porcentaje de feminismo (sí, cuesta creerlo) nada desdeñable.

A lo que voy. Musgrave tenía un mayordomo eficiente llamado Brunton, que hacía 20 años que servía en su casa. El hombre, todo virtudes. tenía un único defecto: era un donjuán. Desde que se había quedado viudo, se comprometió con Rachel Howells, la doncella, pero al poco la dejó por la hija del guardabosques. A resultas, la pobre Rachel parece un fantasma, toda ojeras. El segundo palo vino a Musgrave cuándo el amigo de Holmes descubre al mayordomo en la biblioteca, con un papel en forma de mapa y una copia de las preguntas y respuestas del ritual de los Musgrave, una ceremonia que pasa cada miembro al cruzar la mayoría de edad. Él despidió al mayordomo (le dio una semana para marcharse) y cuándo Rachel descubrió que se había marchado le dio un ataque de histeria. Brunton había desaparecido y no había rastro de él. Rachel pasó dos días delirando y rozando la histeria y un día, también desapareció. Incluso drenaron el lago, por si la encontraban allí, pero algo más curioso ocurrió: encontraron una bolsa de lino con metal. Si todavía no hay suficientes pistas de lo que pasa, a continuación les transcribo el ritual:

—¿A quién pertenecía?

—Al que se ha ido.

—¿Quién la tendrá?

—El que venga.

—¿Cuál era el mes?

—El sexto desde el principio.

—¿Dónde estaba el sol?

—Sobre el roble.

—¿Dónde estaba la sombra?

—Bajo el olmo.

—¿Dónde estaba colocada?

—Al norte diez y diez, al este cinco y cinco, al sur dos y dos, al este uno y uno, y luego debajo.

—¿Qué daremos por ella?

—Todo lo que es nuestro.

—¿Por qué deberíamos hacerlo?

—Para custodiarla.

A estas alturas seguro que ya imaginan claramente lo que pasó. Holmes piensa lo mismo y se lo advierte a su amigo: ‘su mayordomo es un hombre muy inteligente que tiene más lucidez que diez generaciones de amos’. Pero con lo que no cuentan los dos es que hay otra persona todavía más lista que se las da con queso.

La codicia. Ilustración de Sidney Paget (1893)

La casa de los Musgrave escondía algo y el ritual, es evidentemente el mapa. Solo había que seguir las instrucciones. Esas indicaciones les lleva a una bodega, una habitación de siete pies de profundidad, con varios discos de metal (antiguas monedas) y dentro estaba el cuerpo del mayordomo desaparecido.

‘Ya conoce usted mis métodos en estos casos, Watson. Me pongo en el lugar de la persona y tras haber calibrado su inteligencia, intento imaginarme como habría actuado yo en las mismas circunstancias’.

Pues hijo, tampoco es que te cueste una barbaridad, que mi canario lo podía haber resuelto con el mismo ímpetu. El asunto al que llega Holmes es el siguiente:

‘A un hombre siempre le resulta difícil reconocer que, por muy mal que la haya tratado, una mujer ha dejado de estar enamorada de él. Podría intentar ser un poco amable con ella y así conseguirla como cómplice’.

La idea era ir de noche a la bodega y uniendo fuerzas, levantar la piedra que la tapaba. El problema es que solo uno podía entrar por el agujero, y ese era Burnton, mientras la chica le esperaba arriba. Y cuándo el mayordomo abrió el cofre y le dio el contenido…

‘¿Qué rescoldos de venganza no se inflamaría en el alma de aquella apasionada mujer celta al ver que tenía en su poder al hombre que había abusado de ella?’

Pues sí. Dejó ir la piedra y le dejó ahí encerrado mientras se largaba con el botín. De ahí su rostro pálido, sus nervios y su risa histérica a la mañana siguiente. Las monedas que encontraron eran de Carlos I, y la antigua corona de los reyes de Inglaterra.

‘Considere lo que dice el ritual. ¿Cómo era? ¿A quién pertenecía? Al que se ha ido. Eso era después de la ejecución de Carlos. Luego venía, ¿quién la tendrá? El que venga. Se refiere a Carlos II, cuya restauración se preveía. Creo que no hay duda de que esta informe y abollada diadema  en una ocasión ciñó la frente de los Estuardos.’

¿Como es entonces que Carlos II no recuperó su corona al regresar? Holmes explica que probablemente ‘es el único problema que jamás llegaremos a esclarecer’.

Pues vale.

4/5

★★★★★

Fuentes: https://www.arthur-conan-doyle.com/index.php?title=The_Adventure_of_the_Musgrave_Ritual
Imágenes: https://www.arthur-conan-doyle.com/index.php?title=The_Adventure_of_the_Musgrave_Ritual. Illustrations by Sidney Paget  (1893)

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